—Quiero que os quedéis aquí y no le abráis a nadie ¿entendido?
—¿A dónde vas?—Preguntó Emma. Ginara ya estaba en la puerta.
—Escuchadme todos, Eric estarás a cargo de los menores, Marc y Aleix deberéis ayudarlo con los demás. No quiero que salgáis del piso, hay gente bastante peligrosa que nos quiere muertas a ella y a mí, por una larga historia que cuando vuelva os la contare pero, no quiero que salgáis, principalmente porque no quiero que os pase nada, y si saben que sois mi familia podrían haceros daño. Por una vez en vuestra vida, ¿me podéis prometer que me haréis caso? va muy en serio.
—De acuerdo, no saldremos—Dijo Marc. —Pero cuando vuelvas queremos respuestas.
—Todas las que queráis, nos veremos luego y no salgáis.
—No…—Dijo Aleix con cara de aburrido.
—Que día nos espera—Dijo Eric. Meiga y Ginara salieron del piso con el móvil en la mano.
El templo estaba en las afueras del pueblo, entre el pueblo y el bosque, hasta llegar a una cascada, pasabas por detrás y te adentrabas en un corto túnel hasta llegar al templo.
—Cuanto tiempo…
—11 años— Meiga aceptó con la cabeza. —Vamos, no hay tiempo que perder.
—Todo esto…—Apartó una tela que hacía de cortina, pero ésta se rompió con tan solo tocarla. —Tú estuviste aquí esa noche, ¿sabes dónde podía haber guardado esa caja?
—No estoy segura pero creo que ésta sala tiene algo que ver—Dijo señalándola.
—Es la…
—Exacto, la sala que nos escondimos aquel día, aquí es donde Luz me escondió—Ginara la abrió.
—Es más vieja de lo que recodaba—Dijo apartando el polvo y tapándose la boca para que no entre.
—Aquí tiene que ver algo que se le parezca, sino también podemos mirar en su habitación.
—Este símbolo…—Era una espiral pintada en la pared.
—Eh Meiga, ¡mira! ¿Es esta caja?
—Puede ser, tiene que ser esta— Meiga abrió la caja con la flor de cristal. Y ambas fueron transportadas mentalmente hasta sus recuerdos.
FLASHBACK:
En el recuerdo de Luz, veían como el templo estaba como antes, con su resplandor de siempre.
—El templo se ve raro ¿no?— Preguntó Meiga.
—Hay muchas cosas que todavía no se habían construido, mira ahí está Luz.
Luz era la mayor, en ese recuerdo tenía 21 años, llevaba su pendiente de estrella y su cabello suelto y largo por la cintura.
—¿En qué año estamos?— Preguntó Ginara.
—¿Solo están ellas tres?— Dijo al ver a Clarisa y a Wendy con 21 y 15 años respectivamente.
—¿Señorita Luz?— Preguntó un joven repartidor, llevaba una caja y encima había un papel con información sobre el paquete. Meiga se acercó y pudo leer el año en que estaban.
—Estamos en el año 2005.
—Gracias Tak— Dijo cogiendo el paquete. — Que tengas un buen día.
Luz entró en el templo junto con sus dos compañeras. Dejó el paquete encima de una mesa de cristal y lo abrió.
—¿Ese es?— Preguntó la más joven.
—Si Wendy, el pergamino de Morgon, el hechicero más poderoso jamás conocido. Si este pergamino cae en malas manos podría ser todo un caos para la tierra.
—¿Y lo guardamos nosotras?
—Nos lo enviaron para protegerlo. Es nuestra responsabilidad guardarlo bajo nuestra protección.
—¡Hey chicas! ¿Qué hacéis?— Una chica de 19 años entró en el templo tranquilamente, tenía los ojos violetas y el cabello turquesa con dos pequeñas coletas que le recogían el flequillo.
—Hola Yuna— Saludó Luz.
—¿¡Yuna?!— Gritaron las dos.
—¿Que te trae por aquí?—Preguntó Clarisa.
—Solo quería saber si, ¿hay alguna manera de poder viajar al pasado?
—¿Por qué quieres viajar al pasado?—Preguntó Wendy
—Por nada en especial, solo quería saber si se podía.
—En realidad sí que se puede—Yuna se puso muy contenta. —Pero es muy complicado y peligroso. Lo pasado sucedió, no hay que alterar el ciclo del tiempo.
—Sí pero, ¿cómo se podía? Supongo que con una magia especial porque yo por ejemplo, mi magia es elemental, dudo mucho que se pueda con esta ¿no?
—Se puede con todas, cada magia tiene su propia energía, solo has de seguir unos pasos que están escritos y dar parte de tu energía.
—¿Y donde están escritos? Por curiosidad nada más.
—Pues eso no lo sé, supongo que en papeles muy antiguos.
—¿Como el pergamino?—Preguntó Wendy. Luz y Clarisa la miraron. —Perdón—Susurró.
—¿Que pergamino? ¿De qué hablas?
— Mira Yuna, no se para que necesitas ir al pasado pero, cambiar de época no te va a ayudar en tus peleas internas, sabes que nos puedes contar lo que quieras.
—Perdona si no te sigo Luz, estáis escondiendo algo que seguro que me puede ayudar, de lo contrario no estarías evadiendo cada pregunta que os hago.
—Te lo digo por tu seguridad.
—No me toques. Atente a las consecuencias Luz, voy a conseguir ese pergamino por las buenas o por las malas— Dijo yéndose toda frustrada.
FIN DEL FLASHBACK:
—Esa era Yuna… la foto que te he enseñado antes. Luz no quería darle el pergamino…
—No sabía ni que teníamos un pergamino—Miró la caja. —¿Como le devolveremos a Luz sus recuerdos?— Preguntó Meiga mirando la caja de cristal que tenía entre sus manos.
—No creo que se pueda, ya que al fin de cuentas está muerta.
—Gracias por decir lo obvio— Estornudó al final de la frase. —Este viento no me favorece mucho.
—Vámonos de aquí, ya tenemos lo que queríamos— Se levantaron y una explosión de humo las cubrió— ¡Meiga!
—Estoy aquí— Dijo entre toses. El humo no les dejaba ver. Una risa profunda las alarmó. —Y esa risa— Dijo antes de caerse al suelo, el humo cada vez era más espeso.
—¡Vórtice!—Ginara absorbió el humo creando un vórtice oscuro.
—Vaya, vaya, ¿te has pasado al lado oscuro? No sabía que las hechiceras místicas también tuviesen el impulso de ir hacia la magia negra.