Me quedé en blanco, otra vez hablaban de la maldición.
Observé a Isabella que era mi copia sólo que bien arreglada igual que Idara.
- olvidas que somos dos - le comenté,pero tal vez ella no sabía de mi gemela.
- lo sé, se que son dos y por eso, no me había revelado porque no sabía, cual de ustedes dos era yo- jugando con su cabello.
- ¿Tú? ¿de qué hablas? - jale una silla y me senté frente al espejo.
- fui maldecida, no sé, cuánto ha pasado ya, he sentido una eternidad este encierro en el espejo- murmuró.
- ¿ por eso el nombre de la casa?- arruge un poco mi frente.
- si, estoy encerrada dentro del espejo hasta que tu rompas la maldición.
Creo que si estaba loca ¿Cómo era posible estar enclaustrada dentro de un espejo?.
- hace mucho pero mucho tiempo conocí a un hombre guapísimo, me gustó, él pidió autorización a mi padre para cortejarme, a lo que mi padre no se negó ya que Blazh era un conde con una gran fortuna.
En mi época era importante para una joven formar un buen matrimonio y si tenías suerte, lo harías con un hombre guapo, joven y heredero de una gran fortuna ó te conformabas con casarte con alguien de la edad de tu abuelo.
Hice una mueca, definitivamente estábamos mejor en mi época.
- ¿ Qué hicistes para estar encerrada?.
- cuando faltaban unos días para la boda, me dí cuenta que no quería casarme con Blazh, él era un hombre bueno pero para mí, muy aburrido... terminé el compromiso, sin miedo a represalias por parte de papá porque yo era una niña caprichosa, consentida, era la luz de los ojos de mi padre y de mi madre, por eso me aprovechaba de ellos.
Vaya- pensé- quien iba a decir q siglos atrás existió una mujer idéntica a Idara, en su horrible manera de tratar a los hombres.
Suspiré.
Esperé que continuará con la historia.
- yo, era muy vanidosa, no tenía miedo de no encontrar otro mejor partido para mí, así que cuando Blazh me rogó que no lo dejará porque me amaba con locura- suspiró- me reí en su cara, le dije que yo no lo amaba, que estaba loco si creía que me ataria para siempre con un hombre aburrido.
Pero que podía admirar mi belleza y se conformará con eso.
Era increíble era idéntica a Idara.
- ¿ Qué pasó?
- Blazh, era tan dramático y se suicidó- poniendo los ojos en blanco - su madre, dejó el cuerpo en su casa y corrió a buscarme llena de furia, entró a mi habitación, yo estaba peinando mi cabello frente a esté espejo, iba a salir - desvío la mirada - Aldreda me miró con odió, me dijo que yo había sido la desgracia de su hijo y que por mi culpa, Blazh se acababa de suicidar y no iba a permitir que yo quedará sin pagar mi culpa.
Dijo unas palabras que no le entendí,lo que si entendí es La vanidad puede llegar a ser tu perdición pero el amor verdadero tu salvación.
Me reí pensé que estaba delirando por el dolor de la muerte de Blazh.
- me dijo molesta,que el espejo en el que pasaba tanto tiempo admirando mi belleza sería mi encierro y que hasta que yo cambiará y fuera una mujer noble, que pusiera el amor en primer lugar en mi vida sería libre.
No entendía a qué se refería entonces con que ella era yo.
- ¿ Porqué dijistes que tenias que estar segura que yo era tú?
Hizo una mueca.
- mi castigo no era para mí época, me dijo que cuando volviera a nacer tenía que encontrarme yo misma y hacer feliz a Blazh porque al maldecirme ataba a su hijo a la maldición pero lo que ella deseaba era que su hijo encontrará al fin la felicidad, aunque fuera con una caprichosa, pero que con mi encierro aprendería la lección.
La observé detenidamente.
- ¿ no habías regresado?- pregunté.
- no - murmuró - sentí el día que nacistes, una parte de mí fue desprendida, parte de mi escencia, mi sorpresa cuando llegaron fue que eran dos no una, me hicieron la espera más dura.
-¿ Cómo sabes que soy yo?-
- besastes a Blazh y cuando eso pasó, sentí mi alma un poco mas viva, tú eres dulce,eres como Aldreda me dijo que yo tenia que ser.
- ¿ Blazh? ¿de que hablas?
Me miró como si yo fuera una niña tonta.
-Andrew es Blazh - pasó su mano por su cabello, ya me tenia un poco desesperada con esa manía de tocarse el cabello - él nació en la misma familia de Aldreda.
Me levanté era demasiada información en una noche.
- Andrew está interesado en Idara, me besó porque creía que era a ella a quien besaba.
- tienes que evitar que Andrew se enamoré de Idara - murmuró.
- si él la ama no podré hacer nada.
- tienes que hacerlo, esta vez Blazh tiene que ser feliz conmigo en este caso tú, es la manera de romper la maldición.
- si no la rompemos, ¿ que pasa?
- volveremos a nacer una y otra vez, hasta que Blazh encuentre la felicidad que yo le negué.
Editado: 10.07.2018