¿entraste a los pasadisos sin avisarme? - Idara entró molesta a mi cuarto - es peligroso, Aldreda pudo atraparte.
Suspiré.
- quiero terminar con esto de una vez por todas, Isabella necesita ser libre.
- tú no estás preparada para enfentrarte a Aldreda - miró a Issa que estaba callada - ¿pasó algo?
Ella levantó el rostro y miró a Idara.
- estoy cansada, no entiendo el odio que me tiene esa mujer y es una cobarde que no da la cara - Idara sonrió.
- espera el momento justo para dar el golpe final.
- ¿que momento? - pregunté.
- que el amor entre ustedes se haga real - frunci el ceño.
Enid entró a mi cuarto sin avisar, nos observó pero se dirigió hacia mi.
- Andrew pregunta por usted señorita Isabelle.
- ya bajó - espere que Enid saliera para dirigirme a Idara - se supone que él ya siente algo por mi, ¿que más tiene que pasar?
Idara no respondió a mi pregunta.
- Andrew te espera - frunci el ceño pero salí del cuarto, cuando iba bajando las gradas recordé que no me había puesto el talismán aunque en unos cuantos minutos nada podía pasar.
- Isabelle - él se me acercó con una gran sonrisa, yo si amaba a ese hombre - estás preciosa.
Sonreí como una boba pero ni me importaba ahora tenía la atención de Andrew y sabía que no era bajo la influencia de la magia.
- no has pasado por la biblioteca, de hecho desde nuestra cita no te había visto.
- estaba enferma - el tomó mi cara entre sus manos.
- lo sé mi tía me lo dijo -sus ojos me miraron con tristeza - soñe algo Isabelle, estoy seguro eso paso.
- ¿ a que te refieres?
- yo no me suicidé -abrí los ojos con sorpresa.
- ¿qué?
- alguien estaba conmigo en la habitación.
- pero toda la maldición de Isabella es por que te suicidaste y antes de volver a nacer tu alma revivia tu muerte una y otra vez.
El negó.
- si eso pasa debe ser porque busca justicia ante mi verdadero asesino.
Lo abracé fuerte, Andrew era el amor de mi vida y puede que en otra época no lo hubiera amado pero en está lo amaba con locura y tenia miedo de no romper la maldición, ambos debíamos ser libres de una vez por todas.
- no le comentes a nadie lo que me has dicho - él asintió y suavemente me besó, me aferré a su cuello como si fuera un salvavidas.
- sólo tú sabes que conozco quien fui y lo que me pasó, nadie mas.
- Andrew, ten cuidado, en el claustro tenemos un enemigo aunque no creo que a ti te haga daño pero es mejor estar prevenidos.
El frunció el ceño.
- ¿Quién es?
Callé era mejor no decirle que su madre jamás murió, que hasta el día de hoy seguía haciendo daño por su supuesto suicidio, aunque si Aldreda conocía la verdad quizás nos dejaba en paz de una vez por todas y revertia la maldición.
- Isabelle, siento que estoy empezando a enamorarme de ti - sonreí con alegría, si él me amaba como yo a él, nuestro amor venceria y seriamos libres del pasado tormentoso.
- esperó que llegues a amarme - lo abracé nuevamente, quizás sólo debía esperar para que Andrew me amará y así terminar con la maldición, Aldreda no podría hacer más daño,sólo era cuestión de tiempo.
Editado: 10.07.2018