El color de mi pasado

Capítulo 1


Los días marchaban de forma habitual  para Karla,  como siempre se concentró  en la  familia y el trabajo y pretendió ignorar sus emociones 
Aquel  día  terminó tarde  en la Universidad, casi oscurecía y había empezado a caer una  fina llovizna  por lo que desplegó su paraguas y apresuró el paso. Camino por calles desierta hasta que se encontró  con algo que llamó su atención un hombre boca bajo, inicialmente pensó que era un ebrio  por el lugar donde lo vio cerca de unos kioskos donde regularmente se expende bebidas alcohólicas  una segunda  ojeada le permitió descubrir que había algo  que parecía sangre. 
Se detuvo entonces,  y  comenzó a caminar hasta la persona que estaba a unos 5 metros de ella. A  medida que avanzaba  su  zozobra iba en aumento,   a pesar de los años  y de no  haberlo  visto siquiera de lejos, claramente la persona en el suelo era aquel hombre que tanto la trastornaba aun. 
No tuvo tiempo de pensar tampoco no era que lo hiciera mucho antes de actuar. Lo  volteó y comprobó que en efecto salía sangre de su abdomen, nunca estuvo en una situación como esa, era un  manojo de nervios y emociones, empezó a gritar por ayuda a viva voz, un leve quejido le  hizo saber que estaba vivo y  eso le dio esperanza.  Se sacó su  bufanda y presionó la herida con  fuerza mientras que seguía pidiendo ayuda. En un momento de desesperación vocalizo algo que jamás pensó decir 
No te mueras sí, no podría vivir sabiendo que no estás en este mundo.
Jeison abrió los ojos brevemente como si hubiera comprendido sus palabras y los volvió a cerrar   
 Paso uno de eso triciclos eléctricos y el chofer la escuchó, este bajo y la ayudó a levantar al herido  y rápido avanzaron rumbo al  hospital. Los minutos le parecieron eternos. La situación    no le permitió percatase que él la agarró por los bordes de la blusa. Lo que sino pasó por alto fue su olor ese que tantos recuerdos le traían. 
Ya en  la institución  fue a tendido de inmediato, luego de un instante de confusión se sentó en uno de los bancos de la sala de espera, se miró las manos y las ropas todo llenos de sangre, y ya no pudo más, lloró  lloró  por largo tiempo  y por todo  lo que estaba pasando  y sentía. 
Se calmó un poco, fue hasta el baño, se lavó las manos y luego sacó el teléfono y llamó a su hermano.
Necesito que  vengas por mí. 
Del otro lado respondió la voz masculina de Diago –––––  Al fin mijita te he llamado mil  veces y tu  nada. ¿Dónde estás?
En  el hospital 
¿Cómo?
Tranquilo no me sucedió nada, bueno al menos no a mí, apuñalaron a  Jeison 
No  me digas que por fin te decidiste a cobrarle todas las que te hizo, rio divertido su hermano al otro lado de la línea 
Tranquilo, no lo encontré en la calle y lo  traje al hospital,  no digas nada en casa y ven a buscarme sí.  Estoy  fatal.  Ah otra  cosa  ve a ver cómo le avisas por lo menos a su mamá. 
Ok enseguida estoy ahí 
Guardó el teléfono y volvió a sentarse, enseguida se acercó una enfermera, la que venía acompañada de oficial de la policía.
Buenas noches. Preguntó el oficial 
Buenas  noches. Respondió levantándose
Usted conoce a la víctima
Si. Él vivía cerca de mi casa. ¿Va estar bien? 
Por primera vez intervino  la enfermera— Si, no tocó ningún órgano de importancia, aunque la pérdida de sangre fue  significativa va estar  bien, usted lo encontró justo a tiempo. En unos minutos podrá verlo. 
—— No gracias, solo estoy esperando que vengan por mí. En cuanto a la investigación oficial puede contactarme cundo  usted desee. Solo le pido que por favor no sea hoy porque ya es tarde y trabaje todo el día,  mi familia y mi hijo están alterados y un tengo que llegar a casa, para trabajar mañana temprano. 
Luego de eso  llego Diago, le pasó el casco y la llevó a la casa, el recorrido fue rápido y en silencio.  El imaginaba como podía estar y sentirse. 
Mientras esto sucedía: En el Hospital, Jeison despertaba  y lo primero que decía era Karlaaa.  Se dio cuenta que estaba solo en compañía de una enfermera que solo supo decirle que lo  habría traído una mujer que se fue rápido en cuanto él estuvo  fuera de peligro. Inicialmente pensó que en su estado la presencia cercana de  Karla  era un producto  de su imaginación. Pero sin  duda alguna sentirla cerca le permitió aferrarse a la vida cuando estuvo a punto de rendirse.
Por la puerta entró el oficial del caso, con apariencia cansada,  comenzó a  hacerle preguntas para las cuales en su  mayoría de los  no tenía respuesta. 
El solo recordaba ir caminado por la calle cuando alguien lo detuvo por detrás,  sabe que eran dos personas, y que trató de defenderse, por eso le clavaron el  cuchillo, y le llevaron todo lo que traía encima,  luego de eso se  no recordaba  más nada con  claridad. 
Mientras hablaban llegó su familia, todos preocupados y llorando.
Mi  niño estás bien. Le dijo su mamá mientras lo trataba de besar involuntariamente.
Uhhh cuidado. 
 Bueno lo dejo para que descanse, si recuerda algo más por favor contácteme. 
 Si por supuesto,  algo  más quisiera saber quién  fue la persona a la que le debo estar contando el cuento.  
Una profesora de la universidad, dejó sus datos para  que la localicemos  para declarar. Porque hoy no pudo hacerlo. Si quiere se los pasos. 
Si está bien,  cundo  vuelva me los da. Las referencias  que le dio  le hizo saltar las alarmas de nuevo y no quiso demostrarlo delante de  la madre y de su esposa, que aunque últimamente no estaban nada  bien y el sospechaba que ella le era infiel,  siempre de algún modo el fantasma de Karla estuvo  presente y le había costado más de una pelea no solo con esta sino con su anterior pareja. 
Todos  en el pueblo  sabían lo intensa que había sido su relación.  En casi veinte años la había visto unas cuantas veces y siempre causaba  la  misma sensación y eso  lo  hacía sentir  pésimo, se recriminaba  a si mismo  por sentir de esa manera. 
Eh  Jeison  en que te quedaste pensando, he dicho tres veces  tu  nombre 
No es nada, solo estoy muy cansado y tengo mucho  dolor.
Ok  cariño, trata de descansar,  nosotras tenemos que salir aun estas de cuidado, y esta sala es cerrada no tienes acompañante. 
Ok
Cuando se quedó solo,  vino a su mente aquella frase que se volvía a repetir en su mente:   No te mueras sí, no podría vivir sabiendo que no estas  e este mundo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.