El color de mi pasado

Capítulo 2

 

 


Karla llegó a casa,  y  tuvo que contar todo lo  que sucedió.  Lego de  un  baño y de alistar todo para el siguiente día trato de dormir y por supuesto que fue imposible, luego de mil vueltas en la cama y de  dejo de intentar conciliar el sueño  estaba segura que no iba a poder dormir, salió de la cama y  se puso a trabajar en la laptop.  
La alarma en  su teléfono le confirmó  que era hora de ponerse en  funciones. 
Dejó de trabajar y se dio un  baño  con agua fría para espabilarse.  Se alistó,  a ella y al pequeño y salieron a sus actividades  habituales.  Cuando  salía  de la escuela solo el teléfono,  lo buscó en  bolso  y se dio cuenta que la llamaban desde un número desconocido.
Si  dígame,  buenos  días
Es el oficial a cargo del caso en el  que usted es testigo. Necesito que pasé hoy y termine su declaración. 
Si claro,  en una hora estoy ahí  con usted. 
Tenga  buen día 
En efecto, pasada una hora se personificó en la estación de la policía y preguntó por el Mayor Marcos.  
Un pulcro y  uniformado hombre  hizo acto de presencia para  hacerla pasar a su  oficina, que  como él  era sobria, limpia e iluminada. 
Buenos días. Extendiéndole la  mano.
Cuénteme todo lo que recuerde, cualquier detalle puede ser importarte. 
En realidad no  vi mucho  la calle estaba desierta y llovía ligeramente. 
 Este es lugar donde lo  encontró. Dijo  mostrándolo unas fotos de la escena del crimen.
Si.  
Bueno,  hemos terminado. 
Mayor ¿puedo pedirle un  favor?  
 Dígame 
Quiero mantener mi  nombre en el anonimato para la familia y la víctima.
Por qué. Debe entender que es una investigación policial cualquier dato que cause interés, como este debe ser investigado. 
Nosotros fuimos pareja, hace mucho  tiempo, pero no creo que esto sea relevante como dice usted.  
Pero por qué el anonimato,  
Porque fue traumático  para los  dos,  yo cumplí mi deber ciudadano, humano  y moral de salvarle la vida,  pero deseo mantenerlo lejos de mí,  como hasta ahora. Si  usted  me lo permite. 
Por el momento está bien, pero puede que vuelva a pedir  que  hablemos. 
Ok,  espero  pueda  detener  rápido  al  culpable. Tenga  buen día.  Salió  de allí, pensando en por qué  le pasaba  ella esas  cosas,  justamente que necesitaba mantenerse distante  debido a todos esos sueños y pensamientos. 
En  la tarde después de almuerzo  Jeison, recibía la  noticia de que  iba a pasar aun sala de menos cuidado.   Allí  fue  donde conversó  nuevamente con el  oficial a cargo del caso. 
Que  sin  mucho  rodeó fue directamente a preguntarle si  tenía problemas  con alguien o alguna exnovia celosa,  dándole un tono  diferente a esto último. 
No que va compañero,  yo no tengo enemigos y ex  no  no.
Si usted lo dice. 
A propósito  necesito los datos de mi ángel  de la guarda. 
No va ser posible,  ella prefiere el anonimato, y es mejor así porque las personas que lo atacaron aun están en la calle. 
Está bien,  como usted y ella prefieran. 
Jeison era un hombre que logró labrarse una vida a golpe de esfuerzo personal e inteligencia natural, a pesar de tener un carácter difícil y de contar con estudios universitarios,  tenía un pequeño negocio, que le permitía vivir holgadamente.   Apoyándose en esos instintos que siempre tuvo  eran los mismos que ahora le decían que esa  mujer  en las  sombras era Karla. 
El principal defecto de aquel hombre era su orgullo, el mismo  orgullo que le  dejó sin Karla en aquel momento y ahora  prefería la duda se  dijo así  mismo  si no le interesa el mérito de haberme salvado  es su problema, sigue siendo la misma engreída.   Solo quiere llamar la atención. 
Pasaron los días y para ambos la vida  volvió aparentemente a la  rutina d, ella a sus clases y el a  su trabajo. 
Jeison se revolvió en la cama excitado por el  sueño  que se  le repetía todas las madrugadas, despertó con la alarma para darse cuenta  de que era solo  eso una ensoñación.
 Se tiró  de la cama  y ya en la baño pensó que el agua fría ayudaría no pudo contenerse mientras se restregaba el cuerpo con la esponja,  bajo lentamente  una de sus manos hasta su entrepierna y comenzó lentamente a frotarse,  tampoco pudo evitar fantasear con la imagen de Karla sonriéndole,  con su cabello largo   y suelto  con aquel shorts corto que le quedaban de infarto y que no pudo evitar mira de reojo la últimas  vez  que  la vio  sin que ella se diera cuenta  unas semanas antes del asalto.
Aunque sació su apetito momentáneo,  se sintió más miserable por todo lo que aun le despertaba.

 


 




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