Victoria: antes de que empiece hablar necesito hacerlo primero y esta vez lo hare menos difícil para usted. Solamente le diré que he decidido romper nuestro compromiso, pero eso sería lo mejor y de esa manera podrá elegir a su futura esposa, nada más que lo único que me queda hacer es convertirme en religiosa y no pienso obligarte a que te cases con una persona que no amas y sobre todo que es fea.
Frederick: estoy demasiado consciente de que eres fea y estoy de acuerdo contigo. Sería algo absurdo continuar con nuestro compromiso.
Victoria: entonces debemos de salir del despacho para decirles a nuestros padres que se cancelara y me gustaría hacerle una última petición para poder irnos y es que me dé un beso, por favor.
Él se queda sorprendido al escucharla y Frederick sabía que este sería su primer y único beso para ellos, aunque nunca se imaginó que pasaría esto. Él se levanta de su asiento para acercarse a ella y cuando la tiene cerca empieza a besar sus labios, pero descubrió que le gustaba demasiado ser el primero en besar sus labios y no estaba dispuesto a romper su compromiso como ella se lo había pedido por las sensaciones que le hizo sentir. Él mira a su prometida cuando deja de besarla y sonríe por primera vez
Frederick: tengo que decirte que nuestro compromiso no se puede terminar. Porque tú serás mi mujer y quiero que se te olvide esa idea de querer ser religiosa.
Victoria: hace unos momentos estabas de acuerdo conmigo. No entiendo que fue lo que paso y no cambiare de opinión, así que debes de irte.
Frederick: si no me hubieras pedido que te besara las cosas fueran diferentes. Además, pienso cumplir mi papel de esposo a la perfección y no voy a permitir que me dejes, así que nos casaremos en una semana.
Victoria: no pienso casarme y mi destino es ser religiosa. Ahora debe de cumplir su promesa de terminar y nadie se enamora con un simple beso.
Frederick: la única culpable eres tú. Solamente necesitaremos ser los protagonistas de un escándalo para acelerar nuestra boda y precisamente se cuál sería.
Victoria: seguiremos con nuestros planes. Porque a ningunas de nuestras familias les conviene un escándalo y la razón es que son demasiado conservadoras.
Frederick: eres una joven razonable y bien sabes que si pasa algo como eso sería imposible que ingreses a un convento. Además, no quiero que hagas ningún intento de escapar, pero tendré personas a mi servicio que te estarán cuidando y quiero que tengas mucho cuidado con tus movimientos.
Esto jamás había pasado si no hubiera cambiado su destino. Frederick la miraba de una manera diferente y estaba arrepentida de haberle pedido un beso
Victoria: aceptare su propuesta de matrimonio delante de nuestros familiares como es la costumbre, a pesar que es un simple acuerdo entre nosotros, espero de usted fidelidad, además si no lo cumple ese sería un motivo de divorcio.
Frederick: no tendrás ninguna razón para desconfiar de mí. Porque a partir de este momento únicamente existirás tú en mi vida y ahora debemos de salir del despacho para que podamos formalizar.
Victoria: sabes perfectamente que si seguimos con esto no vamos a poder romper y parece que no sientes desagrado por mí, nada más que cambiaras de manera de pensar cuando me presentes como tu futura esposa y estoy segura de que te avergonzarás de mí.