Capítulo 3

Frederick: eso nunca lo haría, mi bonita. Estoy decidido de que estés siempre a mi lado, así que debes de hacerte a la idea de que serás mía.

Victoria: necesito pedirle un favor y es que no se refiera a mi como su bonita. Porque siento que se está burlando de mi apariencia física.

Frederick: eres la única joven que me hizo sentir algo con un simple beso y recuerda que te puedo decir como yo quiera. Pero llego el momento de anunciar nuestro compromiso.

Victoria: entonces lo harás. Solamente que si aparece otra mujer en tu vida antes de nuestro matrimonio me dejaras y por lo mientras continuaremos con esto.  

Ella sabía que se iba a enamorar de una joven. Nada más tenía que esperar a que eso pasara, porque él se casó con ella por obligación y esta vez su vida tenía que cambiar, además Victoria no quería morir nuevamente de tristeza

Frederick: teniéndote a mi lado no tendré interés en nadie más y lo que me molesta es que siempre encuentras la ocasión para querer romper.

Victoria: solo soy una joven realista y estoy planteando una posibilidad. Pero se perfectamente cuáles son sus gustos en mujeres y a usted le gusta la perfección.

Frederick: no sabía que se dedicaba a escuchar rumores sobre mí. Ahora necesitare cambiar su forma de pensar y el día de mañana vendré a visitarla.

Victoria: será mejor vernos hasta el día de la boda. Ese tiempo lo tendrá para que pueda analizar muy bien si soy su mejor opción para ser su esposa.

Frederick: por esa razón nos casaremos durante una semana como te lo había dicho. Además, te verás hermosa con tu vestido de novia.

Él toma la mano de su prometida para ayudarla a levantarse de su asiento. Ellos empiezan a caminar hasta que llegan a la sala, Victoria toma asiento y él también lo hace

Martín: al fin salieron de mi despacho. Estábamos a punto de hacerlos llamar con una sirvienta y no me gusto que se hayan quedado solos.

Frederick: no tiene por qué preocuparse. Mi intención es respetarla hasta el día de la boda y estoy aquí para cumplir mi palabra de matrimonio.

Gabriel: no es correcto que hables de esas cosas delante de tus suegros, por favor. Ella es tu prometida y debes de evitar ese tipo de comentarios.

Frederick: lamento si los incomode, pero me doy cuenta de que lo hice de una manera incorrecta. Eso no volveré a pasar y tratare de evitarlo.

Gabriel: mi hijo algunas veces habla sin pensar. Ahora debemos de continuar y también para que podamos elegir la fecha de su matrimonio.

Frederick: eso lo acabamos de decidir cuando hablamos en el despacho y cuando le dé su anillo de compromiso se los diré. Espero tener una respuesta favorable cuando se los anuncie, porque presiento que no lo estarán y recuerden que ella y yo nos casaremos, además deberían estar feliz a pesar que sus expresiones digan todo lo contrario.