‒Te juro que no sé exactamente cómo funcionan las runas del contrato de las almas, solo sé que sirven para salvar la vida de quien está a punto de morir‒ explicaba Sebastian acorralado al frente de Orión.
‒¿No puedes preguntarle a sus creadores?‒ Orión sonaba sereno aunque solo necesitaba de un motivo para mandarlo a limpiar los hornos, pero encendidos.
Raquel escuchaba con cuidado la explicación de Sebastian si quería conocer lo que le pasaba a su amiga y de cómo funcionaba el contrato debía prestar atención a todos los detalles, aunque hubo veces que tenía más preguntas que respuestas.
La habitación estaba iluminada por varias velas en sus paredes, la luz era lo suficientemente fuerte para mostrar los detalles en las paredes, en la piel y sobre todo en el cuerpo lleno de hollín de Sebastian que de castigo Orión lo había mandado a limpiar las chimeneas, si Orión era el mejor herrero del mundo era natural pensar que el espacio que ocupaba para su forja debía de estar lleno de metales de distintos materiales moldeados en armas, pero el ambiente decía todo lo contrario, en las mesas de noche descansaban varias figuras de cristal desde animales comunes para Raquel hasta seres mitológicos moldeados con mucha precisión y detalle, de igual manera una repisa con objetos de cristal entre jarrones, vasos y de todo un poco, pero estos eran algo diferentes los detalles eran irregulares como si hubiesen quedado a mitad de estar completos.
Mientras tanto Sara y Géminis descansaban cada uno en una cama alado de otro, Raquel noto la tranquilidad en su rostro, mientras Géminis a veces apretaba la sabana con las manos como si algo lo molestara siempre.
‒Si Ina y Ani se enteran de lo que hice de que fui capaz de usar su promesa, son capaces de matarme y devolverme a la vida para volver a matarme en especial Ina, ella me amenazo, pero te juro que era la única forma, Géminis estaba muriendo…‒
‒¿Y por eso arriesgaste la vida de alguien más? ¿Acaso no te he enseñado a pensar antes de hablar? ¿Comprendes siquiera la seriedad de la situación? De alguna forma sus almas están fusionadas, conectadas por ese contrato, cada uno no se ha dado cuenta aun, pero corren un grave peligro al forzar a sus almas a estar juntas‒
‒¿Cómo las almas gemelas?‒ interrumpió Raquel.
‒No, esto está más allá de eso, las almas se unen con el tiempo, cuando ambas están dispuestas a ser una sola sea por amor o por destino, lo que está sucediendo en el mundo es algo que no debería pasar de alguna manera rompe con las leyes naturales y eso podría ser un peligro que algún día esperemos no sea muy tarde, pero si lo comparamos es casi similar, jugar con las almas como si fueran solo algo que puedes usar es peligroso‒
‒¿Acaso no existe algo para remediarlo, para romper el contrato de las almas?‒ se dirigió esperanzada a Orión.
‒Él no puede hacer nada, aunque quisiera‒ corto Sebastian ‒Orión juro hace mucho no interponerse en los asuntos del bien o el mal, si nos ha permitido estar aquí y aceptar enseñarles a ustedes sobre las runas, es por una deuda que tiene hacia mí‒
‒¿Entonces piensas dejarlos así como así? Desde ese contrato ellos están extraños, y todo este mundo está peor ¿No existe alguna forma de remediar el desastre que ustedes le han causado?‒ se dirigió a Sebastian cuya mirada a pesar de estar llena de manchones negruzcos reflejaba preocupación.
Antes de que cualquier pudiese decir algo, se escuchó el quejido proveniente de Sara y Géminis, lo que les estuviese afectando los lastimaba desde dentro, algo que Orión no pudo contener solo calmar con varias runas que formaran una vía estable entre sus almas, era algo arriesgado, pero el haber forzado sus almas a separarse fue peor.
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Editado: 05.12.2021