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‒Sara, ¿Estás bien?‒ escucho la voz ahogada de Raquel.

Los ojos de Sara estaban vidriosos, había llorado en sus sueños y varias lágrimas se derramaron por sus mejillas, pero no sabía cuál era el motivo no recordaba el sueño. Se levantó con fuerza volviendo a la realidad, se sentía triste con el corazón encogido en su pecho llena de unas ganas por llorar hasta secar su alma.

‒¿Por qué lloras?‒ pregunto Raquel quien la miraba extrañada ‒¿Qué paso? ¿Qué soñaste?‒

‒No…‒ dudo Sara, ni ella lo sabía apenas tenía recuerdos muy efímeros que se desvanecían al instante ‒No, no lo sé. ¿Qué me paso?‒ se dirigió a Raquel que la ayudo a sentarse sobre la cama.

‒Durante el entrenamiento se desmayaron, Orión te atrapo antes de que cayeras ustedes dos han dormido toda la noche…‒ Raquel le contaba lo que había sucedido, pero Sara miraba a todos lados recordando donde se encontraban, hasta que su vista vislumbro a Géminis quien también estaba sentado sobre su cama, limpiándose con el dorso de su mano varias líneas de cristal en la comisura de sus ojos.

‒Sara‒ dijo una voz profunda la voz de Orión ‒necesito que me cuentes exactamente lo que paso durante el contrato de las almas‒ pregunto acercándose a su lado ‒necesito hablar con ustedes dos‒ se dirigió a Sara y Géminis.