El Contrato de las Almas

***

Raquel recordaba los extraños símbolos de la daga que había empuñado Sebastian al igual que el susto que le había dado ese repentino acto, tenía la certeza de que eran los mismos trazos y la forma, los comparo con los que el informe policial había señalado adjuntos a varias fotografías tomadas a los cadáveres de las víctimas. Si era verdad lo que temía, Sebastian era el asesino, el culpable de las muertes en la ciudad.

Estaba a 20 minutos de la ciudad, la motocicleta rugió tras apretar el acelerador, aumento la velocidad, la tarde ya caiga mostrando un cielo de tintes rojos y anaranjados como si el cielo se encendiera en llamas era muy claro a pesar de llevar el casco puesto.

La carretera estaba vacía y los próximos kilómetros eran en línea recta así que aceleró un poco más debía de llegar pronto a su casa y llevar toda la evidencia a la policía, aún más importante se repudió por dejar a Sara con ese tipo, que pasaría si sus dudas eran ciertas y ese chico era el asesino, Sara estaba en peligro.

–Todo encaja– se dijo, al recordar como lo encontró manchado de sangre y después de  ver sus heridas al momento de vendarlo.

Se enojo consigo misma se sentía como una estúpida por no haberlo notado antes. Pequeñas lagrimas se formaron en sus ojos del miedo a imaginar lo que le podría pasar a Sara.

Una sombra paso a toda velocidad enfrente a ella, lo que causó qué se asustara y tambaleara un poco, fijo su mirada en la carretera, la idea de chocar con un animal salvaje, un venado, un lobo o lo que sea, provocó que bajará la velocidad y dejará de profundizar en sus ideas para concentrarse en llegar.

Varias sombras más aparecieron a sus lados, Raquel las oía silbar con el viento a pesar de llevar el casco puesto, cuando regresaba a ver no había nada ahí, empezó a sentirse confundida.

Una de esas sombras viajo a su lado derecho, siguió su paso por unos segundos para después adelantarse a gran velocidad y desaparecer entre las sombras de los arboles a lo largo de la carretera, un par de metros después había varios lobos de pelaje negro como la noche de una textura parecida al humo y de ojos azul violeta qué enmarcaban una feroz mirada que la seguían mientras ella avanzaba, al principio pensó que se estaba volviendo loca.

De la nada apareció un lobo a unos metros enfrente de ella que corría en su dirección lo que en cualquier momento causaría que se estrellaran uno contra otro, Raquel trato de esquivarlo moviéndose a la derecha y después a la izquierda, no podía frenar en seco, la velocidad con la que iba la lanzaría contra el pavimento pero tampoco podía frenar, aquella bestia tenia las intenciones de atacarla y si se detenía lo haría, el tiempo se había acabado era hora de actuar cuando el lobo pego un salto apuntando por delante las patas con sus largas garras. Raquel se inclinó a la izquierda en el último segundo tratando de esquivar las garras que le apuntaban, una de las garras rozo su hombro mientras perdía el equilibrio cayendo sobre el pavimento, todo se apagó solo se escuchaba el sonido de la motocicleta siendo arrastrada.



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En el texto hay: misterio, sobrenarutal, criaturas oscuras

Editado: 19.11.2022

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