–Maldito– escupió Andrés, tenía la boca ensangrentada.
Andrés recobraba lentamente el control de su cuerpo, no entendía que era lo que había pasado según los pecados le habían dicho que su cuerpo era invencible, y ahora sufría de fuertes golpes en su interior. Géminis noto el estado de Andrés debía aprovechar el tiempo que le quedaba, en cualquier momento el costo de haberse arrancado una de sus alas le cobraría el precio.
Andrés rio antes de lanzarse contra Géminis intento levantar la espada con su brazo izquierdo, pero fue inútil, esta pesaba demasiado y el dolor de sostenerla era insoportable, se lanzó con una de las espadas, los ataques no se detenían uno tras otro se lanzaban sobre Géminis quien iba perdiendo de a poco a pesar de que Andrés solo empuñaba una de las espadas.
Sara se asustó al escuchar el fuerte impacto que resonaba en el bosque, se había producido poco después de que Sebastian se había marchado, no sabía que sucedía en su alrededor, sus pensamientos estaban centrados en encontrar a sus padres y salir de aquel lugar. Escucho varias maldiciones cerca de ella, reconoció la voz de Andrés.
El corazón de Sara se sobresaltó al sentirse en peligro, algo no andaba bien, ¿Dónde estaba Géminis y que paso con Sebastian? Fueron las dudas que llenaron su cabeza, la idea de que estuviera con sus padres fue descartada al sentirlos a ellos a varios metros lejos de ellos. Se acerco cautelosa a paso lento mientras cargaba con Raquel en uno de sus hombros.
Paso junto a un árbol grande, cuando la figura de Andrés se levantaba con un par de espadas en cada una de sus manos, Géminis a unos metros delante de él, estaba mal herido podía sentir el dolor que su cuerpo sentía, solo había tocado la superficie de lo que en realidad sentía, estaba cansado. Andrés soltó una maldición antes de lanzarle a atacarlo.
Sara apoyo a Raquel en la base de un árbol –detente – dijo tomando una rama gruesa para después acercarse a ellos –por favor– se dirigió a Andrés
Andrés se detuvo de golpe frente a Géminis con la espada apuntando a su estómago había llegado a él en lo que dura un parpadeo, miro a Sara unos instante.
–Huye, ¡Vete de aquí! – grito Géminis
Andrés lanzó una patada al estómago de Géminis, dejándolo sin aire provocando que cayera de rodillas.
–Déjalo por favor– suplico Sara
Andrés se acercó a Sara despacio admiraba su belleza la sensualidad que desbordaba ante sus ojos. –eres mía – sonrió
Sara levanto la rama que había ocultado en su espalda lanzándolo directo al rostro de Andrés.
El golpe provoco una herida en la mejilla de Andrés, Sara temblaba ante lo que había hecho sentía en el interior de Andrés una ira incontrolable al punto de la extinción de la razón. Andrés regreso la mirada hacia Sara, sus ojos inyectados de furia e ira, sostuvo con fuerza el mango de la espada.
–Sino eres mía, no lo serás de nadie – ataco Andrés con la intención de clavar la espada en el cuerpo de Sara y así acabar con su vida.
–La tocas y te mato– dijo Géminis impulsándose con sus piernas sobre Andrés.
Andrés lo lanzo a un lado sujetándolo con una mano.
–¡No lo hagas! – grito Sara
Andrés se enfureció, el sentimiento de que ella prefiera a otro lleno de odio su mente, como era posible que aprecie a alguien que no conocía, –¡Qué pidiera qué no lo matará! – su irá cegó su razonamiento, dio una patada empujando a Géminis.
Se lanzó sobre Sara la mataría apuntando la hoja de su espada hacia su pecho, estaba a pocos segundos de arrebatar su vida.
–¡Sino eres mía, no serás de nadie! – grito Andrés empujando la espada de abajo hacia arriba
Géminis gateo donde Sara, tenso su cuerpo debía ser rápido no podría detenerlo en el aire no tenía sus alas para alejarla.
Sara cerro los ojos en los últimos segundos, un fuerte golpe se escuchó y un impulso que la empujaba a ella. Cuando los abrió vio a Géminis frente a ella la había apartado con una de sus alas mientras el recibía el ataque de la espada. Un hilo rojo salió de la boca de Géminis provocada por la herida mortal.
Andrés sonrió, pero no duro mucho, miro su pecho tenía la espada de Géminis incrustado su pecho atravesándole el corazón. Géminis utilizo todas sus fuerzas en un giro para lanzar a Andrés lejos de ellos, con el impulso de su ala, la fuerza fue brutal, lanzando a Andrés con la espada atravesando su pecho, voló varios metros hasta clavarse en un árbol enorme.
Andrés trato de sacarse la espada del pecho, pero era imposible, sus fuerzas se debilitaban y la vida lo dejaba lentamente, parecía un demonio en sus intentos por sacar la espada de su corazón, de sus manos colgaba la carne y perdía unos dedos en el intento de sacarse la espada, sus movimientos se volvieron lentos en un inútil intento de zafarse. Dejo de moverse un poco después, colgado del árbol con la espada atravesando su corazón.
Géminis se mantuvo de pie unos instantes antes de caer de espaldas sufriría el mismo destino qué Andrés, pero con su objetivo cumplido, el de salvar a Sara.
–Amigo mío– dijo Sebastian arrastrándose junto a él
–No por favor, no te mueras– dijo Sara acercándose a Géminis que se desplomaba.