Desconocida
22 de agosto 2004 Hora 03:34 am
La luna, tan bella como siempre parecía sonreírme dándome ánimos para que continúe, baje mi vista a mi niña la luz de la luna bañaba su rostro dándole un toque angelical. Sus ojos, grandes y oscuros como el carbon, reflejaban la incertidumbre del momento.
-Nena, sé que esto te confundirá ahora, pero lo hago por tu bien. Él no se detendrá hasta encontrarnos. Aquí estarás a salvo- susurré a la pequeña de cuatro años, sus ojos grandes y llenos de inocencia mirándome fijamente.
-Ellas te cuidarán, pero olvidarás quién eres hasta que cumplas dieciocho. Prométeme que serás fuerte, ¿sí?- la pequeña niña esta asintió, más por imitación que por comprensión. Los muros de piedra del internado se erguían imponentes, como guardianes del secreto más grande de su mundo.
Al dejarla frente a su entrada, sentí un nudo en la garganta, su pequeña figura vestida de rojo se desvanecía mientras yo me alejaba. El bosque negro, siempre silencioso y misterioso, parecía presenciar mi desgarrador adiós. Un nudo se formó en mi garganta al alejarme cada vez más. Sabía que esta era una de las decisiones más difíciles de mi vida, pero era la única forma de protegerla.
Había estado allí, en ese mismo lugar, cuando era joven. Mi mate, un alfa de ojos dorados y pelaje plateado, me había encontrado y me llevó a su manada. La felicidad fue efímera. Una profecía sombría, susurrada por la Diosa Luna en sueños, me obligó a tomar una decisión terrible: rechazar a mi mate y huir al mundo humano antes de un ataque inminente. La profecía se cumplió, mi manada fue destruida y yo quedé marcada por la pérdida.
En mi dolor, me uní a un ser oscuro, un demonio de ojos carmesí y una sonrisa siniestra. Juntos, cumplimos nuestros objetivos el logro que su familia tuviera su venganza y yo tuve en mis manos la cabeza de aquel ser que le había arrebatado el derecho a la vida a mi hijo, después de haber terminado la búsqueda de sangre nos fuimos enrollando termine embarazada de él y tuvimos a una niña, pero la oscuridad lo consumió. Intentó hacerme daño a mí y a nuestra hija, obligándome a huir nuevamente. Ahora, con mi pequeña a salvo, solo me queda una misión: acabar con él.
Esta noche, bajo la luz de la luna, juré proteger a mi hija y vengar a mi familia. El camino será largo y peligroso, lleno de sombras y criaturas espeluznantes. Leyendas muy antiguas hablan de licántropos excluidos de sus manadas que habitan en las profundidades del bosque, de brujas que tejen hechizos en las noches más oscuras que era lo que yo buscaba mientras me adentraba más en la oscuridad de aquel bosque di vuelta una vez más el internado, con sus altos muros de piedra y sus ventanas iluminadas, ya no se veía por la distancia sabía que volvería, pero hasta entonces, mi hija estaría a salvo.
Dentro de los muros del internado, la pequeña fue recibida por las hermanas de la orden lunar ninfas mujeres sabias y poderosas, dedicadas a proteger a las futuras parejas de los hombres lobos más poderosos de su mundo. La niña, con sus ojos oscuros y su cabello de ébano, era una de ellas. Un destino extraordinario la esperaba, un destino que aún desconocía.
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Editado: 18.11.2024