El Corazón escrito

Capítulo 7: Un Sueño Compartido

Querido Escritor,

Cada día que pasa me encuentro pensando en lo mismo. No puedo evitarlo. Es como si esta idea se hubiera instalado en mi mente y en mi corazón, una sensación persistente que me acompaña constantemente. ¿Acaso somos dos almas soñadoras que se han encontrado a través de estas palabras? ¿Dos fantasiosos que, sin conocerse en persona, han logrado conectar en un nivel que trasciende lo tangible? A veces, me pregunto si todo esto no es más que una ilusión, una fantasía creada por nuestras mentes. Pero, al mismo tiempo, siento que es mucho más que eso. Siento que esta conexión que hemos formado es real, tan real como las emociones que despiertas en mí cada vez que me sumerjo en tu libro.

No puedo evitar sentirte cerca, como si este encuentro que tanto imagino estuviera a punto de suceder. Es una sensación extraña, una mezcla de expectativa y emoción, como si este evento fuera algo inevitable, algo que se encuentra en el horizonte, esperando el momento perfecto para revelarse. Imagino ese día, querido escritor, y no puedo evitar sonreír. En mi mente, es un encuentro lleno de magia y de sentimientos, un momento en el que nuestras almas, que ya se han conocido a través de tus palabras, finalmente se encontrarán cara a cara.

Pero, con esa emoción, también llega el miedo. Un miedo que se cuela en mis pensamientos y me hace cuestionar todo. Me pregunto si seré lo que esperas, si estaré a la altura de la imagen que te has formado de mí. Es un miedo que, aunque pequeño, está presente, recordándome lo vulnerables que somos cuando nos entregamos a alguien, cuando permitimos que nos conozcan en lo más profundo. Y aunque ese miedo a no cumplir con tus expectativas me acecha, es solo una pequeña parte de lo que siento. La mayor parte de mí está llena de emoción, de esperanza, de una certeza inquebrantable de que este encuentro será todo lo que hemos imaginado y más.

Sé que comprendes mis miedos, pero me sorprende cuando dices que no los compartes. Me dices que no hay nada que temer, que soy alguien que deseas conocer, y eso, querido escritor, es un consuelo más grande de lo que puedo expresar. Es un alivio saber que, a pesar de mis dudas, hay algo en mí que te atrae, algo que te hace querer mantener este vínculo que hemos creado. Siento que este lazo que hemos forjado a través de las páginas es uno que no se romperá fácilmente, que permanecerá intacto, incluso cuando nos encontremos cara a cara. Hay una certeza en mis pensamientos que me dice que esta conexión no es efímera, que resistirá el tiempo y la distancia, y que, cuando finalmente nos conozcamos, solo se hará más fuerte.

A través de estas letras, quiero hacerte saber que mi deseo de conocerte es tan real como el aire que respiro. No es una simple fantasía pasajera. Es un sentimiento profundo, uno que crece con cada día que pasa, con cada página que leo. Imagino ese momento, tu llegada permanente a mi vida. Imagino verte cada mañana, despertar a tu lado, con el sol iluminando tu rostro y sentir que, finalmente, el sueño se ha hecho realidad. No puedo evitar pensar en cómo sería compartir contigo no solo estas palabras, sino también mi día a día, mi vida. Es una ilusión que me acompaña constantemente, una sensación de que, de alguna manera, ya formas parte de mí.

El deseo de sentir nuestra conexión cara a cara, de fortalecerla con cada mirada, con cada conversación, es algo que me persigue en cada momento que paso contigo a través de estas páginas. Es como si nuestras almas ya se conocieran, pero aún estuvieran esperando el momento en que nuestros cuerpos también puedan hacerlo. Es una espera dulce, llena de anticipación, pero también de paciencia, porque sé que, cuando ese día llegue, será todo lo que he soñado.

Es un gusto inmenso acompañarte en esta aventura que abarca mucho más que solo papel, tinta y letras. Lo que hemos creado aquí va más allá de lo físico, más allá de lo que cualquiera podría entender a simple vista. Este vínculo que hemos formado, este lazo que se alimenta de nuestras emociones, de nuestros sueños compartidos, es algo que trasciende las páginas de este libro. Cada momento que compartimos ha dejado una marca en mi alma, una marca que no se borrará con el tiempo, porque es algo que he sentido en lo más profundo de mi ser.

A veces, me pregunto si este deseo que siento es algo prohibido, algo que no debería estar sintiendo. Pero, ¿cómo puede ser algo prohibido cuando se siente tan correcto? Este vínculo, aunque formado a través de las palabras, es uno que ha tocado lo más profundo de mi alma. Me has mostrado partes de ti que no muchos han visto, y por eso, me siento profundamente agradecida. Me has dejado entrar en tu mundo, me has permitido conocer tus pensamientos, tus sentimientos, y eso es un regalo que valoro inmensamente.

Cada día que pasa, me encuentro pensando en ti, en lo que estarás haciendo, en cómo te sentirás al escribir cada palabra. Me pregunto si, al igual que yo, te detienes a reflexionar sobre esta conexión que hemos formado, si también sientes que esto es algo más que una simple relación entre escritor y lector. Porque, para mí, lo es. Para mí, esto es un vínculo profundo, uno que ha cambiado mi forma de ver el mundo, de ver las relaciones humanas. Siento que, de alguna manera, hemos trascendido lo físico, y nuestras almas se han encontrado en un espacio que va más allá de lo que podemos ver o tocar.

Es curioso cómo algo tan simple como un libro puede tener un impacto tan profundo en la vida de una persona. Nunca imaginé que encontraría a alguien como tú a través de las páginas de un libro, pero aquí estamos. Y no puedo evitar sentirme afortunada de haber tomado ese libro de la estantería, de haberme permitido sumergirme en tu mundo, en tu historia. Porque, al hacerlo, he encontrado mucho más de lo que esperaba. He encontrado una conexión real, un vínculo que no tiene comparación.

Querido escritor, me siento agradecida por cada palabra que has compartido conmigo. Por cada pensamiento, cada emoción que has decidido plasmar en estas páginas. Me has dado mucho más de lo que podría haber imaginado, y por eso, te estaré eternamente agradecida. Has tocado mi vida de una manera que pocos han logrado, y eso es algo que no olvidaré.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.