El corazón también se quema

PRIMER DÍA

—Estás hablando enserio Melanie —digo mientras miro el reloj de mi habitación, marcaban las 4:00 a.m.

—Ya subieron en que clase nos va a tocar —dice Melanie al otro lado del celular

—Pero eso lo podemos ver cuando lleguemos al colegio —me interrumpe un bostezo y continuo —. En unas horas.

—Es nuestro último año.

—Por eso relájate, disfruta las últimas horas que tenemos antes de quedarnos hasta sin estabilidad emocional - argumento mientras me quedo dormida

—¡Marihan! -exclama haciendo que me despierte

—Está bien

Me levanto de mi cama y me dirijo a mi computadora, la enciendo y entro a mi correo

—¿Melanie?

—¿Si?

—¿Qué diablos haces despierta a esta hora?

—Esa boquita, por cierto, hola Marihan -escucho una voz muy conocida

—Hola Josh -respondo con ironía

—Estoy en la casa de Josh, necesitaba que me ayudarán con mi computadora y hasta ahorita encendió y vi el correo del colegio -responde Melanie a mi pregunta

—¿Y no quisiste ser la única despierta y decidiste despertarme?

—Exacto

—Listo, estoy en 11A

—¡11A! ¿Por qué?

—¿En dónde te tocó a ti?

—11C

—¿Por qué te tocó en la C? -pregunta Josh desconcertado

—Reprobé casi todas las materias —dice Melanie

—¿Casi?

—Así es, casi todas las materias —responde Melanie a su pregunta

 

Dejé la llamada en curso y me quedé dormida en el escritorio, al despertar me dí cuenta que Melanie ya había colgado, y había dos mensajes, uno de mamá y el otro de Melanie.

 

De: MAMÁ <3

¡¡Suerte en tu primer día, te amo hija!!

 

De: MELANIE *__*

Paso por ti a las 7:00 a.m.

 

Leí los mensajes por la barra de notificaciones, dejé cargando mi celular y me empecé a arreglar, preparé mi desayuno, desayuné en la sala de estar como era de costumbre viendo "El legado" una serie que me fascina. Pasan una hora y escucho a Melanie bocinar en su carro, apagué el televisor, jalé mi mochila, agarre algo de comida del refrigerador y la metí a mi mochila, salí de mi casa y me subí al auto del lado del copiloto.

 

—¿Lista?

-No

—¿Por qué? -pregunta Melanie encendiendo el auto

-Tareas, detenciones, exámenes, ansiedad, también...

—Fiesta -me interrumpe Melanie y yo solo la miro levantando una ceja —. Es nuestro último año, tú crees que me iré sin dar una fiesta

—¿Darás una fiesta? ¿En tu casa? —pregunto aguantando la risa

—Si, no le veo nada de malo, excepto que en mi casa no se puede, la última fiesta no terminó tan bien, otra fiesta más y nos obligan a desalojar -doy una pequeña risa viendo a la ventana —. Entonces será en la tuya -volteo a verla con una mirada desconcertada

—¿En mi casa? ¿Melanie estás loca? —reclamo volteando hasta mi torso a dirección a ella

—Sí, será en tu casa y la segunda pregunta ofende —dice viéndome unos minutos

—Melanie ya está en verde —digo refiriéndome al semáforo, ella dirige su mirada para adelante y arranca el auto —. Bueno déjame pensar en la fiesta —ella sonríe victoriosa sin dejar de ver el camino.

Llegamos al colegio, fuimos de las primeras, no había ni profesores solamente un par de estudiantes, Melanie me acompañó a mi clase, ya que usualmente me suelo perder, nos despedimos y ella se dirigió a su clase, que la verdad no estaba tan lejos de la mía.

Me senté en el segundo escritorio de atrás para adelante, los escritorios eran grandes, así que se sentaban dos estudiantes por escritorio, puse mis cosas a la par y me recosté sobre el escritorio a esperar que alguien llegara.

—Buenos días estudiantes

Escucho la voz del profesor encargado de nuestra clase, levanto mi cabeza de golpe y miro a mi alrededor, todos los estudiantes ya estaban allí, sin darme cuenta me quedé dormida, al ver a la par mía no había nadie sentada aún, eso me alegro ya que estaría sola, había 4 asientos libres en todo el salón, eso quería decir que había estudiantes de nuevo ingreso. El profesor empezó a dar el mismo discurso de todos los años, me puse mis audífonos y empecé a dibujar en mi cuaderno.

 

Pasan unos minutos y veo de reojo a alguien sentarse a la par mía, no le puse mucha importancia.

Empezó la primera clase, era filosofía, y yo seguía dibujando un abstracto hasta que vi que la persona sentada a la par mía me pasa un papel doblado con mi nombre. Lo abro y tenía una pregunta escrita "¿Sabes cuántas personas con el nombre Marihan hay en este país?" Lo cual yo abro mis ojos como platos, me quito mis audífonos y volteo a ver, era el "chico del skateboard" con su sonrisa tierna y sus mejillas ruborizada.

 

—En el país hay 80 personas con ese nombre —dice en susurros —. En la ciudad 35 y en este lugar solo hay 2, y no te veías de 85 años así que fue un poco fácil saber de ti —me mira y me da una sonrisa de lado —. Marihan Reyes, 17 años, naciste el 31 de octubre del 2004, signo zodiacal libra, vives con tu mamá, ella es doctora y tú papá es abogado.

—Que acosador te escuchaste —digo en respuesta

—Soy Steven, Steven Catalán —extiende su mano

Estrecho su mano —. Mucho gusta Steven.

—Silencio allá atrás —exclama el profesor

Nosotros solo nos vemos nos damos una sonrisa y dirigí mi mirada al frente, saqué mi teléfono a escondidas y le mandé un mensaje a Melanie

 

Para: MELANIE *__*

Se llama Steven, está en mi clase.

 

No tardaron ni 5 minutos y un mensaje de Melanie entro en mi celular.

 

De: MELANIE *__*

¡SANTA MADRE! En la tarde quiero los detalles.




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