El corazón también se quema

DESCONOCIDOS

—¿Qué pasó?

—¡Nada! —exclamo con irritación

—Mientes, apenas son las 11:00 de la mañana y ya estas mintiendo.

—No te he mentido, no pasó nada, llevas una semana preguntando lo mismo.

—No, llevo solamente cinco días, la semana tiene siete —argumenta sus acciones

—Da lo mismo

—No es así

—¿Te besó? —dice siguiéndome por toda la cocina

—No —digo con tranquilidad

—¿Entonces? ¿Por qué llegaste al carro pálida y con una cara de vergüenza?

—Ya te dije —digo dejando una taza de café sobre el desayunador, mientras la miraba a los ojos

—Sé perfectamente que no es por eso, no es porque tu mamá era novia del papá de Steven y te estuvo preguntando por ella toda la cena.

—¿Quién preguntó por mí?

Pregunta mi mamá entrando a la cocina con su uniforme de doctora, su cabello recogido totalmente dejando pequeños cabellos sueltos, tenía un pequeño maletín donde llevaba sus cosas cuando le tocaba doble turno como era este caso, sus ojos cafés claro se notaban muy cansados, con ojeras muy notarios, Melanie y yo no nos miramos, pero las dos tragamos fuerte ya que no sabíamos que responder, Melanie me paga disimuladamente la mano para que yo responda.

—El profesor Luis —digo con prisa

—¿Por qué?

—Porque —tomo un poco de aire mientras se me ocurre algo —, Ya no te ha visto en las reuniones de padres que han hecho en el colegio

—Bueno, es que he tenido mucho trabajo últimamente —dice mientras termina de entrar a la cocina y se dirige al refrigerador para sacar un refresco, voltea a ver mi taza de café, da un suspiro y me mira —. Adicta a la cafeína, igual que él, que irónico

—¿Él? —pregunto con demasiada intriga, sabía que no hablaba de mi padre, él odia la cafeína  

—Nadie, ignora lo que dije estoy delirando —se da la vuelta y da unos pasos para salir de la habitación

—Mamá

—¿Sí?

—Melanie va a dar una fiesta hoy en la noche y

—Solo no tomes mucho y cuídate, tampoco hagas algo que te vas a arrepentir después —me interrumpe

—Como cree que Marihan hará algo así, ella si quiere puede estar en un convento de monjas —dice Melanie con ironía

Mi mamá me mira de pies a cabeza y se tira una carcajada —Marihan monja—dice entre risas —. Ni va a durar un minuto en el convento

—¡Mamá! —exclamo

—Es la verdad hija mía, por cierto, si quieren pidan pizza para el almuerzo, hoy no tengo ganas de cocinar, ya saben dónde está mi tarjeta, cualquier cosa estaré descansando —ella sube las escaleras con cansancio, al perderla de vista las dos relajamos los hombros y tomamos un suspiro

—¿Profesor Luis?

—No digas nada, ella no sabe

—¿No sabe? Murió hace 4 años, ni muerto lo dejas en paz

—Es que no se me ocurrió otro nombre de un profesor que ella conozca

Fuimos a la sala de estar ella con un vaso de jugo y yo con mi taza de café, se nos pasó el tiempo hablando y ya era hora del almuerzo, como es de costumbre Melanie pide las pizzas mientas yo me sirvo otra taza de café, el repartidor no se tarda mucho y me tocó salir a la puerta de la casa para pagarle al repartidor, Melanie se lleva las dos cajas de pizza, una de jamón con extra queso y la otra es de pizza hawaiana, dejamos seis pedazos, tres de cada pizza a mi mamá y lo demás no lo subimos a mi habitación, le pasé avisando a su habitación que en la cocina estaba su comida y luego me dirigí con Melanie, donde ella estaba empezando a revisar que ropa usaremos en la noche.  Ella ya tenía mi ropa preparada, extendida en la cama, era unos jeans acampanados, con un crotop corinto, unos pequeños accesorios, al darme cuenta me empiezo a reír.

—¿Enserio? —digo entre risas

—Si, enserio

—Me conoces también

—Espera —se da la vuelta y saca una caja de tacones de su mochila —, Para ti

—¿Tacones?

—Ábrelos

Los abrí y me expresión de sorpresa se dibuja en mi rostro —TENIS —exclamo de la emoción

—¿Tú crees que te iba a obligar a usar tacones?

—Conociéndote, sé que lo pensaste

—Bueno sí

Comimos las porciones de pizza y nos empezamos a alistar, Melanie había escogido para su persona un vestido azul corinto, hasta las rodillas, tacones negros y accesorios que hacían juegos, su maquillaje más destacado que combinan, mi maquillaje es natural, con un delineado predominante. La fiesta era en CocoCabana, es una discoteca, los dueños son cubanos, la verdad jamás he entrado a esa disco, pero debe de ser lujosa para que Melanie la escogiera de tantas que hay en la zona.

—Invitaste a Steven

—Y tú a Josh

—Así es, aprovechando que está de vacaciones de medio año lo invité —dice retocándose su labial —, pero no va a poder asistir

—¿Por qué?

—Porque tiene que trabajar en una cafetería y no tiene mucho tiempo

—Que mal, él siempre tiene mucho que hacer

—Si, pero bueno, nos vamos porque no podemos llegar tarde —dice ella agarrando sus cosas

 

Nos despedimos de mi mamá y salimos en el carro directo a la disco.

Media hora de camino, al llegar la disco estaba llena de personas que Melanie había invitado y la mitad de las personas son colados a la fiesta. Desde primaria Melanie ha tenido buena reputación con las fiestas, desde el segundo año de la secundaria ella hacía de dos a tres fiestas por año, esas fiestas fueron de las mejores, y esta no queda atrás, como es de costumbre Melanie tiro la casa por la ventana.

—Mira, ahí está tu enamorado —dice señalando con los labios a dirección a una mesa donde se ubicaba Steven y su grupo de amigos

—No es mi enamorado, solo es Steven

—Si claro, y yo soy una alcohólica

—Creo que eso no está a discusión —digo dirigiendo mi mirado al trago que tiene en la mano

—Bueno pero

—Pero nada, no bebas tanto, las dos veces que has bebido tanto en este año se te ha pasado la mano




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