El creador de sonrisas.

El creador de sonrisas.

“Laugh Maker”
 


 

En el cuarto bañado de lágrimas, un golpe en la puerta sonó —Aún que no puedo ver a nadie con la cara así—...
—Oye, ¿Quién eres?Y¿Qué quieres?—dije con la voz quebradiza.
—No es un gran nombre pero me llaman Laugh Maker, te traje una sonrisa así que déjame entrar -Era un hombre con aspecto colorido pero poco formal; vestía un gorro gigante lleno de figuras de dulces y su traje estaba de diferentes colores (un gran parecido a el sombrero loco) sus ojos, tapados con una venda vieja y desgastada de un tono cremita, está misma hacia que su gran sonrisa se notará aún mas.
 


—¡¿Es una broma?! No recuerdo haber llamado a alguien así, ignorame y desaparece; si estás aquí—sollozo— yo no puedo llorar.

El pobre de él, se fue pero en un rato en aquel cuarto que ahora estaba inundado un golpe en la puerta sonó...

—¿Sigues aquí?—pregunté temeroso al saber la verdad—¿No te dije que desaparesieras? ¡Vete!
—Eres la primera persona que me dice eso—su gesto era tan desilucionado y decepcionado—estoy muy triste, mi único propósito en la vida es hacer feliz a los demás, si no lo puedo hacer... ¿Qué haré ahora?—pregunto temeroso, mientras se iba caminando hacia algún lugar

Un silencio oscuro surgió de las tinieblas nuevamente; la desesperación, el odio, la tristeza, el enojo y la depresión, volvieron y arrasaron con todo pequeño rastro de esperanza que quedaba en aquel ser humano, se sentó en posición fetal con los ojos hinchados por tanto llorar, luego sintió como la soledad la abrazaba y consolaba lentamente, cada que pasaba más el tiempo se iba "achicando" más y más —Ya no quiero estar así—pensé—Quiero vivir—traté de pararme sin que me cayera, —No me daré por vencida tan fácilmente- la espalda me pesaba y me sentía muy cansada, solo quería dormir...
—¡¿Qué debo hacer?!—grité con sollozos—creo que voy a llorar ¿¡Laugh Maker!?—grite desesperadamente, estaba hambrienta, llena de ganas de felicidad—¿Es una broma?
—¿De que sirve mi ayuda si te pones a llorar?—al fin respondió desde el otro lado de la puerta con un tanto de calma y decepción—Soy yo el que quiere llorar, “no recuerdo haber llamado a alguien como tú”—cito lo que ella había dicho hace unas horas.

Las voces de las dos personas se escucharon llorar eufóricamente a lo lejos; estaban rotas, desgastadas y con ganas de huir y acabar con todo; espalda con espalda y la puerta entre ellos, sus lamentos se mezclaron con hipo abrazando sus rodillas, estando uno pegado al otro, ambos cansados de haber llorado tanto... De haber sufrido todo este tiempo...

—¿Todavía pretendes hacerme reír?—dije con la voz entrecortada y lo más baja posible.
—Es la razón por la que vivo, sino te hago reir no podré ir a casa.

Todo se quedó mudo por un leve rato, no se escuchaba a ninguna persona sufriendo, solo era el simple y oscuro silencio.
—Creo que puedo dejarte entrar—al mencionar esas palabras Laugh Maker se sorprendió—pero hay un problema, la puerta no habré por tantas lágrima acumuladas.

El joven con sombrero alto abrió los ojos al oír tal cosa atroz, se paró para ayudar a empujar la puerta con todas sus fuerzas -Dí un "abrete sésamo" o algo por el estilo- sugirió el desesperado ser con sombrero; y después de ahí, de tanto esfuerzo por hacerla reír o hacerla ser feliz, se fue, huyó ante la pequeña barrera que los separaba, ante el primer obstáculo que los impedía estar juntos. Y así es la gente, al primer intento en dónde la vida se lo pone difícil, se rinden y se van, dejando así al otro acompañante —Que cobarde- suspiré, iba a llorar nuevamente o a enojarme, si, eso era, me iba a enojar, el sentimiento nació desde mi corazón y explotó en mi boca con tanto pudor y violencia pero antes con un poco de calma para comprobar si no seguía ahí y no hacer algo en lo que pronto me arrepentiría.

—Oye, ¿Laugh Maker, sigues aquí? ¿Qué sucede? No me digas que—fue ahí donde explote en emociones ardientes—¡¿Laugh Maker?! ¡No te burles! Ahora me dejas atrás, desapareciste y no te importe... Te fuiste en el momento en el que creía en tí—dije casi entre sollozos.

Quizás, solo quizás no me merecía esto; aquel sentimiento de ser "feliz", ¿Qué era felicidad? Hace mucho que no la probaba tan de cerca y tan pura, soy un desastre andante y nadie quería a alguien como yo; caminé hacia algún rincón de esa horrible habitación y me senté nuevamente; aquella esperanza que quedaba se esfumado en un solo parpadeó.

Solo esperaba a dormir y descansar en paz, tratar de no despertar para no sufrir más ni hacer sufrir a los demás...

>>¿Laugh Maker sigues aquí?—pregunté entre sollozos esperanzada aunque la respuesta era obvia, él ya se se había ido...

La habitación se fue poniendo oscura y temible a todo aquello que quisiera entrar, el clima era frío, tanto que te hacía temblar. A lo lejos el sonido de una ventana rompiéndose retumbó en el cuarto fuertemente, me pare y ví a una persona con un bate en la mano, trate de identificarlo, estaba completamente sorprendida, mis ojos se abrieron al compás de mi boca ¡Laugh Maker! Era él, en vivo y en directo, su rostro era compasivo y sonreía aún de haber pasado todo ese problema.

—¡Te he traído una sonrisa!—su rostro era alegre y con unos pequeños rastros de lágrimas, ya no tenía esa venda vieja- Es hora de irnos, ya no tengas miedo, mientras esté yo, nadie podrá hacerte daño, levanta ese rostro fino y sigue adelante.

Metio su frágil mano a aquel saco, agarro un espejo bastante colorido de su bolsillo y lo puso frente mío...
>>Tu rostro llorando aún puede sonreír...

Y realmente pude sonreír...
 


 

Nota de autor:
Si te gusto dale un voto, me ayudarías mucho y si tienes dudas, déjame las saber con mucho te las responderé.
Gracias por leerlo!
 


 



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En el texto hay: metaforas, lecciones de vida

Editado: 12.02.2020

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