~Derrik~
Con los primeros albores, fui a preparar el desayuno mientras mi esposa continuaba dormida. Si les soy honesto, aún me siento en una nube con mi inminente paternidad. No creí que fuese algo que sucediera tan pronto, pero soy muy feliz con ello. Aunque desearía que papá estuviese aquí para que conociera a mi hijo.
—Buenos días, Derrik —saludó Stephan, entrando en la cocina.
—Hola, ¿qué tal has dormido? ¿Ya están las camionetas listas para la salida de hoy? —pregunté, terminando de colocar la bandeja.
—Bien, todavía no, pero estarán preparadas en dos horas —respondió.
—Genial, nos vemos luego —dije, tomando la bandeja y subiendo las escaleras hacia mi dormitorio.
Hace unos días cumplió tres meses de embarazo y me ha dicho que no la voy a querer cuando pierda la figura. Pero se equivoca, porque la veo cada vez más hermosa. Embelesado por su belleza, dejé la bandeja del desayuno en la mesilla y me senté junto a ella en la cama. Le di un beso casto en sus finos labios, y ella comenzó a estirarse perezosamente, despertando.
—Buenos días, preciosa —dije, acariciando con suavidad su mejilla.
—Hola, ¿qué hora es? —respondió.
—Las nueve. He hecho el desayuno para los dos. ¿Tienes hambre? —contesté.
—Sí, mucha —respondió haciendo pucheros.
—Ven, siéntate, cogeré el desayuno. Hice pancakes con frutas del bosque, una jarra de zumo natural de naranja recién exprimido, dos cruasanes y mi café —dije, sentándome frente a ella.
—Gracias, amor. Huele delicioso —añadió con una amplia sonrisa.
—¿Cómo te sientes? —pregunté.
—Genial, lista para pasar el día junto a nuestros amigos —respondió.
~Alessandra~
Después de lo último acontecido en la habitación de mis hijas, hemos decidido una vez más reformar nuestra vivienda, motivo por el cual, temporalmente, viviremos en la casa del bosque junto a nuestras hijas.
Mientras Scott ha viajado a Rusia para reencontrarse con Eloy, la manada Colmillo Blanco ha decidido unirse a la nuestra hoy para disfrutar en familia todos juntos.
~Jessica~
Después de los últimos acontecimientos, las chicas y yo hemos decidido prepararles una sorpresa a nuestras respectivas parejas para que puedan desconectar. Así que hemos creado un grupo de WhatsApp entre nosotras para poder organizarnos mientras todos se reparten en las camionetas para la salida que han acordado ambas manadas hoy.
Con el sol en su cénit, llegamos al merendero en el parque estatal de Camden Hills. Mientras los más pequeños comenzaban a disfrutar de la naturaleza que nos rodeaba, nosotros sacamos unas mesas y la comida que trajimos para todo el día. Gracias a nuestro ingenio, conseguimos la ayuda de dos cómplices, por lo que no creo que seamos descubiertas.
···
~Grupo de WhatsApp~
—Mi madre dice que nos espera en la carretera —dijo Samantha.
—Envíanos la ubicación, no podemos irnos juntas o sospecharían —intervino Ada.
—¿Habéis pensado cómo distraer a los chicos? —preguntó Paula.
—Nana Rose se ha llevado a Connor —comentó Ashley.
—Mi padre le ha pedido a Matías que le ayude a dar de comer a mis hermanos —añadió Alessandra.
—Perfecto, Stephan está jugando con los niños. Ada, tú vendrás conmigo —respondí.
—Bien, pediré a nuestra Nana que distraiga a Derrik y te veo ahora —contestó Ada antes de que saliéramos todas de línea.
···
~Alessandra~
A horas vespertinas, habíamos terminado las compras y nos reuníamos en el aparcamiento del centro comercial con Sharon, la madre de Samantha. Antes de subir al coche, recibí un mensaje de mi padre en el que decía:
···
—Más pronto de lo esperado se dieron cuenta de vuestra ausencia, y no están para nada contentos.
—Estamos bien, pronto llegaremos a casa de Samantha. Les enviaremos un mensaje a cada uno en cuanto terminemos de vestirnos. Callum se ha ofrecido a llevarnos él mismo a la discoteca. Estamos en buenas manos —respondí.
—Perfecto, pequeña. Disfrutad de la noche y no hagáis nada que yo no haría 😈 —contestó mi padre.
—¡Papá! 😳 —exclamé.
—Ja, ja, ja, era broma. Te quiero, hija. Cuídense —respondió papá antes de salir de línea de WhatsApp.
···
—Los chicos se han dado cuenta de que nos hemos ido. Mi padre dice que se han molestado —dije a las chicas, guardando mi móvil.
—Vamos a escribirles entonces para que se preparen ellos también —intervino Ashley.
Después de las duchas, nos maquillamos las unas a las otras. Alrededor de las once de la noche, ya estábamos listas, cada una con un vestido perfecto para la ocasión. Jess llevaba un vestido ajustado de espalda abierta con tira cruzada fruncido, Samantha un vestido tubo ajustado con abertura fruncido, Paula un vestido ajustado con abertura y nudo delantero fruncido, Ada y Ashley llevaban vestidos con fruncido de cintura y abertura de un hombro, y yo un vestido ajustado con diseño fruncido de espalda abierta con cordón y manga farol.
—Samantha, papá las espera en el coche —intervino Sharon, irrumpiendo en la habitación.
—Gracias, mamá. Ya hemos terminado —respondió.
—Están espectaculares. Diviértanse esta noche —añadió Sharon, dándonos un beso a cada una mientras salíamos del dormitorio.
—¿Quién escribe a los chicos? —preguntó Jess.
—Ya le he dicho a Connor que pronto estaremos con ellos —intervino Ashley, subiendo a la camioneta de Callum.
Entrando en la discoteca ‘Flor de Loto’, todas las miradas se posaban sobre nosotras hasta que llegamos a la barra, donde nos esperaban nuestros maridos, quienes ya habían pedido por nosotras.
—Estás preciosa, amor —susurró Matías, atrayéndome a sus brazos y sosteniéndome por la cintura.
—Te sienta muy bien esa camisa —dije—. Creo que tendré que dejar en claro a muchas que eres un hombre casado —añadí, y Matías rompió a reír a carcajadas.
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Editado: 26.10.2024