La noche se abrigaba un aire lleno de peligro, de sangre y muerte. Pero para los habitantes, lo ignoraban, todos realizaban sus tareas como siempre. Los hombres regresaban a sus hogares mientras que otros salían a su bar de preferencia para pasar un buen rato con los amigos, y alguna otra mujer de la vida galante. Las calles empezaban a apagarse, besos apasionados que los amantes intentaban ocultar, los cuentos de las madres a sus hijos y alguna que otra maldición fueron callados por un sonido tan estrepitoso como letal.
Una luz roja emergía del hospital que estaba a unos kilómetros del pueblo. Varios gritos de mujeres emanaba hasta ese lugar, dando un escalofrió a los pueblos cercanos. Los hombres rápidamente fueron a ver si no había alguien vivo en el lugar.
Vaya error.
Una extraña criatura emergió de aquel desastre, de ese cielo rojo que los abuelos de los señores habían llamado "la noche del Demonio de ocho pies", una horrible criatura parecida a un demonio de ocho extremidades para poder comer ocho corazones y así satisfacer su hambruna que le fue conferida por el mismo Satanás.
Nadie podía ver como era su aspecto a mas detalle, solo miraban como la figura oscura corría hacia ellos en total silencio.
De los 20 hombres que llegaron a socorrer, solo 12 llegaron al pueblo, con heridas de rasguños en el pecho en la madrugada del 29 de septiembre.