6. Recuerdos perdidos

Dormí muy poco, me desperté alterada y temblando a causa de una extraña pesadilla, nuevamente el fuego se hacía presente en esta y, la mujer que soñé cuando todo comenzó estaba allí en medio del cuarto que ardía bajo las llamas. Su cabello rojizo se confundía fácilmente con el intenso fuego que poco a poco se apoderaba de la habitación. Por la ventana noté el crepúsculo caer sobre el internado, hermoso y nostálgico. Alexander no estaba, pero, dejó una nota donde decía que asistiría a clases nocturnas, junto a ella se encontraba una pila de libros, según él, interesantes ante el origen de los vampiros.

El que captó mi atención es titulado como "Evolución vampírica", lo he leído por más de una hora. Durante el siglo XVII en las afueras de París, Francia, una mujer embarazada dio a luz a una hermosa niña pelirroja, la niña nació muerta según la partera, no obstante, su pulso era débil y no comprendían el porqué, cuando la niña abrió sus ojos se dieron cuenta que no eran normales, observó a sus padres por primera vez y todo cambió para su familia.

Al ser lento sus latidos, su piel se debatía entre pigmentación grisácea pálida, sus ojos rojizos fueron cambiando conforme la niña crecía hasta obtener una tonalidad café, su cuerpo era helado. El crecimiento de la niña era más acelerado que el de sus hermanos mayores, tenía una comprensión y entendimiento de su entorno increíble, su madurez y capacidad para razonar con tan corta edad dejaba sorprendidos a los sacerdotes de la iglesia, al comienzo creían que era un milagro, un ser divino que había nacido de una mujer de clase baja. No obstante, la adoración de la joven fue decayendo conforme los años pasaban puesto a que, la belleza sobrenatural de la niña y sus atípicos colmillos, sumado a su fuerza y velocidad era algo que perturbaba a los humanos.

De un ángel enviado por Dios, pasó a ser un demonio para la iglesia.

Fue tan querida como odiada, hasta que la tragedia tocó la puerta de su casa. En su cumpleaños número dieciocho la joven de belleza sobrenatural había dejado su casa e ido al bosque a recoger flores, pero, fue sorprendida por cazadores los cuales le dispararon accidentalmente matando al ser sobrenatural.

Rápidamente la noticia corrió por el pueblo: la mujer más bella había muerto accidentalmente. Su cuerpo fue devuelto a sus padres, no obstante, el rostro de la joven de melena pelirroja, sorprendió a sus progenitores, una sonrisa serena se dibujaba en sus labios, parecía estar sumida en un sueño del cual pronto se despertaría. La vistieron con las mejores de sus ropas, su magnificencia creció conforme pasaban los segundos, y durante la misa velatoria algo extraño sucedió: su corazón volvió a bombear drásticamente, la herida curó mágicamente, movió un dedo para, posteriormente abrir sus ojos y sentarse en el ataúd desorientada. Los ojos de la joven brillaron, rojizos nuevamente, intensos y... hambrientos. Una media sonrisa se dibujó en sus labios antes de que la masacre comenzara.

Cegada por el hambre, caminó hasta su hermano mayor y prosiguió a clavar sus colmillos en el cuello del joven bebiendo sin control su sangre, no obstante, también le inyectó un letal veneno mezclado con su sangre capaz de convertirlo en un ser como ella. El veneno únicamente lo poseía esa mujer. La aldea entera fue masacrada, algunas personas al pasar los días despertaron siendo como ella, otros eran "diferentes", no toleraban la luz del sol. Conforme pasaba el tiempo fueron aprendiendo que necesitaban sangre para subsistir y, así mismo, no podían crear seres idénticos a la mujer.

A mitad de la lectura caí dormida con el libro aún en mis manos. La mujer tenía el poder de transformar a simples humanos en vampiros de sangre pura como ella inyectándoles veneno y mezclando su sangre con él, era algo que únicamente ella podía hacer, su sangre era especial. Al igual que la mía. Los vampiros puros únicamente poseen veneno en su colmillo y sus creaciones son defectuosas. Fue el único vampiro en toda la historia que nació de humanos, según este libro claro está, por lo poco que ojee, hay muchas versiones de su nacimiento.

En la nota de Alexander explicaba cuál era el uniforme diurno y cual el nocturno, era libre de escoger cualquiera de los dos. Termino de atar la corbata rojiza mientras mi cabeza divagaba en la historia de aquella mujer, la siento familiar, siento como si conociera la historia casi de memoria, esa y sus otras versiones. Tengo un extraño presentimiento sobre ella, algo no me cuadra, me gustaría seguir investigando sobre la mujer, sin embargo, no será posible, tengo muchas nuevas responsabilidades y preguntas que responder, tanto de Celeste, Sara como mi verdadera identidad.

Ahora estoy sentada frente a la directora del internado o mejor dicho la abuela de Xavier Wolf, Lisa.

No me acostumbro al uniforme, hace frio fuera y mis piernas tiemblan por culpa de la falda, aun llevando medias gruesas para abrigarme. El reglamento exigía a las mujeres llevar el cabello recogido, así como también prohibía cualquier tipo de modificación del uniforme, eran exigentes.

Estoy sentada intentando entrar en calor frente a Lisa, tras de la directora un gran ventanal deja entrar los leves rayos del sol mañaneros que se escapan entre las nubes, la vampira me sonríe con cariño y extiende un folio con mi nombre, dentro hay papeles. Sin decir ni una sola palabra me dispuse a leerlos uno por uno.

Son mis horarios y nuevamente, los reglamentos de la academia. Los horarios del día me gustaron puesto a que eran casi similares a mi antigua escuela, a partir de las ocho de la mañana comenzaban las clases, pero debíamos estar siete y cuarto formados recitando la oración a la bandera, las clases duran hasta las dos de la tarde, menos los jueves, días en los que tenemos un receso para comer desde las doce y media hasta la una y media, posteriormente deberíamos ir al gimnasio para las clases de educación física, las cuales durarían desde las dos de la tarde hasta las cuatro. No obstante, Lisa sacó un bolígrafo del bolsillo de su camisa y tachó con una X las actividades físicas, negando con la cabeza.