El despertar

2

Me siento aterrada, esta sensación de vacío en mi interior me consume poco a poco; miro el paisaje a través de la ventana. Todo el mundo parece tranquilo, pero yo estoy derrumbandome. Quiero gritar, llorar, decirle a chico que esta a mi lado que pare el auto y me dispare de una vez que acabe con mi sufrimiento, pero no puedo, una promesa me ata a la vida, una frase que hace mucho tenía un gran valor para mi me hace seguir ahora, lo he perdido todo y me siento vacía, como toda mi existencia.

El auto se detiene en un grifo a las afueras de la ciudad, es mi parada. Hasta aquí llegué con ellos dos. Bajo lentamente del auto azul, me acerco a la parte trasera de la maletera , esta sensación en mi pecho hace que mis manos tiemblen y mi cabeza de vueltas, quiero tirarme al piso y llorar como una niña pequeña que busca a su mamá pero soy terca y fuerte, he pasado tanto en mi vida que todo este asunto no es nada. Termino de sacar mi equipaje, cojo la maleta y me coloco la mochila en la espalda. Me acerco a la ventana del conductor, saco mi billetera y empiezo a contar el dinero, una mano me detiene. La mano de Fernando.

-Déjalo así, piensa que es tu cumpleaños y te estoy dando un paseo de regalo-dice mientras empuja la billetera hacia mi pecho- Feliz Cumpleaños, tesoro.

-Feliz cumpleaños, mi reina- dice Antonio- cuidate mucho, olvidalo todo y se libre

-Gra...gracias a los dos-mi voz suena como un susurro, quiero llorar, quiero...

-No llores, no enfrente de nosotros. Nuestra reina jamás llora en frente de sus súbditos. Ella es fuerte, ella es poderosa-habla Fernando justo antes de arrancar el auto y dejarme sola. Sola, aquella palabra me atormenta demasiado.

Me encamido hacia la tienda que esta justo detrás del grifo, en la puerta se encunetra un letrero escirto a mano que dice "Cuiado con la puerta, esta malograda" ¿Cómo es una puerta malograda? ¿Cómo se supone que voy a entrar sin romperla? Trato levemente de empujarla pero esta emite un sonido como un crujido, retiro mi mano rapidamente y decido usar a la vieja confiable: gritar "Buenas" hasta que alguien abra. 

-Buenaaaas, se encuentra alguien, Bueeenasss-empiezo a decir con voz fuerte- Buee...

-Si niña. ya te escuche-habla un señor dentro de la tienda- esperamé un segundo, voy a abrite-dice mientras me abre la puerta- ¿Qué cosa es lo que deseas?-dice mientras me mira de pies a cabeza

-Algo de comer-digo- cosas que esten enlatadas y mucha agua

-Bien, pasa-habla en hombre mientras abre la puerta 

Entro a lapequeña tienda y saco lo que necesito para sobrevivir: latas de atún, sopas instantáneas, galletas saladas y dulces, comida embolsada y muchas botellas con agua. El hombre me atiende, le pago por las cosas y salgo de la tienda. Ahora mi carga es mucho mas pesada, necesito un lugar donde pasar la noche o encontrar un bus que me lleva las afueras de la ciudad justo antes de llegar a la primera playa de la Quinta Av. 

Para mi buena suerte un auto se detiene frente al grifo, me acerco con cuidado hacia el. Dentro encuentro a una familia, una mujer con rostro amable y dos niños pequeños que duermen en la parte trasera del auto. Al llegar frente a ellos hablo con el hombre el cual al principio parecía negarse pero luego de oír mi historia de ser "abandona" por el bus cedió a llevarme. El camino fue acogedor, jugamos muchos juegos: simón dice, veo veo, si cantas pierdes, si te ries pierdes, etc; me dejaron unas cuadras antes de la plaza principal de la pequeña ciudad en donde estaba la primera playa, ahora solo tenía que caminar 3 km hasta llegar aquel lugar. Según Analise y su historia es la casa mas grande del pueblo, con unos tres pisos, de color verde y una puerta negra. Si llego a perderme solo tenía que preguntar por el "Museo de caridad". Al parecer las cosas no cambian en este lugar ya que a unos metros de la entrada principas encuentré un viejo letrero guía, un poco decolorado, en donde se muestran las "atracciones" del lugar. Memorizo las calles y empiezo a caminar hacia aquel museo. 

El sol hace que me suden las manos y las bolsas empiezan a resvalarse de ellas, he caminado al rededor de 10 minutos y no he visto mucha gente, uno que otro anciano en la puerta de sus casas, un pequeña e improvisada tienda en la esquina y un parque con pasto seco con un niño jugando. Este lugar es decrépito y triste al igual que mi corazón. Al doblar la esquina de la capilla encuentro a unos metros aquel "museo" no se ve nada acogerdor. Tiene una ventana rota y la puerta marcada con una especie de graffiti. Llego a la puerta agradecida de dejar las bolsas en el piso, saco la llave de Merly y abro la puerta; aunque no hay necesidad ya que esta se abre por si sola. 

Es de día, puedo ver que han saqueado este lugar, las paredes estan pintadas, huele a humo y en el piso encuentro muchas botellas vacías del alcohol. No puedo creer que haya llegado a esta posilga, dejo mis cosas en un sillón roto y empiezo a explorar. El primer piso debío de ser la recepción en la esquina izquierda se observa un espacio donde atendía la cajera, al fondo se mira un letrero empolvado, en el medio quedan rastros de objetos pesados que fueron robados, a la derecha un letro que indica la "sala prohibida" y los servicio higiénicos. La sala prohibida resulto ser un cuarto negro con pinturas extrañas y estantes vacíos. me acerco al baño rogando de que este tenga agua. 



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Editado: 31.03.2018

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