La noche era densa y cargada de secretos. Se hizo silencio, luego de ver a Ana salir tras la puerta principal, Orianny no se había movido. El mayordomo estaba preocupado por el invitado que fue despedido por la señorita sin siquiera compartir una taza de café. Sabía que su joven ama era bastante arrogante cuando se lo proponía, aunque era consciente de que en dos meses reflejaba pequeños cambios de comportamiento. No despertaba al mediodía, abrazó a su padre y compartió con su madre una conversación tranquila sin llegar a los gritos. Además, se estaba distanciando de su guardaespaldas como si tuviese miedo. Algo muy raro de ver.
Los pensamientos del mayordomo se rompieron cuando escuchó suspirar ruidosamente a la invitada. Este se dispuso a hacer que se fuera cuando ella le miro fijamente, una muñeca perturbadoramente aterradora frente a él. Solo se colocó de pie pero hizo que por su cuerpo corriera un escalofrío, comenzó a sentirse agobiado, un sudor frio corría por su espalda y empapaba su camisa. Creía ahogarse pero esa incomodidad desapareció de golpe cuando el sonido del celular llego a sus oídos, la chica dejó de mirarlo para tomar la llamada de mala gana. Y respiró, no se había dado cuenta de que contenía la respiración mientras le miraba.
— ¿Diga? — Respondió Orianny con molestia— estaba divirtiéndome en este momento. ¿Qué quieres Pol?
—No estás para divertirte, Ori— dijo con pereza al otro lado del teléfono. —He estado investigando por horas las anomalías del enlace temporal mientras asumo que estás hablando con esa chica. Tengo que reportar los avances a Michael.
Orianny sintió palidecer, si bien puede darse el lujo de perder el tiempo paseando en su tiempo libre y molestar a los demás como un pasatiempo, no podía hacer esperar a su para nada amigable líder. Decirle a su amigo que la misión había fallado porque la chica se había ido no era una opción que la favoreciera de ninguna manera, aparte de que había llegado tarde por darse una vuelta en la vereda del lago, un parque a las orillas de un enorme lago donde se dispuso a pasear una vez que llegó a su destino. El viaje desde el estado Mérida se le había hecho súper tedioso y no sentía ganas de comenzar su labor de inmediato.
—Estaba en eso precisamente— mintió —, pero la chica se sintió nerviosa con mi presencia. Se encerró en su habitación y no quiere salir.
El mayordomo ve a la chica comenzar a mentir, esta le miró y le pidió por señas que hiciera silencio. Esta se mordía las uñas mientras escuchaba atenta a lo que le decían.
—Espero que no sean solos excusas para no hacer tu trabajo— el ruido del tecleo debía escucharse a través del teléfono. — ¿Debería decirle a Michael que no hiciste tu trabajo?
— ¡No hagas eso! —Dijo nerviosa— vamos mantén esto en secreto. Ya me entenderé con él luego. — colgó.
Orianny se dirigió de nuevo al mayordomo que esperaba que esa llamada hiciera irse a la chica. Caso error, la chica solo no se fue si no que empezó a subir las escaleras.
— ¡No puede subir! —gritó.
—No se quede parado allí— dijo mientras volteaba a mirarlo claramente espantada. — Ese chico, el guardaespaldas. Esta arriba ¿cierto? Necesito hablar con él.
***
Pol miraba aburrido a la pantalla, su compañera le había dejado hablando solo. La seguía desde que tomó el auto hacia su destino, durante horas le perdió de vista y asumía erróneamente que había concretado con la chica del enlace temporal para ponerla a salvo, llevando a cabo la investigación. Que tonto de su parte. Tomó mucho esfuerzo colarse en las cámaras de seguridad de la casa Bompart, solo para encontrarse con la escena de la chica siendo llevada escaleras arriba por su guardaespaldas y luego ser dejada sola sin siquiera prestarle más atención. Dio un gran suspiro ante esto.
—Que mentirosa.
Siguió tecleando sin siquiera pestañear cuando rebobinando de nuevo la grabación de la cámara a la escena, se encontró con un rastro muy leve que había pasado imperceptible.
— ¿Qué es eso? — al acercarlo más lo distinguió como una señal de rastro mágico. Se limpia los ojos por si casualidad estuviese viendo algo distinto por permanecer demasiado tiempo en la computadora sin darse un descanso. Al confirmarlo congeló la imagen. El enlace temporal no debería dejar rastro porque no pertenecía a la ciencia manchada sino a energía pura y su compañera tenia dominio sobre la suya. Por lo que quedaban solo las variantes mayordomo - guardaespaldas.
¿Cómo reportaría eso? ¿Cómo una fuga mágica? No, estaría mal comparar eso con lo que ocurría en aquella discoteca que solo le daba más trabajo. Volvió a suspirar, era ridículo que todo el trabajo estuviese yendo por su cuenta mientras que la que se suponía era la encargada daba paseos debajo de enormes arboles y se deleitaba del canto de las gaviotas y el agua del lago chocar contra las piedras. Quería apagar la consola e irse a dormir. Ya se enfocaría en el problema de la fuga mágica y no tenia porque continuar con una misión que fracasó sin siquiera haber comenzado, nada podía ser peor. Cuando estaba por ponerse de pie una voz hizo eco en el lugar.
—Has descubierto algo bastante interesante— no quiso voltear, lo peor se volvió una catástrofe. Su líder Michael estaba parado detrás de él y por su voz baja no estaba de buenos amigos. El trabajo se volvía pesado con el pasar de los días, cubriéndonos hasta el cuello. Hablar con él nunca es pesado, claro eso cuando no está trabajando de esta manera, se toma todo al pie de la letra y busca la inmediatez para no divagar por las ramas.