El despertar de los Tevas

Capitulo 12: Muy lejos de ti.

Un tecleo incesante en un cuarto silencioso; hojas y libros desperdigados por el suelo, mesas y sobre teclados sin usar. Los números binarios y los códigos de fuentes se reflejan en sus lentes; ensimismada, sin pestañear, teniendo como prioridad solo lo que está frente a ella. Imágenes de satélites aparecen y desaparecen en segundos, la imagen de Geomar en la esquina superior derecha siendo escaneada miles de veces mientras es comparada en rostros de la calle, hospitales, compañías y un largo etcétera.

Unos pasos se escuchan detrás de ella, aun así no separa su mirada de los monitores. Las rodillas pegadas al pecho mientras un brazo los abraza, mientras la otra mueve el ratón sobre archivos con el nombre del guardaespaldas; investigaciones vagas de su persona, carpetas clasificadas bajo varias capas de seguridad cibernética. No le puede ser más extraño ¿Cómo una persona tendría tal nivel de protección? Ni siquiera el presidente del país ostenta tal cosa. Decodificarlos podría llevarle meses en el mejor de los casos y en el peor de lo casos años; tiempo no es preciso lo que sobra, traspasar capa tras capa evadiendo virus y muros no hacen más que hacerla suspirar.

— ¿Aun no encuentras a ese imbécil? — quien había entrado a la sala informática era Orianny, se había sentado a su lado o más bien estaba explayada en la silla. — Adela, es solo una pérdida de tiempo.

—Si fuera una pérdida de tiempo no estaríamos buscándolo— dijo con voz tranquila, apenas audible. — ¿Por qué estás aquí? Sé que Michael te dejó atrás porque así lo quisiste pero deberías ir con el capitán Arias y los demás en su búsqueda.

No respondió, por la forma en que escapaba de la mirada a través de los cristales estaba claro que fue obligada a quedarse. También, si no quiso ir al salto temporal a buscar a la chica mucho menos iría a buscar al chico. Adela no pudo evitar sonreír ante lo que estaba viendo, ambos equipos no podían llevarse peor; si no fuera por la amistad entre los capitanes ahora mismo estarían arrancándose la cabeza. Orianny tiene cero empatías con los demás y no puede culparla, no está en ella ser así. Además si alguien quisiera matarte estaría de acuerdo en no acercarse.

—Encontrar el recipiente de un dios— Adela hizo una pausa—, es increíble que algo como eso se escapara de nuestras redes ¿Cómo no nos dimos cuenta de ello cuando los Tevas están tan activos para obtenerlo?

Estaban tan concentrados en hallar la causa de las anomalías temporales, que creyendo encontrarla en la chica pasaron por alto que no era la portadora original. Acaso ¿hubo algún antecedente para que ocurriera tal traspaso? No es muy común que el “dios” quiera otro portador que no sea el que haya escogido de antemano. Son demasiado caprichosos, los textos antiguos dejan ver que una vez establecidos se vuelven renuentes a renunciar y si están “dispuestos” exigen un sacrificio acorde a cambio.

El primer dios, quien murió en estas tierras, la esencia misma de la magia. Se hizo uno con las leyes naturales escogiendo como un proceso simbólico a recipientes actos para sus dones; nadie sabe como es la elección ni quiénes son los bendecidos, solo se sabe que la intervención del hombre rompió con ese proceso manchándolo con la ciencia. El paso del tiempo ha borrado y acallado a los testigos de la manipulación de la magia ¿Cuántos fueron los sacrificados para lograrlo? ¿Qué habrán pasado esos conejillos de indias y cuantos en realidad han sobrevivido a ello? Los atrapados en una conquista mágica, secuestrados por la dicha de unos pocos y... una prueba viviente sentada junto a ella.

—Lamento que hayas pasado por ese momento— Orianny le mira. —El capitán Dele seguro que está de acuerdo conmigo con que es mejor que te quedes aquí.

—Ya pasó —se acomoda en su asiento mirando los monitores—. Mientras más rápido lo encuentren podremos dar por finalizada la misión.

—No será sencillo, los Tevas han de estar en un lugar protegido con magia o en algún lugar subterráneo donde las cámaras no llegan.

—Te ayudare con eso.

Orianny toma el ratón de su mano y ella emanaba una luz oscura, los monitores parpadearon cuando de pronto la imagen en pantalla cambio de las calles concurridas a islas y selvas. Adela analiza cada uno de los lugares mostrados, el análisis con el retrato se detuvo dando error con letras rojas y brillantes. Vegetación, murallas, gaviotas, pescadores, grupos de personas determinadas y pequeñas poblaciones en casas flotantes sobre el lago.

—Isla San Carlos— dijo Adele mientras tomaba uno de los papeles a su lado. —El escuadrón salía de una misión de allá por lo que este lugar queda descartado. Prevalecen los muros pero no sería un buen escondite para los Tevas.

— ¿Qué tal la isla de Toas o donde abundan los pájaros? —señalaba Orianny.

—Estuve monitoreando las islas cercanas y no hubo ni un pequeño atisbo de magia en ellas.

Los lugares se hicieron a un lado, ambas se quedaron pensado el paradero exacto del guardaespaldas. Debían darse prisa, los Tevas no son un grupo que pase mucho tiempo en un solo lugar. Una vez obtuvieran lo que buscan se moverían a otro lado del estado, a otro estado del país o peor saldrían de las fronteras a tierras extranjeras. Por una parte estaban seguras que mientras no se reportara el escuadrón del salto temporal, tienen la oportunidad de mantenerlos en su sitio hasta que tuvieran a la chica.

—Orianny, es aquí. —Señala a la vista semi - tropical frente a ella— Si los Tevas quieren alejarse de nosotros ¿Qué mejor que una selva?




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