El Despertar Z

CAPITULO 1: INICIO DE UN AMBIENTE DIFERENTE

*Obra protegida por Safe Creative, se prohíbe la comercialización textual o electrónica de este libro sin la autorización previa del autor. Cualquier violación a esto, se castiga legalmente No. de registro 1607278453898.

En un laboratorio muy alejado de la ciudad de Manizales, en el país de Colombia, se realizaban experimentos de cualquier tipo. En aquel lugar se escondían numerosos secretos que casi ninguna persona se atrevía a contar. Experimentaban con animales, cadáveres, plantas y hasta trataban de hacer combinaciones de especies y bacterias con el fin de hacer armas biológicas o hacer al hombre mucho más resistente.

Una tarde muy larga, pocos científicos estaban tratando con un extraño y potente virus llamado "EMILIUM", cuyas características eran totalmente extrañas y lo único que sabían de aquel virus es que podía propagarse a velocidades sorprendentes y con mucha facilidad lo cual preocupaba demasiado a los científicos y las medidas de seguridad eran altamente estrictas.

Faltando pocos minutos para iniciar el experimento, uno de los científicos recomendó que todos usaran un traje especial en caso de que algo saliera mal. El traje era amarillo y de plástico, en la nuca sobresalía una especie manguera negra bastante larga que se conectaba en el techo, por el cual pasaba el oxígeno y en la parte frontal un panel transparente para poder ver.

Iniciaron el experimento colocando el virus en un recipiente junto con células y glóbulos blancos, los científicos estaban desconcertados ya que el comportamiento del mismo era inusual; estaba pacifico, no atacaba a las células ni a los glóbulos blancos. Al pasar 7 segundos el glóbulo blanco atacó al virus atrapándolo totalmente en su interior. Los científicos creyeron que al parecer el virus no era tan peligroso después de todo, pero al cabo de un rato el glóbulo se desplazaba por todo el recipiente con aspecto inquieto. Los científicos intercambiaban sus miradas con gran confusión sin saber lo que estaba pasando. 3 minutos pasaron y el glóbulo exploto y de él salían un sin número de virus los cuales fueron directo a las células y se reproducían de una manera descomunal el recipiente se llenó en menos de 10 segundos.

—¡Jamás había visto un cuerpo actuar de esta manera! —Exclamó uno de ellos totalmente estupefacto —Hay que tener mucho cuidado con esta monstruosidad.

Al día siguiente propusieron hacer el mismo experimento pero esta vez con un cadáver. Células muertas, sin ningún tipo de anticuerpos. Inyectaron el virus y esta vez se comportó de una manera agresiva. Las células se las comían y explotaba dejando numerosos virus que atacaban a las demás células haciendo el mismo procedimiento. Se alojaban en el cerebro y lo que sucedió dejo atónitos a los que presenciaban aquel suceso. El cuerpo cobró vida y empezaba a sacudirse con fuerza y gruñía como si fuese un perro rabioso. Las personas que se encontraban allí actuaron con rapidez e intentaron amarrarle las extremidades fuertemente con correas pero uno de ellos sufrió una mordida en el antebrazo. El "cadáver" empezó a gritar y a moverse con brusquedad. Uno de ellos tomó un cuchillo y lo clavó justo en la frente del monstruo. Todos temblaban de miedo, nunca habían visto o presenciado tal evento terrorífico. El hombre que sufrió la mordida fue puesto en cuarentena y decidieron investigarlo y ver qué pasaba.

El tiempo pasaba y el hombre tenía un aspecto horrendo: tenía las venas brotadas y algunas era negras, los ojos eran rojos con la pupila dilatada, vomitaba sangre, en pocas ocasiones gruñía con debilidad pero también hablaba como una persona normal, temblaba demasiado y en contadas ocasiones trataba de rasguñar a las personas.

Pasada una semana tenía el aspecto de un muerto viviente: tenía mordidas en sus brazos, las piernas estaban en descomposición y gruñía con mucha fuerza. Uno de los científicos se ofreció para acercarse pero muchos científicos le decían que era muy peligroso, pero no hizo caso a las advertencias. Entro a la cámara de cuarentena y dijo:

—Hey amigo, tranquilo... Soy yo.

El ser grito con mucha fuerza y lo atacó, le mordió el cuello y empezó a devorarlo como loco. Le abrió el estómago con facilidad y empezó a comer sus intestinos. Había sangre por todos lados y todos los que estaban cerca corrieron asustados dejando la puerta abierta. Se había convertido en zombie y empezó a atacar a toda persona que se atravesara en su camino, poco después el que había muerto en la cámara de cuarentena se levantó atacando a todas las personas. El pánico se apodero de aquel lugar, las alarmas sonaron y la seguridad empezó a actuar, muchos zombies murieron pero habían suficientes para acabar con todas las personas de dicho laboratorio.

El caos fue grande y todos escaparon donde se encontraban. Iban directo a la civilización. El apocalipsis apenas estaba empezando.

Mi nombre es William, tengo 17 años y aquí comienza mi historia:

Era un día común y corriente. Mis padres trabajaban y yo me encontraba en mi casa viendo la televisión. Pasaba los canales para encontrar un programa bueno para ver y en una de ellas vi algo muy interesante. En las noticias estaban hablando de una tragedia que sucedió en un laboratorio que desconocía, hablaban sobre un experimento fallido y que todo había acabado en destrucción. Los militares estaban en todas partes y me llene de angustia al pensar que mis padres estaban allá afuera corriendo peligro. Me asomé a la ventana y vi varios autos militares pasando a gran velocidad. Era serio lo que estaba sucediendo. Iba a llamar a mi madre y mis padres llegaron del trabajo.



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En el texto hay: armas disparos explosiones peleas muertes heridos

Editado: 25.03.2018

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