Capítulo 5.5

Bajan a la sala en donde se encuentran la Señora Fernanda y el Señor Eduardo. Apenas pisaron el último escalón, ellos voltean su atención hacia Emma y luego hacia Arturo.

- Siéntate aquí querida ¿Cómo te sientes?- dice un poco preocupada Fernanda

- Ok, bastante bien- contesto ocultando lo que ha sucedido hace unos minutos arriba

- ¡Me alegro!- interviene el Señor Eduardo sonriendo mientras que Arturo se sentaba a su lado- Debemos hablar contigo de algo importante que probablemente, cambie tu manera de pensar Emma- continua un poco serio

- ¿Qué ocurre? Me está asustando Señor Eduardo, por favor hable de una vez- contesta Emma nerviosa

- Yo soy tu tía, la hermana de tu padre- responde sin más Fernanda haciendo que Emma se ponga pálida

- ¿Qué? Pero ¿Cómo puede...-la interrumpió Fernanda al ver los nervios de Emma- Shh… Tranquila, para que puedas comprender todo esto, debo contarte una historia-sonrió- esta comenzó, hace mucho tiempo atrás en Londres. Nació una niña en una cuna de oro llamada Charlotte, su familia era la más importante de aquel tiempo, por ello exigían que Charlotte debía estar a la altura y jamás cometer un error o de lo contrario tendría que pagar las consecuencias. Cuando Charlotte tenía 17 años sus padres le compraron un boleto para que viajara a España. Allí inicio a escribir sus historias, e incluso llego a publicarlas pero no con su nombre real, tuvo mucha fama. Así fue como descubrió en una de las bibliotecas que ella frecuentaba, un pergamino muy antiguo. Charlotte era muy curiosa y emprendió el viaje al lugar que señalaba el pergamino, lo que le impacto fue encontrar a un ser mágico encerrado en una jaula, a pesar de ello, pudo sacar al ser mágico con un poco de dificultad y este a cambio le dio el don de poder viajar en cualquier historia que deseará incluso vivir en ella y no envejecer. Además que pasaría su legado a cada persona que tenga la misma visión y corazón para escribir como ella. Pasaron los años y Charlotte fue famosa, sus padres al enterarse la ingresaron en un internado, a pesar de ello nunca dejó de escribir. Al pasar 2 años conoció a un hombre guapo e inteligente en el internado que iba de visita; decidieron escapar a España, allí residió ella hasta el día de su muerte escribiendo sus magníficas historias, tuvo tres hijos, Ivan, Eduardo y Fernanda. Charlotte murió a la edad de 102 años pero ninguno de sus hijos tuvo el don de ella - finalizó Fernanda

Emma estaba sorprendida, por todo lo que acaba de decirle Fernanda, eso quiere decir que Fernanda es hija de Charlotte la cual vendría siendo su abuela.

- Ok, esto parece una locura- afirma Emma no muy convencida

- ¿Quieres pruebas de lo que te acabo de decir?- dice Fernanda

- No estaría nada mal- concuerda con la pregunta de Fernanda

- Evan siempre carga consigo un reloj como este- señala el reloj que tiene ella- nunca se lo quita y algo muy interesante no giran las manillas, están paradas en el 12, otra cosa no le gusta que nadie se lo toque- finaliza Fernanda sonriendo, Emma se quedó con la boca abierta

- Oh! Ok, tienes razón pero ¿Qué tiene que ver todo eso conmigo?- dijo rápidamente Emma

- Muy sencillo, abriste un portal en el libro "Un Londres Perdido en el Tiempo" debes cerrarlo, regresando a la historia- responde seria Fernanda

- ¿Por qué?- susurra Emma

- Sino lo haces la historia y las personas que viven en ella pueden desaparecer, esto generaría la desaparición de sus descendientes en la actualidad- aclara Fernanda- por lo tanto deberás hacer el viaje con un acompañante, ya que no sabes defenderte por ti misma, mucho menos sabes cómo termina la historia, así que Arturo te va acompañar a pesar de no ser descendiente de la familia, él va a poder ingresar con un objeto que le daré- finaliza tocando la mejilla de Emma

- De acuerdo lo haré, ¿Cuándo nos vamos?- pregunta con valentía Emma sin analizar del todo la información que escucho hace un momento

- Ahora mismo- responde Eduardo poniéndose en pie con un toque oscuro en su mirada que capto Emma, luego desapareció así que no le tomo mucha importancia

- Pero antes deberás comer y cambiarte de ropa querida- señala Fernanda la vestimenta de Emma

- Ok, está bien tía- dice susurrando esto último

Fernanda se emocionó tanto que la abrazo con tanto cariño que Emma lloró un poco. Al pasar unos cuantos segundos se levantan y se dirigen a una habitación contigua al sótano. Habían muchos vestidos, accesorios todo lo referente de moda allí, de todas las épocas. Emma miraba todo contenta y sin poder creerlo, se acercó a un vestido muy elegante color azul, con unos pequeños detalles de la cintura para abajo, Fernanda busco unos zapatos y accesorios que combinaran con la prenda que ha elegido Emma. No pasaron ni dos minutos cuando Emma se lo probó junto a lo que Fernanda había buscado. Se mira en un espejo de pies a cabeza, le quedaba de maravilla. Fernanda la maquillo y peino un poco el cabello castaño de Emma, pasaron veinte minutos exactos y ya habían alistado todo e incluso comieron.