El destino de un personaje inédito

CAPÍTULO I

1|La verdad a medias que se esconde entre mil trescientas mentiras

"Hay cosas encerradas dentro de los muros, que si salieran pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."
-Federico García Lorca.

La lluvia caía a torrentes, empapándome completamente, mi vista estaba nublada parpadeé muchas veces y distinguí borrosamente algunas figuras  que se mueven de un lado a otro, mi cabeza dolía como el infierno, era un milagro que aun pudiera estar de pie intente llevar mi mano a mi cabeza para frotarme las sienes, pero sorprendentemente no podía moverme, todo mi cuerpo estaba entumecido, demasiado como para mover sólo un músculo sin soltar un quejido que seguramente sonaba al graznido de un pato,  literalmente. Todos los transeúntes se movían apresuradamente por las calles portando unos paraguas, entonces, ¿porqué yo no corría como ellos?, ¿que estaba mal conmigo?. No recuerdo haber disfrutado un día bajo la lluvia, papá siempre me lo había negado, aludiendo que enfermería, ahora el solo era pasado al igual qué muchos otros recuerdos de mi infancia.

Mire los alrededores, aunque mi visión no se había recuperado gracias a las gotas de agua que se deslizaban por mi frente divise a lo lejos una enorme rueda ya oxidada que crujía fuertemente cuando el viento azotaba sus soportes, solo había una rueda similar y reconocía esa estructura, me era difícil no olvidarlo por completo ya que la gran parte de mi vida se había perdido en ese lugar, para ser exactos perdí todo lo que faltaba perder, aquel lugar era el viejo parque de atracciones en que solía venir con mi hermano mayor Jasón, este lugar había pasado mas de 2 décadas abandonada nadie venia asta estos extremos ni por error y yo tampoco, no desde que lo perdí todo, no le encontré razón para hacerlo.
Jasón dijo que visitara ese lugar cuando me sentía triste, sola o simplemente los extrañaba y entonces ya no me sentiré así, que esa seria nuestra conexión, nuestro secreto.

Vaya mentira la suya, tenia muchas ganas de gritar un millón de maldiciones y todo tipo de blasfemias hacia su persona pero me contuve apenas clavándome las uñas a las palmas a tal punto de que mis nudillos sé tornaran blancos, ¿porque simplemente no me dijo que me dejaría sola para siempre y que sobreviviera al desastre que se avecinaba?, ¿porque eligió hacerme creer que todo estaba bien?. Si no fuera por el esto no terminaría así.

Tenia una pregunta clara y definida sin respuesta alguna todavía rondaba en mi cabeza, ¿como es que llegue a este lugar?, mis adoloridas piernas y un próximo casi ataque de asma me delataban de seguro había corrido un trecho muy largo, ¿la razón? pregúntaselo a quien lo sepa porqué ni yo tengo idea, de lo que si estoy segura es que me lo había prometido a mi misma mil veces no volver a hacerlo y al final del cuento lo hice.

El mareo se volvió insoportable pero a duras penas logre distinguir la silueta de una persona frente a mi gritando una sarta de sin sentidos no sabia si era hombre o mujer pero era extremadamente escandaloso que no me moleste en prestarle atención, sin embargo eso no impidió que pudiera oír algunas frases sueltas.

—Dovegher, por favor abre los ojos, todo, todo alrededor es una maldita mentira— la persona gesticulaba desesperadamente frente a mi, de seguro era un chico de mi edad por la voz grave con un toque suave e infantil, he de admitir que sonaba sexy ¿como se vería su rostro?, ¿quizá uno tallado los mismos dioses?, quien sabe. Estaba perdida en mi mundo de ensoñaciones cuando unas palabras me trajeron a la realidad como si me echaran un balde de agua helada encima— Incluso yo puedo ser una mentira— mis ojos se abrieron como platos con sorpresa, lamí mis labios resecos a pesar de la lluvia, intente decir algo pero no logre articular ningún sonido.

¿Qué?,esto es un sueño ¿cierto?, esto no podía estar pasando se sentía tan irreal y tan real al mismo tiempo, tenia un frio que me ponía la piel de gallina, el suave tacto de las gotas de agua perdiéndose en mi clavícula era tan sensitivo qué no podía diferenciar la realidad de los sueños y en el fondo deseaba son todo mi ser que todo de una pesadilla.

Otro de esos momentos de suplicio que pasaba cada noche, seguía debatiéndome entre dos posibilidades tan descabelladas. Pero había una cosa que no podía ignorar para siempre…ese chico tenia razón.

Básicamente crecí a base de mentiras y vivo de mentiras para sobrevivir en este mundo cruel. Unos dicen que vives pero te das cuenta que no es asi, de día las miradas cuestionan y de noche…los fantasmas acechan, cada uno de ellos te somete a una tortura, disfrutan verte suplicar tirada en un rincón sin fuerzas para mediar palabra, ellos se alimentan de tu dolor.

¿A eso se le llama vivir?.

Unos reclaman e incluso protestan cuando algo influye en sus vidas, cuando no tienen nada a lo que aferrarse se dan cuenta que ellos eran su soporte, alguien importante, los seres humanos somos hipócritas al extremo de estar ciegos y nunca abrir los ojos.

El valor de un objeto o una persona en tu vida depende de como lo mires, puede quizá un suéter ser mejor y mas valioso para ti que tu propio Smartphone, ¿porque?, es simple, el suéter te fue dado por una persona especial y lo otro solo lo compraste con fajos de billetes verdes nada del otro mundo, a veces los sentimientos pueden arrastrarte a la ruina o darte una felicidad inconmensurable, es como los juegos de azar, tu decides que carta poner después todo depende de tu suerte…y yo lo entendí muy tarde. Así ante solo la mención de la palabra "mentira" me desmorone por completo, odiaba que me dijeran mis verdades y me echarán a la cara mis errores, "todo el mundo comete errores", "de los errores se aprende" y bla bla, ¿donde quedo eso?, ¿es que solo aplica para personas especiales? o ¿sale en los libros de baratija?.

Muchos se preocupan sobra la situación de los niños desahuciados de África o sobre la hambre que ataca los diversos continentes del mundo, de hecho no esta mal que lo hagan pero ignoran al peor enemigo con que tienen que luchar sin descansar entre sus cuatro paredes, entonces al intentar luchar por otros terminan muriendo sin ningún tipo de honorarios. La vida es plan cosechas lo que siembras ¿y si simplemente no siembras y te pasas la vida a costa del trabajo de otros?, en el mundo esta frase ya no tiene ni un poquito de impacto y menos en las últimas 2 décadas del siglo XXI, ahora solo debes jugar unos roles y la partida es tuya, no importa cual sea el método para conseguirlo la cuestión es sólo cosechar…




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