Diana huye por un estrecho túnel subterráneo, escuchando los ecos de la lucha que quedó atrás. Cada paso es una mezcla de miedo y desesperación; Gabriel estaba en peligro, pero sabía que no podía volver. Mientras avanza, el túnel parece transformarse, las paredes se mueven como si estuvieran vivas, y sus pasos comienzan a resonar de manera antinatural, como si alguien o algo la estuviera siguiendo.
Finalmente, el túnel la lleva a un bosque oscuro, iluminado por una luna que parece más grande y brillante de lo normal. Diana no reconoce el lugar, pero algo en el aire se siente extraño, como si el tiempo en este lugar fluyera de manera diferente. Al inspeccionar el dispositivo que su versión futura le entregó, nota que los engranajes giran frenéticamente, emitiendo un leve zumbido.
De repente, una figura emerge de entre los árboles. Es el Vigilante, pero esta vez su presencia es más intensa. Su capucha oculta su rostro, pero su voz, grave y resonante, penetra el silencio.
-Has corrido lo suficiente, Diana. Este juego ha durado más de lo necesario.
Diana lo enfrenta, sosteniendo el dispositivo como si fuera un arma.
-¿Quién eres en realidad? ¿Qué quieres de mí?
El Vigilante da un paso adelante, y el tiempo a su alrededor parece ralentizarse. Las hojas que caen de los árboles quedan suspendidas en el aire, y el mundo se sumerge en un inquietante silencio.
-Soy el guardián de lo que nunca debió ser tocado. El diario no es un regalo, es una maldición. Y tú, como todos los demás, estás atrapada en su ciclo interminable.
Diana exige respuestas, pero el Vigilante no le da las que espera. En cambio, le muestra un fragmento del pasado: la primera vez que el diario fue utilizado. En la visión, un hombre con una extraña insignia en su chaqueta lo abre, y al instante, su rostro se distorsiona por el terror. El hombre es el Dr. Harker, y las palabras que lee en el diario comienzan a manifestarse en su entorno. Una explosión ocurre, y el laboratorio donde estaba trabajando se convierte en cenizas.
-El diario no solo predice, crea -explica el Vigilante, con un tono solemne-. Cada palabra escrita en él moldea el destino, pero también lo destruye.
Diana trata de procesar esta información, pero antes de que pueda reaccionar, la visión se desvanece, y el Vigilante le da una advertencia final.
-Tienes el dispositivo, pero no tienes el conocimiento para usarlo. Si sigues adelante, no solo pondrás en peligro tu vida, sino el equilibrio del tiempo mismo.
La figura desaparece, y Diana queda sola en el bosque. Decidida a encontrar respuestas, decide ir a una de las ubicaciones marcadas en el mapa que encontró en el apartamento de Gabriel: El Oráculo del Tiempo.
Diana llega a una vieja biblioteca subterránea, oculta bajo una iglesia en ruinas. El lugar está lleno de libros y documentos antiguos, todos relacionados con el tiempo y el diario. Allí encuentra a una mujer llamada Irene, una archivista que parece saber más de lo que dice.
-Te estaba esperando -le dice Irene, sin levantar la vista de un libro antiguo-. Sabía que tarde o temprano encontrarías este lugar.
Diana exige respuestas, y Irene, aunque reticente al principio, finalmente le revela que el diario fue creado como un experimento para controlar el tiempo, pero algo salió mal. Se suponía que sería una herramienta para prevenir catástrofes, pero en su lugar, comenzó a manipular a quienes lo usaban, atrapándolos en un ciclo sin fin.
-El diario es como un parásito -explica Irene-. Se alimenta de tus decisiones, tus miedos y tus deseos. Y cuando ya no tiene nada más que tomar, te deja vacío.
Irene también le advierte sobre el dispositivo que lleva.
-Ese artefacto es una llave, pero también es una prueba. Usarlo te llevará al núcleo del diario, donde podrás destruirlo o quedar atrapada para siempre. Pero no estás lista aún.
Antes de que puedan hablar más, un estruendo sacude la biblioteca. Un grupo de figuras encapuchadas irrumpe en el lugar, y Diana reconoce a uno de ellos: es el Dr. Harker, con una mirada decidida y peligrosa.
-Entreguen el dispositivo -ordena Harker, mientras Irene se coloca protectora frente a Diana.
Una persecución se desata por los pasillos laberínticos de la biblioteca. Irene guía a Diana hacia una salida secreta, pero no antes de entregarle un último fragmento de información: un nombre.
-Busca a Lucien, él es el único que puede ayudarte ahora.
El episodio termina con Diana escapando a través de un portal activado por el dispositivo, mientras las figuras encapuchadas derriban las puertas detrás de ella. En el último momento, Harker mira directamente a la cámara y dice, en un tono amenazante:
-El juego acaba de comenzar.
Editado: 06.01.2025