El Diario Asesino

E10: Las puertas del tiempo

El cielo sobre Diana y Gabriel se rompe como un espejo, dejando grietas luminosas que emiten destellos de energía. Diana no puede apartar los ojos del diario que Gabriel sostiene, el cual parece brillar con un poder inquietante. Pero lo que más la desconcierta es la expresión de Gabriel: fría, calculadora, completamente distinta al hombre que conocía.

-¿Qué significa esto? -pregunta Diana, su voz cargada de incredulidad y miedo.

Gabriel da un paso adelante, su tono es calmado pero cargado de una autoridad desconocida.

-Nunca fui el aliado que pensaste. Desde el principio, fui enviado a asegurarme de que cumplas tu papel en esta historia.

Diana retrocede, su mente trabaja frenéticamente para unir las piezas.

-¿Quién te envió? ¿El Vigilante? ¿Harker?

Gabriel sonríe con desdén.

-Ellos son meros jugadores en este tablero. El diario no pertenece a nadie, Diana. Pertenece a sí mismo. Y yo... soy su emisario.

En un instante, Gabriel alza el diario, y las grietas en el cielo se expanden, derramando una lluvia de partículas brillantes que se convierten en sombras a su alrededor. Las figuras sombrías que Diana vio en la ciudad desolada aparecen de nuevo, rodeándola.

-Este no es el destino que escogí -dice Diana, con voz temblorosa pero decidida.

Gabriel inclina la cabeza, como si evaluara sus palabras.

-El destino nunca fue tuyo para elegir.

La Revelación de Irene

Diana activa el dispositivo desesperadamente y logra abrir un pequeño portal. Antes de que las sombras puedan atraparla, salta al vacío. Aterriza en una oscura sala de piedra: es la biblioteca subterránea donde conoció a Irene.

La encuentra gravemente herida, oculta tras una pila de libros caídos. Irene apenas puede hablar, pero logra transmitir una verdad crucial antes de que sea demasiado tarde.

-Gabriel... no siempre fue así. El diario lo corrompió, lo convirtió en lo que es ahora. Pero hay una forma de liberarlo... -Irene toma la mano de Diana y le entrega un pequeño fragmento de papel arrancado del diario, con una frase escrita: "El emisario puede ser despojado, pero solo en el Nexo."

Antes de que Irene pueda explicar más, las sombras que la persiguieron empiezan a infiltrarse en la biblioteca. Diana no tiene tiempo para llorar su pérdida; promete hacer justicia por Irene y se prepara para enfrentar lo que venga.

El Camino al Nexo

El dispositivo proyecta una ruta hacia el Nexo del Tiempo, pero cada paso se siente más pesado. El tiempo comienza a desestabilizarse; Diana ve versiones pasadas de sí misma corriendo a su lado, repitiendo momentos traumáticos y decisiones cruciales.

Al borde del colapso emocional, Diana se encuentra con Lucien, aunque su forma es distinta. Ahora, su cuerpo es casi translúcido, como si existiera entre dos realidades.

-Sabía que volverías -dice Lucien, con una voz debilitada.

Diana le muestra el fragmento que Irene le dio.

-¿Qué significa esto? ¿Cómo puedo liberar a Gabriel?

Lucien mira el fragmento con un aire de tristeza.

-El Nexo es el único lugar donde puedes reescribir las reglas. Pero hacerlo requiere un sacrificio. No puedes simplemente destruir el diario, debes reemplazarlo.

Diana no entiende del todo.

-¿Reemplazarlo? ¿Con qué?

Lucien responde con un tono sombrío.

-Con tu propia historia.

El Nexo del Tiempo

Diana finalmente llega al Nexo, un lugar surrealista donde las líneas del tiempo convergen como hilos luminosos que giran alrededor de un núcleo brillante. Allí, encuentra a Gabriel, quien la esperaba. El diario flota frente a él, emitiendo un aura oscura que parece consumir el espacio a su alrededor.

-Sabía que vendrías -dice Gabriel, su voz más humana, aunque aún cargada de esa dualidad que lo atormenta.

Diana sostiene el fragmento en alto.

-Voy a liberarte. Esto no es lo que eres.

Gabriel se ríe, pero hay un rastro de tristeza en su mirada.

-¿Y qué pasará después? Si destruyes el diario, todo lo que hizo... todo lo que somos... desaparecerá.

Diana duda por un instante, pero recuerda las palabras de Irene y Lucien. Con valentía, confronta a Gabriel, intentando llegar a lo que queda de su verdadera esencia.

-No importa lo que cueste. Prefiero arriesgarlo todo a dejar que esto siga destruyéndonos.

La Decisión Final

Diana se acerca al núcleo del Nexo, sosteniendo el fragmento del diario. Gabriel intenta detenerla, pero sus movimientos se vuelven erráticos, como si algo dentro de él luchara contra su voluntad.

En el momento decisivo, Diana coloca el fragmento en el núcleo, y una explosión de luz envuelve el lugar. Todo se congela. Diana y Gabriel quedan suspendidos en un vacío blanco.

-¿Qué hiciste? -susurra Gabriel, su voz más débil, casi humana.

-Lo que tenía que hacer -responde Diana, con lágrimas en los ojos.

El episodio termina con la imagen de ambos enfrentándose en ese vacío, mientras la luz comienza a fracturarse, sugiriendo que el clímax de su historia está a punto de desatarse.




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