El vacío blanco comienza a oscilar, como si el tiempo mismo estuviera temblando. Diana y Gabriel flotan, inmóviles, rodeados por fragmentos de recuerdos, momentos de sus vidas que se proyectan a su alrededor como espejos rotos. Cada fragmento refleja decisiones tomadas, pero también aquellas que no ocurrieron.
Gabriel, ahora arrodillado y debilitado, observa a Diana con una mezcla de incredulidad y angustia.
-No entiendes lo que has hecho -murmura-. Has fracturado el tiempo.
Diana, con el fragmento del diario aún en su mano, mira a su alrededor. La energía del Nexo está cambiando, y cada cambio amenaza con consumirlos.
-Esto no se trata solo de nosotros, Gabriel. Se trata de detener este ciclo, de liberar al diario de su poder.
Gabriel intenta ponerse de pie, tambaleándose.
-El diario no quiere ser liberado. Quiere sobrevivir, y hará lo que sea necesario para protegerse.
De repente, una voz profunda y reverberante llena el vacío. Es fría, distante, pero cargada de una autoridad imposible de ignorar.
-El sacrificio está incompleto. Una vida debe ser ofrecida.
Ambos giran hacia el núcleo del Nexo, que ahora parece un ojo omnipresente, observándolos. Diana siente un escalofrío recorrer su cuerpo mientras la voz continúa.
-El diario siempre exige un guardián. Si no hay uno, el caos tomará su lugar.
El Dilema del Guardián
Diana comprende de inmediato el significado de las palabras: alguien debe tomar el lugar del diario, convertirse en su guardián para mantener el equilibrio del tiempo.
-No puede ser real... -murmura, mientras sus pensamientos giran frenéticamente.
Gabriel la interrumpe, su rostro ahora lleno de determinación.
-Déjame hacerlo. Esto fue culpa mía desde el principio. Permití que el diario me controlara. Tal vez, siendo su guardián, pueda redimirme.
Diana sacude la cabeza con vehemencia.
-No, Gabriel. Esto no es sobre redención. Si te conviertes en su guardián, perderás todo. Tu humanidad, tus recuerdos...
Gabriel sonríe débilmente.
-Quizás eso sea lo mejor.
La Intervención del Vigilante
Antes de que puedan tomar una decisión, una figura emerge de las sombras del vacío: el Vigilante. Pero esta vez, su presencia es diferente. Su capucha cae, revelando un rostro familiar... es Lucien.
Diana retrocede, atónita.
-¿Tú...? ¿Tú eras el Vigilante todo este tiempo?
Lucien asiente con pesar.
-Fui como Gabriel. Atrapado en el ciclo, obligado a proteger el diario. Pero cada vez que intenté romper el ciclo, el diario me devolvió aquí.
Gabriel lo enfrenta, su expresión endurecida.
-¿Entonces sabías que esto terminaría así? ¿Por qué no lo detuviste?
Lucien desvía la mirada.
-Porque el diario no puede ser destruido. Puede ser contenido, pero siempre encontrará una forma de volver.
Diana siente que el peso de la verdad la aplasta.
-Entonces, ¿esto nunca terminará?
Lucien da un paso adelante, con los ojos fijos en Diana.
-Hay una forma de romper el ciclo, pero es peligrosa. Requiere que el diario sea reescrito por completo. Cada palabra, cada profecía, borrada y reemplazada.
El Plan de Diana
Diana comprende lo que Lucien está diciendo.
-Si reescribo el diario, ¿eso significa que puedo cambiarlo todo? ¿Incluso nuestras vidas?
Lucien la mira con gravedad.
-Podrías intentarlo, pero el precio sería alto. El tiempo es como un río; puedes cambiar su curso, pero nunca sabes qué caos desatarás al hacerlo.
Gabriel se adelanta, colocando una mano en el hombro de Diana.
-No podemos arriesgarnos a más caos. Déjame ser el guardián. Es la única forma.
Diana lo mira fijamente, con lágrimas en los ojos.
-No voy a perderte. No otra vez.
La Decisión
Diana se acerca al núcleo del Nexo, sosteniendo tanto el fragmento del diario como el dispositivo que le entregó su versión futura. Comienza a escribir en el aire, utilizando las palabras del diario para intentar reescribir su historia.
Cada palabra que escribe desencadena una reacción en cadena. El vacío blanco se llena de colores caóticos, las líneas del tiempo comienzan a reestructurarse. Pero algo empieza a salir mal. Diana siente que su propia existencia comienza a desvanecerse, como si el diario estuviera absorbiéndola.
Gabriel grita su nombre y corre hacia ella, pero Lucien lo detiene.
-No puedes interferir. Esto es su decisión.
Diana sigue escribiendo, luchando contra el dolor que recorre su cuerpo. Con cada palabra, recuerda los sacrificios, las pérdidas, y finalmente, escribe una última línea: "El diario debe desaparecer para siempre."
El Nexo se sacude violentamente. Gabriel, Lucien y Diana son arrastrados por la explosión de luz.
El Desenlace Temporal
Cuando todo se calma, Diana despierta en su apartamento, pero algo es diferente. El diario ya no está, y el dispositivo en su mano ha dejado de funcionar. Su mundo parece intacto, pero hay un extraño vacío en su memoria.
Golpes en la puerta interrumpen su confusión. Cuando abre, ve a Gabriel, pero este no parece reconocerla.
-Disculpa, creo que tengo el apartamento equivocado -dice, antes de alejarse.
Diana lo observa partir, con una mezcla de alivio y tristeza. El diario se ha ido, pero también lo que los conectaba.
El episodio termina con Diana mirando el horizonte desde su ventana, mientras una sombra familiar, la de Lucien, la observa desde lejos, con una última advertencia:
-El tiempo puede sanar, pero nunca olvida.
El costo de la decisión de Diana comienza a manifestarse en maneras que nadie podría prever.
Editado: 06.01.2025