E16: El corazón del Diario

La oscuridad se disipa lentamente, revelando a Gabriel todavía con la mano extendida hacia el núcleo del diario. El lugar está al borde del colapso: los engranajes giran fuera de control, las palabras flotantes se desgarran unas a otras, y Diana grita mientras la energía que la rodea intenta consumirla. Gabriel, aferrado a su decisión, grita:

-¡No dejaré que te quedes aquí, Diana!

El diario comienza a pulsar con una luz cegadora, y la voz del Vigilante resuena en todo el lugar, como si proviniera del mismo núcleo:

-Si destruyes el núcleo, destruirás su conexión contigo. ¿Estás dispuesto a pagar ese precio?

Gabriel, con lágrimas corriendo por su rostro, responde sin dudar:

-Diana merece vivir, aunque sea sin mí.

Cuando se prepara para dar el golpe final al núcleo, Diana, recuperando algo de su conciencia, grita desesperada:

-¡No! Gabriel, hay otra manera.

La energía que la rodea parece debilitarse momentáneamente, permitiéndole hablar con claridad.

-El núcleo necesita a alguien conectado con el tiempo para permanecer estable. Si tomo el control, puedo contenerlo... pero no puedo salir.

Gabriel, horrorizado, niega con la cabeza.

-No voy a perderte otra vez.

Lucien, que observa desde un borde cercano, interviene con urgencia:

-Ella tiene razón. Si el núcleo se destruye sin control, toda la estructura del tiempo colapsará. Pero si Diana se une a él, puede estabilizarlo, al menos por ahora.

Gabriel da un paso hacia ella, sosteniéndola entre sus manos.

-Debe haber otra manera.

Diana lo mira con una mezcla de amor y tristeza.

-Siempre hay un precio, Gabriel. Tú me enseñaste que las decisiones difíciles son las que realmente importan.

Antes de que él pueda protestar, Diana coloca una mano sobre el diario, que responde inmediatamente a su toque. La energía que la rodea cambia, tornándose más estable, pero su cuerpo comienza a desvanecerse lentamente, como si se fusionara con el núcleo.

-No te olvides de mí, -susurra Diana, mientras su figura se pierde en la luz.

Gabriel cae de rodillas, incapaz de contener el dolor. Pero antes de que el lugar colapse completamente, el diario proyecta una última visión: una versión futura de Diana, caminando entre la gente, viva, pero diferente.

Lucien lo agarra del brazo y lo arrastra hacia un portal que aparece al borde del caos.

-Debemos irnos. Ella nos ha dado tiempo, pero este lugar ya no es seguro.

Ambos saltan al portal justo antes de que el núcleo explote en una explosión de luz y oscuridad.

Gabriel despierta en un lugar familiar: la ciudad en su estado original, vibrante y llena de vida. Pero algo es diferente. Las personas que pasan a su lado no parecen reconocerlo, y las marcas del diario que llevaba consigo han desaparecido. Mira el reloj en su muñeca, ahora roto, marcando las 12:01, una hora que nunca se moverá.

Lucien está junto a él, observando el horizonte.

-El tiempo se ha restablecido... por ahora. Pero las grietas permanecen.

Gabriel lo mira con furia contenida.

-¿Dónde está Diana? ¿Qué le pasó?

Lucien suspira.

-Ella es parte del núcleo ahora. No está aquí, pero tampoco está perdida.

Gabriel aprieta los puños, mirando al cielo como si buscara respuestas.

-No me voy a detener hasta encontrarla.

Lucien le entrega un pequeño dispositivo que emite un tenue resplandor.

-Esto es lo último que queda del diario. Contiene rastros de su energía. Si ella encuentra una forma de regresar, esto reaccionará.

Gabriel lo toma, decidido.

-Ella regresará. Lo sé.

Lucien asiente, pero su expresión es sombría.

-Pero la pregunta es... ¿a qué precio?

Mientras Gabriel se aleja, el dispositivo comienza a vibrar ligeramente, emitiendo un tenue pulso que parece seguir el ritmo de un corazón. El episodio termina con un plano del horizonte, donde una figura borrosa, parecida a Diana, aparece por un breve instante antes de desvanecerse, dejando una sensación de esperanza y misterio.