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Querido Diario:

No he querido hablar con Lucas desde hace días. La verdad que me está cansando su actitud. Sin embargo, él no ha dejado de llamarme, mandarme mensajes y trata de hablar conmigo en clases y rescesos, pero siempre a escondidas de los demás. De verdad que ya no sé qué más hacer con él. Lo amo, pero su actitud me molesta. Siempre soñé que él sentía lo mismo por mí, pero nunca imaginé que sería de esta manera tan fea. Con decirte diario que ayer falté a la universidad porque me sentía muy mal del estómago. Entonces como a las tres de la tarde; yo estaba acostada en mi cama viendo hacia el techo y pensando en Lucas de cómo va a terminar las cosas entre nosotros, cuando de repente escuché que tocaban mi ventana.

Era él, y me alarmé. Entonces me acerqué y le abrí la ventana. Le pregunté qué hacía aquí y él me respondió que me extrañaba. Me preguntó que por qué no había ido a estudiar y yo le dije que me sentía mal. Rápidamente entró a mi habitación y empezó a comportarse preocupado por mí. Me empezaba a ver si no tenía fiebre, si había tomado mis pastillas, si había comido algo y demás. Jamás lo había visto así; le dije que ya me sentía bien y que no se preocupara. Me senté en mi cama y él también lo hizo. Me miraba con la mirada más tierna que podía haber y empezó a colocar un mechón de mi cara detrás de mi oreja, luego se acercó a mí y me besó con un corto beso tierno en la mejilla. Seguido de eso me abrazó haciendo que yo quedara en su hombro acostada.

 Yo le pregunté el porqué hacía todo esto si antes me trataba mal y ni me ponía atención. Él me respondió que antes no se daba cuenta de la belleza que tengo y de cómo era mi forma de ser, que él era un tonto por tratarme mal. Luego le pregunté por su indiferencia, ¿Qué era lo que quería? Entonces él respondió algo que jamás olvidaré: "Porque tengo miedo de no ser la persona correcta para ti y yo te quiero para mí, pero no me merezco tal lugar por cómo he sido contigo".  Realmente fue tan hermoso lo que me dijo. Entonces lo vi y lo besé. En ese beso pude sentir su amor hacia mí.

Te escribe, la enloquecida Diana.

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Al leer eso; me sentí un poco mal, pero a la vez sonreí porque desde ese momento ya empezaba a sentir esto tan fuerte que siento por ella. Diana había cambiado mi vida para siempre y lamento que todo haya terminado mal. Realmente la extrañaba mucho.

Eran como las nueve de la mañana del día domingo y no podía estar más sin Diana; así que fui a buscarla a su casa. Tenía que buscar la forma de convencerla de que la amo con todo mi corazón.

“Lucas tengo que contarte algo, así que iré a tu casa como a la una”.

¿Qué será lo que me quiere decir Samuel? Pero no pienso nada más. Solo le escribo que está bien, que yo lo espero; solo que iré a hacer unos mandados antes. Entonces me dirijo a casa de Diana; cuando de repente me encuentro con la que menos quiero ver; la chica que hizo sufrir a mi hermano volvió a aparecer,

—Oh, hasta que al fin te veo de nuevo —me dice cínica.

 —Sí, ahora ya me voy —le digo serio. Ella me detiene.

—¿A dónde vas, cariño? —me pregunta coqueteándome.

—Antes que nada; no me llames cariño y segundo; no sé cómo tienes el descaro de ir a mi casa y vernos la cara de tontos a mí y a mi hermano; ¿no te quedó claro que ninguno de los dos te quiere ver? —le digo seriamente.

—¿Todavía me guardan rencor?  —pregunta todavía.

—Tú sabes perfectamente lo que hiciste así que dejanos en paz —le respondo y ella se pone nerviosa y no entiendo por qué.

—Quizás no me creas, pero hay alguien más que te está viendo la cara, tienes que tener cuidado con quien te juntas —me dice apenas.

 —No puedo creer que sigas inventando historias solo para que te perdone —le comenté serio.

—Tú no sabes lo mucho que me hizo daño Juan cuando yo lo amaba y no te hagas el santo porque tú también eres un mujeriego y ahora también se están vengando de ti y no te das cuenta —me empieza a decir y yo me sentí un poco mal porque me recordó a Diana.

—Pero sabes perfectamente que te pareces igual a él o incluso peor porque te acostaste con su hermano y no tienes que venir a decirme lo que soy e inventar cuentos baratos —le digo y ella me ve con tristeza. Comenzó a llorar, era algo que jamás había visto en ella.

—Yo era una chica invisible, nadie se fijaba en mí y cuando conocí a Juan lo empecé a amar en secreto; creí que él nunca se daría cuenta de mi existencia y de repente de la nada me empezó a hablar; comenzamos a tener más contacto hasta que él empezó a decirme que yo le gustaba, pero nunca me imaginé que él lo hacía por una apuesta y él solo jugó con mi corazón y sé que tú también lo hiciste con Diana y no debería estar diciéndote lo de la venganza, pero es tan fuerte; incluso más de lo que hice con ustedes  —eso me hace sentir la peor persona del mundo y también me estoy comenzando a sentir nervioso porque ella sabe lo que pasó con la chica que amo; también que me diga esas cosas.

—Definitivamente él y yo fuimos las peores personas del mundo, pero lo estamos pagando caro; pero tampoco es para que me digas mentiras —le confieso. Y ella me ve confundida.

—¿Por qué dices que estás pagando caro? —me pregunta.

—Porque terminamos enamorados de la mujer que le hicimos daño —le respondo y ella me vio sorprendida.