El diario de los susurros

Capítulo 5: Una historia y un guía

La muchacha se quedó completamente perpleja, realmente no se había esperado eso. Miró a su madre, esperando que le diera una explicación que complementara la de su padre. Inhaló profundamente y comenzó a hablar.

<<Hace muchísimos años, un ángel caminaba sobre un tejado con mucha tranquilidad, saltando de techo en techo. Era de noche y pensaba que nadie podía verla. Con sus alas desplegadas podía ser aún más ágil, con pequeños aleteos lograba saltar más alto.

En su cabeza solo había un problema, un tonto humano había descubierto su secreto por inconsciencia suya.

Podía haber dejado de visitarlo, pero no lo hacía y no sabía por qué. Sabía que necesitaba dejar de hacerlo, pero realmente no quería. Esa noche como todas las noches desde hace una semana iba a verlo. Hablaban de la vida del otro, de su mundo, como sus padres habían huído hace centenares de la guerra. Él le contaba de los últimos libros que había leído y de las aventuras que tenían sus amigos en el colegio.

La vida de los humanos era interesante y simple, a pesar de su debilidad ellos lograron sobrevivir varios milenios como raza, aunque su longevidad era muy pequeña.

Esa noche llegó mucho más temprano que de costumbre, se asomó por la ventana silenciosamente, al llegar se encontró con el muchach sin remera y con el pelo mojado.

—Okey, serás cortéz, la halagaras con sutileza y la invitaras a salir. No te tenes que olvidar las palabras, tonto. —Apoyó la cabeza contra el espejo mientrs suspiraba—. ¿A quién quiero engañar? Me olvido de mi nombre cada ves que la veo, no puedo parar de balbucear, soy patético.

Vio como hacia el ademán de voltear y se agachó, su corazón latía rápidamente. Entonces lo supo, supo que ese muchacho era más bonito de lo que pensaba, así que se esforzó por hacerse su amiga y muy lentamente, con el paso del tiempo, se hicieron amigos y se casaron. Unos años después ella cayó embarazada.

Pero algo preocupaba al ángel, que su esposo no pudiera ver crecre a su hija, ya que los ángeles crecen atravez de los milenios. Así que resolvieron que su amor se volviera su protegido, mientras ella siga viva él vivirá. Esa era la solución para que su amor sea eterno, y así lo fue por cientos de años.>>

Belén trató de concentrarse, era mucha información de golpe, su pecho dolía. Los miró a los dos, como desconociendolos.

— ¿No están insinuando lo que me parece que están insinuando? —preguntó.

La madre de Belén ordenó sus pensamientos, seleccionó con cuidado sus palabras, pero sabía que no tenía manera de decirlo. Así que decidió concederle la palabra a su esposo, él era mejor con las palabras, a ella se le daban mejor las acciones.

—Vos sos un híbrido humano-ángel hijita —le explicó su padre—. Cuando te utilizaron como experimento tu cuerpo resistió todo porque tu lado humano le cedió el lado a tu lado demonio.

 

Belén terminó de explicarle lo sucedido a Josefina, quién tenía la misma cara que de seguro ella puso cuando sus padres le contaron la verdad, no la culpaba. Ni siquiera ella misma había terminado de digerir la noticia.

—Okey... esto me sorprende —dijo la náyade tratando de disimular su rostro, pero no podía hacerlo.

—Supongo que ahora te das una idea de por dónde irá mi historia —habló Ainara con una sonrisa bastante triste.

~Y~

Los presentes se encontraban en completo silencio, pensando cada paso que debían tomar de ahora en más, estaban en serios aprietos, no habían conciderado que los dos estén cerca.

— ¿Despertamos al resto para contarle que Marcos está acá? —prorpuso el ángel.0

—No— dijo Lilim mirando la pared color manteca con suma concentración, todos posaron su mirada en ella—. Ese no es el problema, ahora necesitamos pensar en como encontrarlos.

Uriel se quedó callado con los ojos cerrdos, algo le decía que la respuesta estaba debajo de sus narices. Por el lazo que copartía con Candy y Marcos sabía que debía de confiar en ese instinto...

— ¡El hermano-instinto de Marcos! —exclamó el chico espada.

— ¿Qué? —preguntaron el resto volteando para ver al peliplatinado.

—Marcos siempre decía que tenía un hermano instinto que le decía como andaban las cosas. Aunque de seguro no sea solo instinto y sea el intento de su alma de juntar ambos cuerpos, pero quizás el sirva como una especie de rastrador —comentó Uriel pensando en voz alta.

—Está bien, suena lógico —dijo Lilim pensativa—. Pero realmente no sé mucho de un alma en dos cuerpos, sé más de un cuerpo con dos almas o más. Cande, ¿sabes algo?

—Hm... No mucho, el que más sabe es nuestro abuelo, pero quizás el tío sepa algo —murmuró la guardiana del diario pensativa—. Marcos.

El nombrado dejó de saltar, se sentó y le otorgó una sonrisa tan privada de cordura que, muy en el fondo, le dolió a todos los presentes. Gabriel lo miraba, no veía a ese niño cascarrabias, inteligente y tranquilo. Ahora sabía que esa inocencia que llevaban mucho de los humanos se había perdido por completo, seguramente sufrió tortura, pero no sabía de que tipo y eso le generaba impotencia, no podía remediar el dolor que sentía. 




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