Mi casa como océano profundo es,
cada vez que me sumerjo, me ahogo, solamente al querer estar ahí,
no tengo pesas,
no tengo cadenas.
La sala mi barco es, mi habitación… no es ni siquiera una flota, a cocina es zona de batalla naval y en el baño… Mis lágrimas es el lago, mis penas solitarias están, mi ira fue lanzada lejos en ese lugar.
Voces de personas oigo, pero al querer escuchar, me quedo sin aliento.
Prometen salvación, pero yo ya no tengo solución.
Señales de humo salen de mi boca, esa es mi continua salvación.
Señales que meses no se aparecían, que, únicamente aparecieron para romper promesas que algún día fueron pactadas.
Pulmones de humo son, faltantes de aire que buscan redención.
Mi constante salvación, es mi constante perdición.