30 de septiembre, 1990.
Querido diario: Hoy, apenas despertar, mis padres siguen peleando, mi papá la quiere golpear, y también a mi perrita, que no tiene ni el año! Pero yo siempre escuché que lo que no acaba se pone peor con el tiempo, prácticamente ya no le tengo miedo, de tanto que ha hecho y dicho, no le tengo, ya no le tengo miedo, ya no, a fin de cuentas se que puedo denunciarlo, o incluso llamar a la policía, aprovechando que ya tengo teléfono, pero que más da, lo mejor para alguien que ha hecho tanto mal a su propia familia es que ellos lo maten. Bueno, y todo esto comenzó hace unos meses...
Esto fue a inicios de año, cuando mi papá dijo que ya no volvería a tomar, todo iba bien, demasiado bien con el alcohol, hasta que hace tres días lo volvió a hacer, lo hizo, y ya no hay vuelta atrás, ahora todo está sospechosamente silencioso, así que, creo que pararé aquí para ir a ver qué carajo paso.
Hasta pronto, Jennifer.