Sentirse usado

El mundo entero está compuesto por mezclas dentro de otras mezclas de grupos con diferentes estilos de vida, diferentes gustos, anhelos, pasiones, aficiones, y personalidad en sí. Existen personas en el mundo con una personalidad tan complicada, tan compleja, tan cambiante, tan volátil que muchas veces consiguen caerles mal a las personas que conviven con ellas a su alrededor. En tu vida, en tu día a día es muy probable que te topes con estas personas, quizás te agraden, quizás no tanto, todo dependerá del punto de vista de cada persona.

Quiero compartir que en la mayoría de los casos, estas personas no actúan así por decisión propia, creo que se sobreentiende, es su personalidad, la ley de interacción y comportamiento que reside en ellos tanto como la materia que nos forma, adherida a ellas, imposible de disociar. A estas personas se les suma una dificultad más de las que en sí ya les aportó nuestra querida madre suprema que llamamos “vida”, porque están obligados a irse a dormir esta noche con un “sí” en su mente y a despertar el día de mañana con un “no” gritando presente. Si te sientes identificado quizás pueda asumir que eres una persona indecisa, o quizás estás o has trabajado para dejar de serlo; puedo decir que eres una persona muy introvertida, pero que también siente que es algo extrovertido, pero aunque así sea, jamás alcanzará la fuerza que tiene tu lado introvertido; quizás pueda decir que eres inteligente; quizás pueda decir que te molesta mucho el ruido que proviene de fuentes distintas a las de la propia naturaleza; quizás pueda decir que a la mitad de la noche mil un preguntas cargadas de montones de dudas te abordan a la mitad de la noche, obligándote a reflexionar, a sonreír o a llorar con seguridad; tal vez pueda decir que en medio de una reunión que no te agrada siempre te vas a alejar lentamente; tal vez pueda decir que hablas solo y que la gente te mira extraño; quizás pueda decir que muy continuamente te pierdes en tus pensamientos; quizás pueda decir que de la nada tu inmensa felicidad se viene abajo sin que logres descubrir el por qué; y quizás pueda decir que eres una persona que perdona, pero que jamás olvida, que para que algo se te vaya de la mente, está cabrón, bien cabrón.   

Ahora voy a darme paso a explicar el por qué del título. Este tipo de personas, me incluyo, perdonan, perdonan una y cuantas veces imagines, porque no son capaces de guardar rencor, porque yo confieso que lo he intentado, y más de una vez, pero jamás he podido, porque simplemente es algo que mi mente y corazón no quieren albergar, sino darle prioridad a lo que realmente es importante. Entonces, yo perdono, pero jamás olvido. Estoy pasando por una experiencia algo triste, por lo cual escribo esto, porque quizás alguien que lea esto está pasando por la misma situación y no sepa qué hacer. Trataré de dar mi opinión, aunque para ser honesto, aún sigo algo indeciso en cuanto qué hacer.  

Tú como amigo, intentas ser el mejor de todos, ser el buena onda, el relajado; el problema viene cuando por estar poniendo tanta atención en ello, no te das cuenta de que tus intenciones pueden alterarse en el transcurso de llegada a su destino. Cuando aprecias a una persona, el corazón maneja la situación, y no porque así se haya decidido, sino porque la fuerza del corazón es más fuerte que la de la razón, y ese aprecio, termina opacando, cegando lo racional, y por más que la gente te lo diga, tú no vas a creer nada hasta que un evento ataque directamente ese aprecio, debilite esa fuerza y entonces tú puedas ver y tomar en consideración, la postura de la razón. La vida es muy injusta en el momento inadecuado sí, pero también es justa en el momento inadecuado. Un evento me golpeó, con toda la fuerza que le antecede, con el poder que ha estado acumulando durante años. Ese hecho fue como un disparo a mi frente mientras me movía, un impacto de bala que detuvo mi avance y me obligó a caer al suelo de un solo sopetón, para que yo pudiera ver lo más de cerca posible lo que había estado tirando sin darme cuenta al caminar, y al levantarme viera en cámara lenta todo cuanto había estado pasando durante años, y es justo ahí cuando me doy cuenta de que me han estado usando, y es justo ahí, donde ya valió madres todo el asunto. Apenas me doy cuenta de ello, mi aprecio por esa persona es golpeado con sumo rigor que todo este se sacude, se inclina y pedazos de él caen poco a poco al vacío, y mi razón se alza, más fuerte que nunca. Llevo arrastrando esto durante meses, meses de continua lucha de emoción y razón, intentando dar con la mejor solución, pero algo actuó por mí de forma inmediata; apenas el juicio del corazón perdió poder, todo el de la razón se alzó y tomó en sus manos la situación; levanto salvaguardas en mi mente que le impide a mi confianza volver a cruzar hasta esa persona, y me duele porque la aprecio, y trato de echar abajo esas salvaguardas o saltarlas, pero me es imposible, son muros que jamás podré escalar, muros que nunca podré echar abajo porque el corazón está demasiado lastimado para pelear, y la mente no tiene rival. No consigo resolver la duda de si estoy siendo demasiado egoísta con esa persona o lo soy conmigo mismo al siquiera pensar que yo soy el malo de la historia; no sé si esa persona hizo esto de forma consciente o inconsciente, lo único que tengo claro es que para el caso es lo mismo, me lastimó, me hizo sentir como si fuera algo desechable, algo a lo que le exprimes lo que necesitas y luego lo tiras al cesto de la basura, una y otra vez; y el problema no es que lo pienso, el problema es que ya lo siento así, y no es fácil ir en contra de eso, quizás la idea puedas sacártela, pero no la emoción, la emoción se adhiere a cada parte viva de ti, recorre cada centímetro de tu piel, sensaciones incómodas que te gritan que te alejes de ahí.      

Soy una persona con una mentalidad muy compleja, no es algo que decidí tener, simplemente cuando alguien me falla, me alejo lentamente. Creo muy firmemente en el arrepentimiento, en que las personas se equivocan y merecen una segunda oportunidad, defiendo eso a capa y espada, es solo que no siempre puedo llevarlo a la práctica, como ya lo dije, complejo.