El dilema de Lidia

D O S

Larga noche, largas ojeras.

No podía creer que era tan estúpida como para dejar que Damián aún me quitara el sueño. 

El día en la escuela había sido aburrido, no había tenido nada bueno que contar, a excepción del chisme del chico que entró por error al baño de las chicas. Rápidamente todos comenzaron a subir historias a Instagram' del chico saliendo del baño de chicas con su rostro rojo como un tomate.

Hoy había llegado a la escuela en bicicleta, ya que salí temprano de casa y el camión no pasaba aún, por lo cual opté por hacer ejercicios y llegar puntualmente.

Cuando estaba quitando la cadena de seguridad de mi bicicleta, sentí la presencia de alguien detrás de mí y de inmediatamente volteé para averiguar de quien se trataba.

Damián se encontraba de pie a mi lado, con una leve sonrisa en el rostro.

-Me asustaste. -Dije colocando una mano sobre mi pecho.

Volvió a sonreír ante mi gesto. Y esta vez no pude evitar corresponder la sonrisa.

-Lo siento no era mi intención. -Me ayudó a terminar de quitar la cadena de seguridad. -¿Ya vas a casa?

Negué con la cabeza mientras intentaba mover mi bicicleta para montarme en ella e irme lo más pronto posible de esta tóxica conversación.

-Iré al trabajo.

-¿Quieres que te acompañe?

Me detuve de inmediato al escucharlo preguntar aquello. Creo que era suficiente. ¿Qué es lo que estaba pasando con él? ¿Por qué seguía hablándome después de haber terminado? Entiendo que no hay problema en que dos personas que fueron pareja se vuelvan a hablar pero, si el terminó conmigo, ¿qué es lo que quería? porque evidentemente a mi no, ya que por alguna razón me terminó.

-Damián, creo que no entiendo que es lo que tratas de hacer.

-¿A qué te refieres?

Realmente se estaba haciendo el tonto, aunque conociéndolo bien, eso es algo que no le costaba mucho trabajo.

-Olvídalo, preferiría irme sola.

Damián frunció el ceño y antes de que pudiera hacer o decir algo más, simplemente me alejé para evitar otra extraña y tóxica conversación con mi ex novio tóxico, que sin duda seguía en mi corazón.

Cuando llegué a la cafetería de papá, este me saludó desde atrás de la barra.

-Hola. -Dije alzando un poco la voz.

El día al parecer estaba tranquilo, ya que no había muchos clientes, y por no muchos clientes me refiero a que solo estaban ocupadas un par de mesas.

-¿Qué tal la escuela amor? -Cuestionó mi papá cuando estuve frente a él.

-Aburrida, Dakota no asistió hoy a clases, tuve que comer junto a Nick.

En ese momento iba pasando Nick y en cuanto escuchó lo que había dicho, se dejó ir hasta donde estábamos.

-Nadie te invitó a comer conmigo y mis amigos.

-Solo estoy bromeando, ¿acaso no sabes identificar mi tono sarcástico? -Dije con tono de voz fastidiado.

Mi papá solo pasó la mano por su rostro.

-Chicos, los amo pero de verdad, un día me van a matar del estrés con sus peleas absurdas.

-No exageres, papá.

-¿Quieres ver que no exagero?

Me acerqué a él para darle un abrazo. Mi papá lo correspondió con leves golpecitos en mi espalda, como intentando alejarme de manera juguetona.

Nick y yo ayudamos a mi papá esa tarde ya que estaba un poco corto en personal, y cada vez se recortaba más.

-Papá, olvidé comentarte que ya no podré ayudarte tan seguido en la cafetería, tendré que ir a cursos para poder pasar física y matemáticas.

Mi papá y yo nos miramos al mismo tiempo y comenzamos a reír. Escuchar a Nick decir que tenía que ir a cursos era algo totalmente fuera de lo normal. El era un chico muy flojo, incluso puedo apostar que preferiría reprobar ambas materias antes de tomar aburridos cursos, a los cuales claro, no pondrá atención.

-¿Estás seguro que esos cursos en realidad no son una chica? -Cuestionó mi padre.

Nick rodó los ojos.

Le fastidiaba que lo presionaran con tener una pareja, y es que a decir verdad me sorprendía bastante que no tuviera novia desde el primer año de preparatoria. Estaba comenzando a sospechar que tal vez a Nick no le gustaban las chicas.

-Papá por favor no empieces, hablo en serio si no asisto a esos cursos no podré ponerme al corriente y reprobaré el año.

-Pero si acabas de entrar, ¿tan rápido vas mal en esas materias?

Nick bajó su mirada. Se miraba avergonzado por lo que iba a decir.

-Son materias que reprobé hace un año, debo asistir al curso para pasarlas antes determinar el año.

El semblante de mi papá cambió de inmediato al escuchar la confesión de mi hermano.Sabía que era mejor irme de ir porque no era mi asunto.

Continué ayudando en la cafetería.

Había estado tan tranquilo el día que decidí leer orgullo y prejuicio. Hace un año había comprado el libro, sin embargo no me había tomado el tiempo para empezarlo.

-Al final Elizabeth termina enamorada de Darcy.

Dejé de leer para alzar la mirada y ver de quien se trataba.

-Buen intento, pero ese dato ya lo sabía. Ya miré la película.

El chico que estaba frente a mi sonrió divertido. Lo había mirado antes en la escuela desde el primer año, incluso habíamos coincidido en algunas clases, pero nunca había cruzado ni una palabra con él.

-Gran error. -Volvió a sonreír. -Es mejor conocer el libro antes de ver una adaptación.

-Sí, eh oído eso antes, pero a decir verdad, me gusta hacerlo al revés.

Me miró entrecerrando los ojos como si estuviera analizándome o a mis palabras. Asintió levemente y yo solo sonreí levemente al no saber qué estaba pasando por su cabeza.

-¿Benjamín, cierto? -La voz de mi papá me hizo dar un leve brinco.

-Así es. -El chico que estaba frente a mi extendió su mano para estrechar la de mi padre. Al hacerlo me observó sonriendo muy leve.

No pude enterarme de lo que pasaba, ya que un cliente había llegado y tuve que ir a atenderlo. Más tarde en casa, a la hora de la cena, mi papá me aclaró la duda que toda la tarde estuvo dando vueltas en mi cabeza.

-Tenemos nuevo compañero en el trabajo.

-¿Te refieres al chico que llegó esta tarde? -Cuestionó Nick.

-Sí, su nombre es Benjamín, llegó justo a tiempo, ahora que estarás en cursos, tenemos tu remplazo que seguro hará más que tu. -Dijo mi papá mirando a Nick.

Nick solo rodó los ojos fastidiado por tal comentario. Me pareció gracioso el comentario de mi padre, y por reírme, me gané la mirada de odio de mi hermano.

Mi hermano es bastante flojo a decir verdad, así que seguro que tener a Benjamín sería de gran ayuda.

-Yo creo que será de mucha ayuda en la cafetería. Lo he mirado en algunas clases en la escuela, y es un chico aplicado.

-Nerd. -Dijo Nick casi como un susurro.

-Bueno tal vez estaría bien que te juntaras con alguien como Benjamín para que no repruebes materias. -Nick se quedó completamente en silencio al escuchar a mi padre decir aquello.

Turn Down For What!

Intentó hacer burla a los nerds, pero mi papá respondió bastante bien. Aunque mi padre no lo dijo con intención de hacer gracia, la verdad es que si lo fue.

-No sabía que ibas a contratar gente, papá.

-Tampoco yo. -Respondió con sarcasmo. -Hace unos días atrás hablaba con un cliente frecuente, sobre contratar a un par de personas más, y mencionó que su nieto necesitaba trabajo de inmediato, así que lo cité y el chico muy puntual llegó.

-¿Ósea Benjamin?

-Obviamente. -Mi padre acompañó su respuesta con un leve golpe en la cabeza de Nick. Mi hermano rió al igual que mi papá, y no pude evitar unirme a ellos.
 




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