Días inolvidables.

Estos días fueron los mejores, Darío y yo la pasamos increíble, el todo un caballero, lo mejor es que me siento enamorada de él pero no me atreví a decirle nada, tengo miedo de que el solo quieran pasarla bien sin ningún compromiso, su hermana me trata muy bien sinceramente no me arrepiento de este hermoso viaje. 

Domingo en la mañana, me despierto y el estaba en el baño, veo que esta listo para salir, noto que esta preocupado por algo. 

—¿Amor para algo?. —Digo y llamo su atención, creían que seguía dormida. 

—No pasa nada, sabes tengo que regresar, tu todavía tienes más días aquí pero después que regreses te llamare.  —Sentía que no era buena idea eso, me dio miedo no volverlo a ver. 

—Pe... pero amor, no quiero separarme de ti. 

—Yo tampoco, pero por ordenes de mi padre tengo que hacerlo. 

—Esta bien, pero no será lo mismo sin ti. 

—Si mi vida, pero sabes que mi corazón está contigo. 

—Si y el mio contigo. 

Note que algo me ocultaba, pero quise ignorarlo se que el también me quiere aunque sea un poco y debe estar triste por eso. 

—Bueno amor, te dejo nos veremos en 2 semanas a tu regreso, te llamare te lo juro. 

Nos besamos ocn pasión, lo sentía diferente, como si se estuviera despidiendo, nos separamos por falta de aire, y se fue. 

No pude evitar llorar, me acostumbre mucho a él, sus besos y caricias eran lo mejor que me pudo pasar, me cambie y al bajar me di cuenta de que Danny también se fue, debe ser grave lo que pensaba pero solo quería tener la esperanza de volverlo a ver algún día. 

De Lucía no sabia nada hace días que no me llama ni no a ella pero no importa porque la verdad quiero desconectarme de todos hasta de mis padres estar sola todos estos días. 

Aunque el me dijo que todo estaría bien se que es mentira algo en el fonde de mi dice que es mentira. 

Paso una semana y trate de no pensarlo, pero su recuerdo es presente lo amo y no lo conozco bien y así lo amo, no quiero estar más aquí tengo una semana más pero no quiero tengo que verlo. 

Empaque mis cosas, entregue las llaves y me fui a tomar el primer vuelo qué había estaba tan decidida a buscarlo le llame pero me mandaba al buzón, me preocupe pero no me rendí lo hice me fui a buscarlo tenía que volverlo a ver. 

Ernas las 10 de la mañana cuando llegue nadie me esperaba y eso era emocionante, les daría una sorpresa, y más a Lucía ya que no sabia nada de ella en estas 3 semanas fuera. 

Tome un taxi y fui directo a mi casa las chicas de limpiezas me miraron sorprendidas ya qué no me esperaban las salude y entre directo acostarme en la cama, una de las chicas entro a dejar las sábanas limpias y me saludo y empezó hablar conmigo. 

—Señorita pensé que iría al matrimonio. —Dijo y me sorprendí, no entendía de que matrimonio hablaba. 

—¿Qué matrimonio?. 

—No sabia, su amiga Lucía se casa hoy, creo que ya se está casando, en su casa sus padre están allá. —Mi corazón se rompió al escuchar eso, mi mejor amiga mi casi hermana se casaba y yo sin saberlo. 

—No lo sabía gracias por decirme. 

La chica se fue y me metí a bañar, Lucía me tendría que explicar todo como se va a casar sin mi, estúpida era una promesa, casarnos juntas. 

Me puse un vestido azul, lindo para la ocasión, me maquille y salí en camino a la casa de Lucía, al llegar sus empleados me recibieron como siempre amables y todo, entre al jardín donde se estaban casando, los veo frente al juez, y se besaban no veía bien al novio por, Lucía era bien loca cualquiera de nuestros amigos podía ser, camine hasta donde estaban y al darse la vuelta los novios veo con cara de horror, era Darío, con mi amiga, por eso regreso, Danny me miraba asustada, yo solo podía contener mis lágrimas, el se aprovecho de mi, quería gritarle qué él era mio, ello aun no me veían, sonreían y se veía felices, dieron unos pasos hacia fuera y en ese momento Darío me vio, su sonrisa se fue de golpe, mis lágrimas estaban a punto de salir, Danny se acercó a mi y me saco del lugar, Lucía al verme sonrió pero por más que quise no pude sonreir, y mis lágrimas corrían por mis mejillas, Danny me quería sacar a la fuerza pero me resistía. 

—Tati, vamos afuera.  —Me dice con mirada de quiero explicarte, pero que me va a explicar, no entiendo nada siempre conocía a los novios de Lucía pero a él nunca lo había visto. 

—Suéltame Danny, no te atrevas a tocarme. 

—Tenemos que hablar. 

—Que me vas a decir, me mintió, eso me mintió. 

—Todo tiene explicación. —Lucía y Darío se acercaron donde estaba, los invitados nos miraban pero era lo que menos me importaba. 

—No Danny no la tiene. 

—Solo no digas nada. 

—Amiga, perdóname. —Llega Lucía y me abraza, le correspondí por compromiso mientras veo a Darío con odio, el esta pálido no sabe que decir,pareciera que no le parece extraño qué nos abracemos y la conozca, como si supiera que nos conocemos. —Quise esperarte pero Dario tenía mucha prisa por casarse. —Lo mire y entendí cual era su prisa. 

—No importa, amiga, te conozco y se que recuerdas nuestra promesa, estoy llorando es porque pensé que no querías que este este día tan importante para ti. 

La miro conteniendo mi rabia y mi impotencia, mi corazón estaba en mil pedazos por su culpa, Darío me mintió, jugo conmigo de la peor manera, quería morirme. 

—Bueno, entonces te presento a mi esposo, se llama Darío, es hijo de un socio de mi papá. —Dice mientras yo limpio mis lágrimas, y el me extiende su mano para saludarme, qué hipócrita como quiero darle una cachetada y decirle todas sus verdades. 

—Mucho gusto, Darío, espero llevarme bien contigo, Lucía me hablado mucho de ti. 

—Mucho gusto quisiera decir lo mismo, pero no sabía de tu existencia hasta ahora. —Digo poniéndome sería y apretando su mano con todas mis fuerzas. 

—Lo nuestro fue tan rápido, qué solo se dio, pero no te parece lindo. —Dice mi amiga dándole un beso mientras que yo me trago mi amor, sonreir más de fuerza que de gana, lo único que quería era desaparecer, me castigaba a mi misma diciendome porque diablos regrese, pero lo que más me castigo es el porque me entregue a el, porque me enamore de el colo idiota.