4.La manzana dorada

Daelyn

Después de llorar me tranquilizarme un poco, mis emociones se mezclaron y perdí el control, pero eso no significa que se me olvido o que ya no duele. Las palabras duelen, muchísimo, peor aun cuando te lo dice la persona a quien más quieres.

No soy una persona rencorosa o resentida, solo me siento triste.

Crystal y yo no somos hermanas por sangre, soy adoptada. Todo el reino lo sabe, no es un secreto, mis padres verdaderos murieron por una enfermedad cuando tenía ocho años, solo yo sobreviví gracias a una mujer que me hizo comer una manzana dorada.

''Mereces vivir, Flora'', eso es lo que me había dicho antes de dejarle de prestarle atención por disfrutar en comer la manzana tenía mucha porque no comía hace dos días.

Mis padres me pusieron Flora, después los reyes cambiaron mi nombre por Daelyn.

—Princesa Daelyn, con su permiso voy a ingresar —anuncia Kalel.

Entra a mis aposentos y desde el espejo de mi tocador, que es donde me encuentro peinándome el cabello, lo veo. Es tan hermoso en todos los sentidos, me gusta tanto, si quisiera pasar el resto de mi vida definitivamente sería con él.

Pero ya estoy comprometida, aunque todavía no es oficial hasta que se realice la ceremonia. Frunzo el ceño cuando recuerdo de algo que estaba a punto de decirme Crystal y no la deje terminar de hablar.

''Te aconsejo que te concentres en tu compromiso con el príncipe heredero, te conviene ser la esposa de él porque cuando los reyes mueran seré yo que asciende al trono y.…''

¡¿Y… y que más quería decir?!

—¿Princesa, está bien? —parpadeo varias veces, saliendo de mis pensamientos.

—Eh... sí, lo siento ¿Qué me decías?

Él me sonríe amablemente. Es una sonrisa hermosa.

—El príncipe heredero le está esperando en el salón.

Suspiro. Supongo que tarde o temprano tendré que verlo.

No quiero casarme con el príncipe heredero, este matrimonio es solo una alianza entre reinos. Sé que el príncipe no tiene sentimientos por mí, no nos hemos visto nunca.

Tengo que hablar con el rey para convencerlo en cancelar la boda, pero antes tengo que hacer algo primero.

Me pongo de pie y me acerco a Kalel muy decidida, cuando llego a su lado mis manos se sostiene de sus hombros y me paro de puntillas para darle un beso rápido.

Es mi primer beso.

Kalel no reacciona, pero luego parpadea un poco y me mira sorprendido tocándose los labios. Le doy una sonrisa y llevo mi mano a su mejilla.

—Me gustas mucho, Kalel.

Él abre la boca para decir algo, pero es interrumpido cuando tocan a puerta.

Entra mi dama de compañía, su expresión es de miedo y preocupación.

—¡Princesa Daelyn, atacaron a la princesa Crystal!

No sé cómo, pero me encuentro de rodillas en el suelo, escucho gritos por parte de mi dama de compañía y lo último que veo es a Kalel sosteniéndome en sus brazos.