El don de Flora (borrador)

Semidioses

CRYSTAL

 

Duranten dos semanas de castigo por parte de mi madre, mi padre, el rey Mael, ordenó levantar el castigo.

En estas dos semanas, aparte de cuidar del bebé leopardo, que se salvo gracias al doctor Claudius, estuve pensando muchas cosas, como por ejemplo; mi presentimiendo de que mi madre quiere que Daelyn sea reina, la princesa no es hija de sangre asi que es imposible que ella sea reina aqui, pero si ella no quiere que sea reina, entonces... ¿A quien tiene en mente?

Por el momento, dejaré de lado ese asunto, necesito investigar a mi madre aunque no será facil. Ahora es el momento de iniciar con mi boda con el principe de Lira. 

-Leela -llamo a mi dama de compañía. Ella esta dandole de comer al bebé leopardo. Me debo recordar en ponerle un nombre.

-Si, su majestad.

-Dile a Hadrianus que prepare un carruaje, haremos una visita sorpresa al principe que mi padre eligio como mi futuro esposo.

-Como ordene, majestad.

Hay asuntos que me gustaría hablar con él, asuntos que no se deben hacer aqui. Será un viaje de dos días.

**

Me llena de felicidad ver al bebe leopardo corriendo feliz en el jardin. No sé como pero puedo sentir su felicidad.

-Mi lady, tiempo que no la veo feliz -dijo Hadrianus cuando llega a mi lado.

Borro mi sonrisa.

-Es por el bebé leopardo.

-¿Todavía no le pone nombre?

Respondo negando con la cabeza.

-¿Me permite ponerle un nombre al leopardo?

Volteo a verlo y el tambien lo hace, le doy una sonrisa de gratitud.

-Por supuesto.

-Que le parece -dice sin dejar de verme -Atlas.

Cortó el contacto visual para ver al  bebé leopardo.

-Atlas, me gusta.

Atlas se acerca a mi, frota su cabeza a la altura de mi cabeza, es una señal de que lo acaricie. 

-A partir de ahora te llamarás Atlas ¿Te gusta? - preguntó como si de verdad me fuera a responder.

Si, me encanta.

Dejo de acariciarlo y doy un paso atras, asustada.

¿Escuché bien?

-Mi lady, ¿Qué sucede?

Cuando estoy por contarle decido mejor no hacerlo, creera que estoy loca. 

-No paso nada, es solo un escalosfrio.

Un fuerte estruendo me hace sobresaltar. También a Atlas, lo acaricio de nuevo tratando de tranquilizarlo.

-Ire a mis aposentos, el viaje creo que se tendrá que postegar -camino hacia la salida. Atlas me sigue.

-Es raro que ultimante haya truenos y relampagos en el reino Bellatores. Quizás tengo algo que ver los semidioses.

-¿Los semidioses?- pregunto, incredula. El asiente.

-Mis padres dicen que algunos dioses han tenido hijos con humanos. Semidioses; asi es como se los llama. Un claro ejemplo es la familia real de Reino Lira, ellos son descendientes del dios Orfeo, sin embargo no son inmortales.

Ya sabia algo sobre los semidioses. Algunos reinos son descendiente de algunos dioses más poderosos. En el reino Bellatores, mi padre nos dijo que hasta el momento nadie ha heredado un don y le creo. Bellatore es el unico Reino que no posee ningún don. Sin embargo destacamos mucho en habilidades de cazería, combate cuerpo a cuerpo y cualquier tipo de arma.

Es por eso que mi padre quiere que me case con el principe Pedro, la familia real tiene un don con la musica, en especial con los instrumentos. Tal véz mi padre quiera casarme con él para traer un hijo con un don. 

Pero... ¿Qué beneficio tendrán ellos con casarme con su hijo? Solo soy humana. 

La curiosida por saber es demasiado.

-¿Sabes que reino es descendientes de Zeus?

-No lo sé, mi lady.

Y a nuestro lado pasa el principe Remigio, enojado. 

-¡Remigio, por favor, no puedes irte asi! -grita Daelyn detrás de él.

Ella también pasa por nuestro lado.

Suspiro.

Esa no es la manera de comportarse de una princesa, parece una vendedora del mercado. No me interesa saber que esta sucediendo, pero me puedo hacer una idea.

-Sigamos, Hadrianus. 

-Como guste, mi lady.

 




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