El don de Flora (borrador)

La unica salida.

DAELYN

 

 

¿Cuándo fue la última vez que corrí?

Creo que fue cuando era niña, antes de que me adoptará mis padres, los reyes. Recuerdo que solo lo hacía cuando jugaba con los niños que vivián cerca de mi hogar, aquellos momentos lo recuerdo con mucho amor. Luego lo hice después de que mis verdaderos padres murieron, corría después de robar comida junto con un niño para sobrevivir. Y, despues de mucho tiempo lo vuelvo a hacer, pero esta vez lo hago para detener a Remigio de que no diga nada de lo sucedido en mis aposentos.

¿Cómo me siento ahora?

Molesta.

Con mis padres por decidir con quién tengo que casarme. Mi sueño es casarme con el hombre a quién amo y que él también me ame, tener hijos y envejecer juntos. 

Con Crystal, que insiste que tengo que casarmen con el principe Remigio porque según ella me conviene. Y tambien, aunque me duela, por no considerarme como su hermana. Lo acepto, a partir de ahora yo no la consideraré como mi hermana de corazón.

Con la maldición, no entiendo porque me está pasando esto. ¡¿Porqué?! Porque tuvo que manifestarse delante de Remigio y Kalel. 

Kalel, eres valiente cuando se trata de batallas y de protegerme, pero no lo eres cuando se trata sobre emociones. De verdad, quería conversar con él y confesarle mis sentimientos ya sea correspndidos o no. 

Remigio, contigo estoy enajada por no aceptar que no quiero casarme contigo.

Ya no puedo más. No quiero estar aquí.

Pero no tengo a dónde ir...

El reyno Esmeralda.

-No puedo creer que esté pensando en ir al reyno Esmeralda -me río. Dejo de correr.

Miro mis pies descalzos, no me acuerdo en que momento me los quité los zapatos. Los recuerdos vuelven a mí de nuevo, cuando corría lo hacía descalza, supongo que esto es una señal de que debo recordar que no debo olvidarme de dónde vengo. 

Ya sé lo que haré; primero debo ir al reyno Esmeralda y luego lo dejaré al destino

Asiento con la cabeza, varias veces, ante la decición que tomé..

Observo a Remigio que esta cerca por entrar a los aposentos del rey. Aceleró mis pasos cuando llego a la puerta de los aposentos de mi padre. Hay dos guardias en la entrada de la puerta.

-Dile al rey que quiero verlo -ordenó.

-El rey esta ocupado, princesa Daelyn -dijo el que esta en la derecha.

-El rey no está ocupado cuando se trata de mí. Deberían saberlo -dije enojada. 

Se obserba entre ellos y el que está en la derecha vuelve hablar.

-Por supuesto, princesa Daelyn, voy a avisar al rey- entra a los aposentos.

Estoy nerviosa pero ya no hay marcha atras. Tenía pensando mantener en secreto esta maldción, pero ahora que Remigio lo sabe y también Kalel, no tengo opción que ir al reyno Esmeralda, espero encontrar respuestas sobre mi maldición.

Pero, ¿Cómo puedo saber si lo que dice en la carta es cierto? Tengo hasta mañana para buscar información en la biblioteca. 

-Princesa Daelyn, puede pasar.

Ingresó y veo a mi padre sentado en el sofá, al frente de él, está Remigio. El rey se pone de pie y con gesto de precaución en su rostro se acerca a mi.

-¿Mi princesa dorada, que te sucedió? ¿Porque estás descalza? 

No le respondo y solo le abrazo. Miro a Remigio sentado y él también mirándome con una sonrisa. Se pone de pie.

-Princesa, no tenía que venir aquí. Quiero ser yo quién le diga sobre la noticia.

-¿Es sobre el compromiso? -preguntó mi padre después de dejar de abrazarme.

-Si padre, estaba indecisa sobre el compromiso, pero hoy hable con el principe y ya lo decidí. 

Con una sonrisa, mi padre me pregunta cuál es mi decición.

-Acepto casarme-finjo una sonrisa - Principe Remigio, ya te lo dije antes y lo vuelvo a decir ahora; acepto casarme con usted. Sin embargo, solicito que en dos días sea el compromiso. 

***

De nuevo a mis aposentos, me acerco al balcón y observo la luna. Los truenos ya pararón, es algo raro que se escuché los truenos por el reino, creí que yo los provocaba pero me dí cuenta que no, mi maldición solo esta relacionado con la naturaleza.

Tengo dos días para armar mi plan.

Los petalos de rosas de nuevo caen como lluvia en el jardín. Sonrío pero por dentro estoy triste.

-Es la unica salida- me repito a mi misma varias veces.

 




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