El don de Flora (borrador)

Almas

Daelyn

De nuevo el aquí.

Me fijo con cuidado de no ser vista si a ver si Afrodita y Are siguen ahí y ya no estan, debieron irse cuando estaba perdida en mis pensamientos.

Vuelvo acomodarme y cierro de nuevo mis ojos ignorando que él este aqui... de nuevo. Sin embargo, no puedo, abro mis ojos y lo veo a él parado frente a mí mirándome seriamente.

-¿Te gustó? ¿Estas enamorado de mí?- pregunto molesta - Ni kalel, ni mi dama me compañia me seguian cada momento como tu lo haces.

-Yo no, quizás el dueño de este cuerpo, si -responde viendose a si mismo.

¿Qué?

-¿Cómo? No te entiendo.

-Un secreto por otro secreto, es lo justo -asiente varias veces -Daelyn...

-Princesa Daelyn para tí -le recuerdo.

-Sere sincero- continua- yo no soy alguien normal, este cuerpo no es mío, le pertenece a alguien que murió hace muchos años. Creo que este cuerpo te conoce, porque cada vez que estoy cerca de tí siento algo que nunca había sentido, no sé si es si amor, amistad, atracción, pasión ¡No lo sé! Solo sé que este cuerpo quiere estar a tu lado y eso me molesta porque interfiere con mi trabajo.

Me quedo en silencio procesando sus palabras, lo que dice no tiene nada de sentido ¿su cuerpo no le pertenece? ¿Qué quiere decir con eso?

-¿No vas a decir nada?-prengunta desesperado.

No respondo ¿Qué debo decir en una situación así? Este cuerpo no es mío...

-Si es cierto lo que dices, ¿De quien es el cuerpo? -prengunto. Que no sea de quien estoy pensando.

-De un niño que murió de hambre. Hades puso mi alma en el cuerpo del niño y su alma...

-¿Dónde esta?

-En el inframundo.

Tengo la sospecha de que ese cuerpo es de mi amigo de la infancia.

-¿Dónde esta tú cuerpo? ¡Ese no es tuyo! ¡Devuelveselo a mi amigo! -grito enojada. No me di cuenta que me había puesto de pie.

-¿Tu amigo? No te dije el nombre. Tranquilizate, por favor -intenta acercarse de nuevo, agarro su muñeca, impidiéndolo. Por primera vez no retrocedo y me sorprendo.

-Tu trabajo es llevarme al reino Esmeralda, pero antes íremos a otros lugares. Íremos a Aray, luego al reino de mi prometido y por último me llevarás dónde Hades.

Él se ríe.

-¿Porque te haría caso? Este lugar no es tu reino y yo no soy tu caballero- dijo seguro de si mismo.

-Tienes razón, Orión- suelto su muñeca y acaricio su barbilla con delicadesa -No eres mi caballero, quiero que seamos amigos y los amigos deben estar juntos, apoyándose mutuamente. Comencemos de nuevo. Yo te ayudaré a que no sientas nada por mí, para eso necesito que me lleves a esos lugares.

Parece pensarlo.

-¿Cómo estás segura que yendo a esos lugares me ayudará? -susurra en mi oido. De repente siento una sensación agradablemente peligrosa.

Me separo un poco de él porque necesito verlo a los ojos.

-Tenemos que pasar tiempo juntos asi te darás cuenta cuál es el sentimientos que ese cuerpo siente por mí. La verdad, yo creo que es amistad.

-¿Y si no es?

-Si te refieres con amor, entonces te romperé el corazón, porque yo amo a alguien.

-¿Ese alguien se llama Kalel?

Asiento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.