33. Volver a mi tierra

Daelyn

El entrenamiento estuvo bien... agotado. Perséfone solo me dejó descansar en las horas de comida, después de seis meses, según ella me dijo que ya puedo controlar mis habilidades, sin embargo, que aún me falta controlar mis emociones que debo "cerrar" mis asuntos pendientes para poder estar en paz.

Así que ahora, estoy alistándote para volver al reino Bellatore a pedir disculpas a mis padres por querer escaparme, también con Crystal y, por último, debo hablar con mi prometido.

Ah, también ir al inframundo a ver a mi amigo de la infancia.

Después de hacer eso iré al reino Esmeralda a estar con Onie, con ella tengo muchas preguntas. Y, por fin estaré en paz, formar una familia... ¿con quién? ¿Por qué sigo pensando en Kalel?

Me enojo conmigo misma.

—Tenemos que irnos, Daelyn —avisa Orión.

Mi relación con él ha mejorado en este tiempo, somos buenos amigos, si bien aún sé que tiene sentimientos por mí, ya no siento incomodidad porque ambos dejamos en claro que no pasará algo entre nosotros.

Él debe seguir trabajando como cazarrecompensas y yo buscar mi paz y encontrar al amor de mi vida.

—Si, ya estoy lista—digo, contenta.

Llevo mi bolso a mi hombro y salgo de la cabaña. Caminamos juntos dónde vive Afrodita para que nos teletransporte a mi mundo. Al llegar veo a Deméter triste, no por nosotros sino porque su hija Perséfone volvió al inframundo con Hades.

—Los extrañare nos abraza a los dos.

Toma mi mano y la de él, sus poderes se activan cuando sus ojos se iluminan de un color dorado. Al llegar a mi reino me siento mareada, no me acostumbro al viaje.

Orión toma mi mano con fuerza haciéndome doler.

—Me duele —intento soltarme. —No tengas miedo, yo te puedo proteger —bromeo, pero si lo digo en serio.

Sin embargo, él no me está mirando sino a alguien que está detrás de mí.

—Princesa Daelyn, me alegra volver a verte —dice mi caballero Kalel.

Su voz, extrañé escuchar su voz.

—Caballero Kalel, llévame a mi reino.