Daelyn
Nos encontramos en el carruaje, yendo directo al reino. Orión está sentado a mi lado y Kalel a frente de nosotros. Esto se siente incómodo para mí, Kalel tiene una mirada triste y desconsolada y Orión tiene una postura de estar en alerta.
—¿Como estuvieron las cosas desde mi ausencia? —pregunto.
No me dice nada. De hecho, ni me mira.
—Caballero Kalel, respóndeme.
—Te fuiste por un año han cambiado muchas cosas —dice molesto.
—¿Un año? Solo fueron seis meses.
—Un año —repite.
—Daelyn, los tiempos no son iguales en la tierra y en Venus —me dice en el oído. —Un mes aquí es igual a dos meses en Venus.
Abro la boca sorprendida. Es algo nuevo saber esto.
Estoy un poco molesta con Kalel, esperaba que me preguntará: ¿Cómo estuve? ¿Por qué desaparecí? ¡Ni un abrazo! No me extrañó.
Al llegar dentro del castillo, siento nostalgia porque cuando llegué por primera vez aquí me sentí nerviosa y feliz porque nunca iba a robar comida. Llegamos al salón principal y la persona que está en el asiento del trono no son los reyes sino Crystal y un hombre muy elegante. Miro por todos lados buscándolos.
—Princesa Crystal, ¿Dónde están nuestros padres?
Puedo ver la misma expresión de tristeza que tuve Kalel, sin embargo, vuelve a ponerse seria.
—¿Que está pasando aquí? —pregunto, preocupada.
—Daelyn, los reyen fallecieron. Yo soy la reina de Bellatore y como reina ordeno que tu título de princesa de Bellatore sea revocado.
—¿Qué? ¡Estas mintiendo! —grito.
Ellos no pueden estar muertos, yo aun no hable con ellos. Me niego a creerla.
—Te invito que te retires ya que no tienes nada que hacer aquí —la forma en la que me está hablando no me está gustando.
Ella estuvo esperando hacerme esto cuando llegará a ser reina, siempre me quiso lejos del palacio. No debo ponerme mal, debo tranquilizarme. Yo no voy llorar más.
La dirección de su mirada ya no es hacia a mi sino a Orión. Lo señala con el dedo.
—A ti te conozco. Tengo que hablar contigo personalmente.
Orión es llevado por unos caballeros y yo no decido rendirme tengo que cerrar este asunto pendiente con ella.
—Reina Crystal, si tú ya no me quieres ver nunca más, de acuerdo, lo respeto, pero primero permíteme hablar contigo en privado. Solo las dos.
Crystal parece pensarlo por un buen rato hasta que dice:
—Está bien, ya que esta será la última vez que nos veremos.
s.
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Editado: 09.02.2025