El viento soplaba entre los árboles, susurrando secretos antiguos que solo Lira parecía escuchar. Aquel día, después de su inquietante descubrimiento en la biblioteca del pueblo, sentía una mezcla de intriga y miedo. Las palabras del eco olvidado resonaban en su mente, incitándola a buscar más respuestas.
Lira se adentró en el bosque, el lugar donde las sombras parecían bailar entre la penumbra. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, creando patrones de luz y sombra que se movían al ritmo del viento. Sabía que el bosque escondía verdades, y estaba decidida a desenterrarlas.
Mientras caminaba, Lira recordó la historia del eco de la mujer triste, una historia que hablaba de traiciones y promesas rotas. Sus pasos se guiaron hacia un claro donde se decía que los ecos eran más fuertes, donde las sombras se reunían para hablar entre sí en la penumbra.
Al llegar, sintió una extraña energía en el aire. Se concentró y cerró los ojos. En el silencio, comenzó a escuchar los ecos profundos de los susurros, las sombras a su alrededor cobrando vida. Imágenes comenzaron a formarse en su mente: una mujer de cabello oscuro, llorando; un joven que sostenía una carta en su mano, una expresión de desesperación en su rostro.
“¿Qué quieren de mí?” susurró Lira, sintiendo el peso de la historia sobre sus hombros.
Los ecos respondieron como si fueran uno solo, una melodía de voces entrelazadas. “Libéranos… Reescribe nuestra historia”, decían, mientras las sombras danzaban en un círculo a su alrededor.
Lira abrió los ojos, el pálpito de su corazón resonando en sus oídos. Comprendió que no podía simplemente escuchar, debía actuar. Las sombras no eran solo ecos olvidados; eran fragmentos de vidas que habían sido arrastradas al olvido. Con determinación, prometió ayudarles.
“¿Cómo puedo hacerlo?” preguntó, su voz firme pero llena de vulnerabilidad.
Las sombras comenzaron a formarse en una figura más definida: la mujer triste que había visto en sus visiones. "Debes buscar el lugar donde comenzamos a desvanecernos. Allí, encontrarás la clave para sanar nuestras heridas."
Sin dudarlo, Lira sintió que su camino se trazaba ante ella. Se puso en marcha, guiada por la voz de las sombras y la poderosa conexión que comenzaba a forjar con ellas. Mientras se adentraba en el corazón del bosque, sabía que su viaje no solo la llevaría a descubrir la verdad sobre los ecos del pasado, sino también a enfrentarse a su propio miedo y a las sombras que cargaba en su interior.
Un nuevo desafío se presentaba ante ella, pero Lira estaba lista para enfrentarse a la oscuridad, ya que sabía que solo al hacerlo podría dar voz a aquellos que habían sido silenciados.