Capítulo 2.
Franco.
Cuando me incorpore bien y mis ojos vieron el caos del avión fue como si de repente me encontrará en medio de un juego de sillas musicales pero en un nuevo nivel. Mi asiento estaba en algún lugar por ahí, pero entre el lío de gente y equipaje, sentí como si estuviera buscando una aguja en un pajar.
Me abrí paso entre las filas de asientos, pidiendo perdón a cada pasajero con una sonrisa nerviosa. "Disculpen, perdón", murmuraba un italiano muy básico mientras buscaba desesperadamente el bendito número de asiento que coincidiera con mi tarjeta de embarque. Parecía que los números de los asientos se movían a propósito para burlarse de mí.
Se burlan de ti por llegar tarde al aeropuerto.
Los números no son los únicos que se burlan de este suceso por lo visto.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, lo vi: el número de asiento coincidía con mi tarjeta de embarque. Respiré aliviado mientras me deslizaba en mi asiento, sintiendo como si hubiera ganado una batalla personal contra el tiempo y la adversidad.
Con un suspiro de alivio, me recosté en mi asiento, listo para relajarme y dejar que el viaje comenzará. A pesar de los contratiempos y el estrés, estaba emocionado por lo que el destino tenía reservado para mí en Londres.
Al momento que el avión empezaba a despegar una azafata salió de la cabina “Benvenuti cari passeggeri” revelando un italiano fluido. ¿Acaso alguien piensa en los extranjeros como yo que se les dificulta el idioma?.
— A continuación les diré algunas indicaciones.- mencionó la misma azafata de hace unos momentos. — Soy Cossima, y junto con el equipo de cabina, estaremos encantados de acompañarlos en este vuelo. Nos gustaría repasar algunas normas de seguridad importantes. Por favor, presten atención mientras les explicamos los procedimientos de emergencia y cómo utilizar los equipos de seguridad a bordo.
>>> También les recordamos que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio durante todo el vuelo, así que por favor abróchense bien. Si tienen alguna pregunta o necesitan ayuda, no duden en llamarnos. ¡Gracias y que tengan un vuelo agradable rumbo a Rusia!.
Espera… dijo Rusia o mi italiano ha fallado y escuche mal.
—Yo no quiero ir a Rusia, yo quiero ir a Londres.- chille para mi mismo… o eso pensé cuando escucho un carraspeó al lado mío, proviene de un señor que debe estar entrando en sus treintas primaveras.
— Mala suerte para ti niño, porque vas directamente al corazón de la madre Rusia.- pronuncia en un español nato sin dejar a un lado su acento ruso.
Ya valió cacahuate…
Después de un vuelo de alrededor de tres a cuatro horas estoy en servicio al cliente del aeropuerto ruso esperando mi turno para ver si me pueden reembolsar mi boleto de avión, pues claramente hubo una confusión. Durante el vuelo estuve checando la compra que hice en línea. Todo los datos están bien, solo es la hora para abordar, la hora que marca es la hora en que salió el vuelo para Rusia no para Londres.
Cuando mencionan mi ficha de turno, camino hacia el mostrador de servicio al cliente, me siento preocupado. Le paso mi boleto al empleado y trato de explicarle el problema, pero él solo responde en ruso, lo que me deja confundido y frustrado.
—Uh, perdón, no hablo ruso. ¿Habla inglés o español?.– le pregunto, tratando de encontrar una solución.
El empleado niega con la cabeza, indicando que no entiende mi idioma, mientras me regresa mi boleto. La situación se pone más tensa cuando me doy cuenta de que la barrera del idioma está complicando las cosas.
Ya estuvo que nos quedamos atrasados en Rusia.
Con un suspiro, el empleado llama a su supervisor, quien aparece después de un rato. Aunque el supervisor tiene un inglés básico, la comunicación sigue siendo difícil, con frases entrecortadas y gestos confusos.
—¿Problema?.– pregunta el supervisor, con una expresión de confusión.
— ¡Sí, problema!. Mi boleto está mal y necesito ir a Londres, por favor, ayúdenme. -- suplico, sintiendo que el tiempo se detiene mientras intento explicar mi situación una vez más.
— Entiendo, déjame ver su boleto por favor. – le entregué mi boleto ya con un cansancio sin esperar una respuesta. — Ah, veo lo que sucedió aquí. Parece que hubo un error en la hora de despegue. Lamentamos mucho la confusión. ¿Cuál era su destino original?
— Mi destino original era Londres, ya se los había dicho pero parece que abordé el vuelo hacia Rusia debido a este error en el boleto.
Ha está gente se le tiene que repetir dos veces las cosas.
— Lo siento mucho por la confusión, señor. Permítame revisar nuestras opciones para solucionar este inconveniente. ¿Tiene alguna preferencia en cuanto a los vuelos disponibles hacia Londres?
—Preferiría llegar a Londres lo antes posible. Si hay algún vuelo disponible en las próximas horas, sería ideal para mí.
— Entendido. Déjeme verificar la disponibilidad de vuelos hacia Londres.