El Elegido De Un Mundo Que Odia

Capítulo 2: Un furioso despertar

A la mañana siguiente Agron llamó a Carlos entusiasmado, pues tenía muchas cosas que contarle.

-¿Carlos? - Preguntó.

-Dime.

-¿Tienes algo que hacer?

-Ehh... ¿Ir a clase?

-Tengo que contarte una cosa. No te lo vas a creer.

-¿Y no me lo puedes decir luego?-Preguntó con un tono saturado.

-No tengo que ir a clase recuerdas. A demás, hoy solamente tenemos con esa profesora insoportable que solamente sabe mandar callar y expulsar. Se cree que da bien las clases. -Contestó intentando persuadir a Carlos.

-Ya, por eso mismo tengo que ir, ya sabes que se pone como loca cuando alguien falta.

-Venga anda, estoy solo en casa, tengo la consola libre y lo que te tengo que contar te va a dejar tonto. -Insistió.

-Bueno vale. En cinco minutos estoy.

-Perfecto.-Dijo alegremente.

A los minutos más tarde, Carlos llamó al portal de Agron, subió las escaleras y llamó a la puerta.

-Hola. -Dijo Carlos.

-Que pasa chaval. -Respondió.

-Más te vale que sea bueno lo que me quieras contar. - Dijo mientras se quitaba las zapatillas.

-Ayer te acuerdas que el profesor me echó de clase verdad.

-Si.

-Pues fui a la sierra mas cercana que hay aquí.

-¿A esa sierra? ¿Para qué? -Preguntó al pensar la distancia que había.

-Por esto mira. -Dijo mientras le enseñaba el libro.

-¿Un héroe que enfrenta el destino? ¿Qué se ha metido al cuerpo el que ha escrito esto? - Preguntó al ver ese disparate.

-Si, yo también pensaba que era una paranoia, pero en esas sierras hay un tío súper raro. Hablé con él ayer.

-¿Un tío? Explícate.

-Verás. Ayer fui a las montañas, y no vi nada hasta que subí. Allí vi un camino de antorchas, al bajar me reventé contra el suelo porque me resbalé. Seguí el camino de antorchas y llegue a una especie de cueva con un armario. Cuando lo abrí una voz me habló por detrás, Whils que supuestamente es un humano superior, no sé nada más de él. Solo que es muy rápido y que intenté luchar contra él. -Explicó.

-¿La caída te ha afectado no? -Preguntó después de escuchar todo.

-¿Qué? Es verdad, vamos a verlo. -Propuso Agron.

-¿Que vaya a dónde? - Dijo sorprendido.

-A la montaña, allí te explicaré mejor todo.

-Que va, seguro que el golpe que te diste te afectó a la cabeza.

-Te lo digo en serio, supuestamente tengo que salvar a toda la gente asquerosa a la que odio por su egoísmo, porque se crean superiores al resto y su hipocresía asquerosa, eso ponía en una pintura. -Dijo algo asaltado.

-En fin, te quiero creer aunque se me hace demasiado raro. Pero hasta que no me enseñes algo que me fíe no voy a ir hasta allí. -Dijo.

-Vale, iré para allá. Si quieres puedes ir a clase.

-La verdad es que es lo más cuerdo que has dicho hoy.

-Luego nos vemos.

Después de esa conversación y el viaje de autobús Agron volvió a ir a las montañas, encontró el camino de antorchas y llegó a la cueva, allí le esperaba Whils practicando sus movimientos de lucha.

-¡Whils! ¡Whils! - Gritó mientras llegaba.

-Has vuelto. ¿Preparado para la clase de hoy? -Preguntó dejando de moverse y colocando sus brazos a la espalda.

-Sí. Pero no he venido como tal a dar clase. -Contestó sacando el móvil.

-¿Entonces qué te trae aquí? - Preguntó desconcertado Whils.

-He contado a mi mejor amigo sobre ti y sobre ese santuario raro y pues venía a sacar algunas fotos para que lo....

-¿¡Que has hecho qué!? - Dijo Whils dando un golpe con la punta de los dedos en el estómago de Agron.

-¡Ay,ay,ay! ¿¡Por qué has hecho eso!? - Dijo quejándose de dolor.

-No puedes contarle nada de esto a nadie. ¿Dónde está? -Preguntó enfadado Whils.

-¿Por qué no? Es solo un amigo, no va a decir nada a nadie, a demás. No creo que me haya creído del todo. -Preguntó con las manos en el estómago todavía.

-No es por eso, es por él mismo. Ahora esos miserables que vengan irán a por los tres. Porque él también conoce la existencia de este sitio. -Contestó.

-¿Qué miserables? -Preguntó.

-Eso ahora mismo no importa, vamos por partes. Lo primero de todo, hoy te enseñaré a luchar y concentrarte en tu fuerza. Después buscarás a ese “amigo” tuyo y vendréis aquí, y te explicaré todo.

-¿Qué es todo? -Preguntó Agron.

-Ya te contaré. A ti y a él, en cierta parte no es tan mala idea tener otro aliado de nuestra parte. -Planificó Whils.

-Bueno vale, entonces vamos a luchar. -Dijo Agron mientras se terminaba de recuperar del golpe.

-¿Qué vamos a hacer? - Preguntó.

-Vamos a encontrar tu fuerza y agilizar tus sentidos. Ven. -Dijo mientras se dirigía al centro de la cueva.

-Siéntate en el suelo, cruza las piernas y céntrate. -Dijo Whils.

-Vale. -Dijo Agron haciendo lo que le han ordenado.

-¿Y ahora qué? -Preguntó.

-Cierra los ojos y olvídate de todo. Deja tu mente en blanco. Debes enfocarte en ti y en tu interior, si lo haces bien. Podrás sentir tu fuerza. -Explicó Whils.

-Y ahora.

-Céntrate y no preguntes ni pienses en nada hasta que lo encuentres. -Contestó.

- (¿Y esto en qué me va a ayudar? Si se supone que tengo que defender a esos seres, debería estar entrenando golpes, velocidad y habilidades igual que estaba haciendo él cuando llegué aquí. ¿Y por qué le ha molestado tanto que haya contado eso a Carlos? No va a decir nada a nadie y siendo como es no me habrá creído. ¿Y quiénes son esos “miserables” de los que hablaba, serán aquellos que iban a atacar la Tierra?) -Pensó en su mente Agron.

-He dicho que te concentres, todas esas preguntas te las responderé después pero ahora intenta mantener tu cuerpo en calma, si lo consigues mejorar el resto de cosas serán más sencillas. -Dijo Whils.

-(¿Eh? ¡Cómo ha sabido lo que estaba pensando!) - Siguió hablando en su mente.

-Te dije que tengo habilidades superiores. Sé leer la mente de las personas. -Contestó.




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