Capitulo 7

-Acostado en el sillón se puso a reflexionar sobre lo que había sucedió en el autobús-

Del autobús, quien es bueno o malo. Acaso aquella persona que le grito al chofer o fue el chofer quien tuvo la culpa. Pero se puede pensar que ambos son los culpables, y por lo tanto ambos son malos. Pero al categorizarlos como los villanos no se estaría afirmando que todo aquel que se molesta es malo. Y si el chofer no se dio cuenta porque estaba atendiendo a una persona por lo que no escucho el timbre, y si el pasajero  por el cansancio no vio que su paradero estaba cerca y no se puso a pensar que si frenaba de golpe podría ocasionar un accidente en el que ya no estaría en juego su vida, si no, que también la de los demás pasajeros incluyendo el mío. Acaso habrá alguien que antes de pelear o discutir pensara en lo situación que provoco el problema. Cuantas veces no sucedió lo mismo con Sofía. Discutíamos por cosas absurdas. Es que como iba saber que estaba moleta si no me lo decía, o cuando creía que yo sabia, lo que ella pensaba, y como no hacia lo que ella pensaba, se molestaba, acaso leía la mente, Noo, pero eso ya no importa ya no esta. Lo que si puedo agradecer es que se mostraba tal como era, eso hizo que me enamorara de ella. No como otras personas que en su interior  habita  rencor y odio pero que ante la gente muestra una sonrisa fingida y amabilidad falsa. Ahora que lo pienso tales personas son buenas ante los ojos de los demás , pero por dentro son otra persona entonces como podríamos saber si una persona es buena o mala, como diferenciar a las personas, es decir que hasta el más bueno puede ser el más malo. Entonces como podríamos diferenciarlo.

 Si los sentimientos y emociones nos hacen daño lo podemos categorizar como dañinos, y si nos hace tanto mal porque forma parte de la naturaleza del hombre; pero si es malo hacerse daño así mismo entonces seriamos todos malos. Acaso de la tristeza no sale una tranquilidad, de tanto llorar uno no se aliviana, acaso del odio no sale el amor, y del amor el perdon; del enojo acaso no descubrimos que es lo que no nos agrada. Por que todos evitamos estar tristes, el estar  deprimido lo hemos puestos como algo malo pero tampoco se puede decir que sea bueno, si no, que simplemente nos ayuda a expresarnos, a mostrarnos tal y como somos, lo que sentimos, lo que nos agrada, lo que nos disgusta y nos hace enojar, de tanto llorar no viene la calma, del perdonar acaso no viene la tranquilidad  y del enojo acaso no viene la paciencia. Entonces no es que sean malos estos sentimientos, es que nosotros lo hemos categorizados como sentimientos negativos. Acaso aquellos sentimientos no nos hacen descubrir nuestra debilidad como seres humanos, no nos hace ¡entrar en razón de lo  frágiles que somos! y esa fragilidad no nos debería de ayudar en descubrir de que dependemos de los demás. Y el depender de los demás no nos debe de hacer mas comprensible con las otras personas y la compresión no nos debe de llevar a comunicarnos mas entre nosotros, para poder  saber si la otra persona se encuentra bien o esta pasando por una situación difícil. ¡Porque nos cuesta ver cuan pequeños somos! ¡Porque nos cuesta ver nuestras  debilidades!  Y  porque pensamos que solo cuanto podemos ver es lo que existe. Siempre cuando hay un momento difícil pensamos que solamente existen las personas, pero no, hay un mundo increíble allí afuera, una naturaleza hermosa, cuando una persona nos hace daño, nos encerramos en nosotros mismos pero, si , pensaran diferente sabrianque tambien se pueden consolar con la naturaleza ,ver lo bello que es la naturaleza, o acaso los pintores, los poetas, los grandes escritores, no se han abrazado de la tristeza, de la soledad, y de la depresión para inspirarse  y poder crear sus obras mas importantes.  Pero tampoco puedo decir que nos  dejemos apoderar por esos sentimientos que también podemos ver en algunos filósofos su vida triste, y su tormento por que no descubrir el sentido de la vida. Si no todo tiene su medida en cuanto puedas controlar y saber hasta que punto lo puedes utilizar y dejarse utilizar por aquel sentimiento y emoción.