Capitulo 22

Xilonem

— ¿qué haces querida? — miró a doña Mercedes y sonrió.

— voy a arreglar un poco la habitación, estoy un poco aburrida.

Doña Mercedes asintió.

— bien, sólo venía a informarte que llamaron de la tienda por la tarde nos harán llegar tu vestido.

— esperó este todo bien con el vestido, en dos días es la boda.

— lo sé pero cualquier ajuste que requiera aún se puede hacer.

— eso esperó — doña Mercedes asintió y salió de la habitación. Miré alrededor y la habitación relucía de tan limpia así que no me podía distraer limpiando, cada objeto estaba bien ubicado... rodé los ojos y caminé de un lado a otro, tratando de ver con ojo crítico cualquier cambio.

Sacudó la cabeza por que no hay nada que mover, con un suspiro me dirijo hacia el vestidor, también estaba pulcro y bien ordenado.

Cierro los ojos por un momento y decido que cambiare de lugar la ropa, no estarán ordenadas de acuerdo al color, estaba vez el blanco estaría con el rojo, el rosa con el verde, abro la puerta y con desicion empiezo a mover las prendas, al poco rato miró mi vestidor... sonrió con pesar por que no me gusta ver la ensalada de frutas que he armado, vuelvo a arreglar de acuerdo a como estaban.

Cuando he terminado me siento mejor al ver todo en orden de acuerdo a los colores, pienso que quizás la ropa de César, necesita estar ordenada por color...Abró su compartimento por primera vez desde que estábamos juntos que me atrevía a tocar su ropa.

Comienzo a sacar los trajes para ordenarlos, ruedo los ojos al ver una maleta maltrecha que francamente estaba ocupando espacio... lo mejor era tirarla.

La sujetó y me doy cuenta que no está vacía... asi que manos a la obra... sacaría todo de la maleta y aunque le molestará a César la tiraría.

La colocó sobre uno de los sillones que hay en el vestidor, me pongo de rodillas y la abró.

Frunzo el ceño al ver que contiene artículos de mujer... empiezo a revisar y ninguna de las prendas ahí presentes me recuerdan algo... aunque son de maternidad así que las cosas son mías.

Miró el bolso y decido revisar... quizás al ver mis cosas los recuerdos vengan solos, con una sonrisa la abro, veo el cepillo, algunos cosméticos, una libreta de apuntes y la billetera... la tomó entre mis manos y me doy cuenta que no cargo ninguna identificación me doy literal un manotazo en el rostro por ser tan descuidada. Lo bueno es que encontré mi billetera... al sacar la identificación la sonrisa de mi rostro se ha borrado.

La mujer de la foto, no soy yo. Vuelvo a leer el nombre por si hay alguna equivocación pero las letras están iguales sin ningún cambio.

《Lana Rizzi》sacó más papeles, debe haber una equivocación.

Ahora rebusco en el bolso y mis dedos tropiezan con algo cuadrado, lo sacó y veo el pasaporte... veo la misma mujer de la foto de la identificación y su nombre es 《Lana Rizzi》.

Cierro los ojos por que la desesperación se ha apoderado de mi, no sé que está pasando. He visto el móvil en el bolso, lo sacó y lo enciendo, agradezco que aún tiene batería.

Respiro profundo y exhalo, me doy mi tiempo y luego me lanzo a la labor de revisar el móvil.

Todas las llamada pérdidas,recibidas y hechas son para 《mi amor》

Busco la galería de imágenes y es ahí donde mi mundo se ha puesto patas arriba, la mujer está abrazada a César, en las piernas de él, en la cama sonriendo con él.

Con su enorme vientre siendo abrazado por él... Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas.

Hay un video... pequeño, le doy reproducir y aparece César sonriendo y declarando «te amo Lana» ella se ha lanzado sobre sus brazos y me doy cuenta que mi pecho duele, si ella es Lana entonces... quién soy yo?

— ¿bella? — levantó la mirada y César está de pie, sus ojos recorren el desastre de la maleta y se detienen en el móvil.

— ¿Quién rayos soy yo? — he gritado histérica.

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