El era una Amenaza

CAPÍTULO 3: "Jugando con fuego"

Ariadna no había podido dormir.

Las palabras de Killian la perseguían como un susurro prohibido:

"No seas como ella."

¿Quién demonios era ese tipo?

¿Por qué sabía tanto?

Y lo más aterrador de todo…

¿Por qué lo deseaba, aunque le diera miedo?

---

—¿Te pasa algo? —preguntó Nico, notando su expresión ausente en clase.

—No… solo no dormí bien.

—¿Es por lo de tu hermana otra vez?

Ariadna desvió la mirada. Nadie sabía lo que Sofía había investigado antes de morir. Ni siquiera Nico.

Y ahora Killian sí lo sabía. O fingía saberlo. Y eso lo cambiaba todo.

Después de clases, Ariadna se dirigió al antiguo archivo de la universidad, ese que casi nadie visitaba.

Sofía solía ir allí. Tal vez había dejado algo escondido. Alguna pista. Algo que no se llevó a la tumba.

Pero cuando empujó la puerta…

él ya estaba ahí.

Killian.

Sentado en la esquina, con una carpeta abierta entre sus manos tatuadas.

Y sus ojos clavados en ella, como si la estuviera esperando.

—¿Me estás siguiendo? —dijo ella, cruzándose de brazos.

—¿Y si fuera al revés?

—¿Qué haces aquí?

—Buscando respuestas… igual que tú.

Ariadna se acercó con paso firme, aunque por dentro el corazón le golpeaba como loco.

Y ahí estaba. Una foto. Antigua. Con el nombre de su hermana en el reverso.

Y otra más... con alguien al lado de ella.

Un hombre que Ariadna no reconocía.

Pero Killian sí.

—Ese hombre está muerto. Lo encontraron con un disparo en la cabeza dos semanas después de esto.

—¿Tú cómo sabes eso?

—Porque estaba ahí.

Ariadna retrocedió.

—¿Qué?

—No lo maté yo —dijo Killian, acercándose con calma—. Pero vi quién lo hizo.

Sus respiraciones estaban cerca ahora.

Demasiado cerca.

La tensión entre ellos crecía como fuego entre gasolina.

Killian estiró la mano y tocó su cuello, suave, lento. Como si la estuviera leyendo.

Y Ariadna no se apartó.

—No deberías confiar en mí, Ariadna.

—Lo sé.

—Entonces ¿por qué no te alejas?

Ella lo miró directo a los ojos.

Oscuros. Deseosos. Peligrosos.

Y por primera vez en mucho tiempo, no pensó.

—Porque si esto es jugar con fuego...

quiero arder.



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En el texto hay: amor, universitario, detecive

Editado: 19.08.2025

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