El error de Belén.

El secreto de Azael.

En esta ocasión el futuro no era incierto, y tampoco había forma de pararlo, el shock de perder a Wendy y tener que aceptar el hecho de que su amigo no lo visitará más, mantenía a Araam fuera de curso, nunca llegó al aeropuerto, apenas llegó a mitad de camino tuvo que volver, pues sus pies ya derramaban algo de sangre. Al volver a casa el castaño realizó un hackeo hacia el celular de Azael, este pudo confirmar que su amigo ya había despegado, otra vez no pudo hacer nada, otra vez perdió algo más. Almenos en ese mundo.

—Mamá, Alguna vez tuviste una situación similar a la mía?, Porqué me tocó este presente tan turbio?—Preguntaba un Araam intentando adaptarse a la idea de que todo puede perderse repentinamente.

—Ciertamente nunca tuve un presente así, excepto el día que ibamos a morir, estabas tan mal que los sensores del hospital te dieron por muerto, derrepente tenías signos de nuevo y fuiste mejorando con el paso de los días, nisiquiera podías caminar, esa vez sentía que lo perdía todo, pero algo divino te regresó conmigo, mi niño.—Le recordaba a Araam una situación díficil, mostrando que hay situaciones que aún tienen salvación.

...Interrumpimos su programa actual con noticias nivel estatal, el avion 35N con dirección a Salazia sufrió una falla mecánica, por lo que calló por encima de la ciudad celeste, segun los hechos de esta tard...—La madre impactada apagó la televisión sin percatarse que su hijo había salido corriendo sin ninguna dirección.

—Por el amor de Dios, hijo mio, lo siento mucho, regresa pronto.

Araam sabía el número de avión, hora y dirección de su amigo, por lo que no dudó en dirigirse a su lugar favorito para llorar tranquilo. El chico subió un cerro inmenso, en el cual la cima pinta una U a la lejanía, al llegar a su punto especifico, una estructura abandonada la cuál servía de teleferico turista, este se percató de un grupo de personas viajeras, en donde destacaba un chico serio, con un semblante sombrio.

—Será mejor terminar con esto y ya, almenos los desconocidos habrán visto mi último adiós.—Hablaba en voz apenas entendible el mismo chico de mirada sombría.

—PARA!!—Araam gritaba mientras sujetaba al chico que estaba apunto de tirarse al acantilado justo debajo del teleferico.

—PERO QUÉ HACES, DEJAME HACERLO, NO QUIERO SEGUIR MÁS, NO TENGO FUERZAS!—Pedía a gritos ser permitido de morir.

—Anoche murió la chica a quien amaba!, HOY MURIÓ MI MEJOR AMIGO!, CREES QUE QUIERO LIDIAR CONTIGO?, YA TUVE MUCHA MISERIA EN 2 DIAS, PORFAVOR NO SEAS UNA MALA EXPERIENCIA MÁS!, AH AAAAHHHHHHHHH.

El borde del teleférico estaba tan viejo, que apenas soportaba el peso de una persona, al estar forcejeando, este termina por ceder al vacío, lo que provoca la obvia caída de ambos chicos, parecía un exitoso final para el chico sombrío, así como un aparatoso accidente para Araam, pero justo por debajo de ellos un portal se abrió, no se sabía el destino, solo cruzaron y...

—Ehh... Apenas tengo ropa, estas son.... Alas?—Se preguntaba así mismo Araam, confundido por su situación actual. 

—Porqué yo no tengo Alas?, Qué mierda me hiciste imbécil?—Se quejaba el chico sombrío, quién no había llegado limpio a donde sea que estuviesen.

—Primero que nada, soy Araam, segundo, si estoy muerto, seguro que fuí más exitoso que tu, como para llamarme imbé... PERO QUÉ HACES!? SUELTAME!

—Soy Kale, y no estoy seguro si esto lo estás haciendo tu, pero me estoy cayendo poco a poco, siento que me traga la tierra.

—Eh?

Araam giró su mirada, y notó un bello paisaje, se encontraban en el Aether, un mundo infinito formado por islas inmensas y pequeñas, castillos gigantes, arboles de diferentes colores, algunos animales del planeta azul estaban presentes en este mundo, cerdos, peces, caballos, ovejas, todos ellos eran halados, el único ser sin alas era Kale, quien sostenía a Araam firmemente, pues este estaba por caer con destino al vacío.

—LLEGUE! LLEGUÉ TAN RAPIDO COMO PUUDE!—Gritaba un mono arácnido exageradamente cansado

Gale?, estamos en....

A Kale se le terminó el tiempo de estancia en el Aether, este se fué directo al vacío junto con Araam, pues nunca dejó de sostenerlo. Jaskar regaño a Gale por apenas llegar sin poder hacer nada, le explicaba lo obvio. El hecho de que Kale quisiera terminar con su propia luz, lo hacía pertenecer al grupo de los seres malignos que no querían ser felices, siendo expulsado por el Aether, directo al actual reino de lucifer, el infierno de las bestias, la parte más temida del lugar. Araam cayó intentando ser un heroe, lo que le permitió mantener una forma halada en el mundo de las islas flotantes.

—Crees que... Regrese?—Preguntaba Gale notoriamente preocupado.

Todo depende de el, el chico sabe como usar la magia, no había un día en el planeta azul que no intentará usar cosas que nunca supe como las aprendió, si repite lo mismo aquí, con éxito regresará, las alas no serán apoyo suficiente como para poder volver.

—A veces es molesta tu forma herudita de explicar las cosas, y mira que me regañabas por ver su futuro.—Respondía un calmado y sereno Gale.



#7374 en Fantasía
#1622 en Magia

En el texto hay: lgbt, amor, guerra

Editado: 12.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.