El Espia

CAPITULO VI

CAPITULO VI

PIEDRA DEL PEÑOL-GUATAPE

 

...han pasado 6 meses desde que el calentamiento global ha producido un gran desastre natural. La falta de agua potable, el aumento exagerado de la temperatura en todo el planeta y la gran sequía que se ha dado por falta de lluvias, ha generado más muertes que la última pandemia que tuvimos, el COVID-19. Los gobiernos de las grandes potencias se han reunido en varias ocasiones tratando de buscar una solución a esta problemática, pero aún no encuentran “la cura a la enfermedad que padece el planeta”. Seis meses atrás, como lo hemos comentado en reportajes anteriores, un grupo conocido como “el resguardo del agua" se apodero de las grandes fuentes hídricas de agua del planeta y por medio de motobombas, extrajo de ríos, lagos y glaciares, la mayor cantidad de agua dulce y la deposito en lo que ellos llaman “bancos de agua” para protegerla; el problema mayor se dio cuando la humanidad se enteró que esa agua solo le pertenecía a los socios dicho club y cuando empezaron las oleadas de calor, la gente comenzó a reclamar por este líquido vital, pero sus peticiones fueron rechazadas y solo los afiliados al club “el resguardo del agua” podían obtener cantidades limitadas de este precioso líquido.

En esta tarde me encuentro con uno de los fundadores del club, el señor Ernesto Fernández que nos contara cual es la finalidad de este club y por qué tienen guardada la gran cantidad de agua potable en bancos...

—apaga esa televisión Walter, no quiero seguir viendo a esa periodista. En vez de entrevistar a las víctimas, le da por hacer entrevistas a los que nos tienen perjudicados, aguantando sed a nivel mundial —le dijo Carol a su compañero, mientras veía en su portátil una forma de salir de la ciudad de Washington.

—yo sé que te da rabia esa periodista, pero es la única que está autorizada para dar noticias en este país. Además, mira, como el señor Ernesto le da una botella de 100 CC. ¡como quisiera estar allí para saborear una gota de esa rica agua! —comentaba Walter mientras seguía viendo la Tv.

—ya te dije que la apagues. Walter, no sigas viendo eso. Ya sabes que no te van a dar ni una gota de agua potable; a duras penas podemos tomar agua de rio o cañadas sucias. Estamos vivos es de milagro. Además, ese Ernesto fue uno de los artífices de que el planeta tierra este en estas condiciones, o ¿no recuerdas el plan que el mexicano tenía con sus amigos para apoderarse del agua del planeta?

—claro que recuerdo eso, todos los días de mi vida y además evoco en mi mente como tratamos de hacerle llegar esos documentos al presidente de los Estados Unidos hace seis meses y lo que nos sucedió cuando llegamos a la Casa Blanca. Si no hubiera sido por ese accidente, creo que no estaríamos en esta situación, escondiéndonos y cuidando que no nos atrapen para fusilarnos —termino diciendo con tristeza Walter.

—lo sé, pero eso ya paso y ahora toca cuidarnos bastante y lograr salir de esta ciudad. Mira, encontré una zona que no está muy vigilada, al norte de nuestra ubicación actual. Creo que podremos salir por allí.

Carol y Walter, hace seis meses, lograron llegar a la capital de los Estados Unidos y cuando estaban cerca de entrar a la Casa Blanca, por evitar pisar a un transeúnte, desviaron el vehículo hacia la puerta principal y chocaron con esta; los guardias de la Casa Blanca llegaron inmediatamente y le pidieron a Walter y a Carol que se bajaron del vehículo. Al ver sus credenciales de la CIA, los iban a dejar ingresar a ver el presidente, pero al revisar en las pantallas del monitor que ambos chicos eran buscados por la misma agencia en la que trabajaban, fueron detenidos. Ellos insistieron que eso fue una alerta hecha por el jefe de la CIA, Brayan, pero que él en este momento estaba siendo detenido por el FBI, pero los policías no creyeron esto y se los llevaron a un calabozo cerca de la Casa Blanca.

Dos meses después, cuando el calor iba en aumento excesivo y el agua potable empezó a escasear en el planeta, los guardias que vigilaban a Walter y a Carol en sus celdas, por el desespero de buscar líquido, se fueron de aquel y lugar y sin darse cuenta dejaron las llaves de las celdas muy cerca de los prisioneros; Walter al ver esta situación, saco su mano por uno de los barrotes del calabozo y después de una gran esfuerzo, logro agarrar la llave con la cual pudo abrir su prisión; de ahí ayudo a su compañera y a otro ciudadano que estaba encarcelado desde el día anterior. Cuando iban saliendo, con precaución de aquel sitio, vieron que no había nadie custodiándolos. Fue así como los chicos lograron escapar de su presidio.

—Walter, recoge solo lo necesario. Nuestro viaje será largo hasta la ciudad de San Francisco y debemos evitar a toda costa que nos agarren. Tenemos que llegar hasta la fortaleza de esa tal Annie y averiguar cómo podemos ayudar a restaurar el daño que le hizo a nuestro planeta. Tengo información muy certera, que existe en aquella ciudad un bloque de personas que buscan hacer frente a este grupo de personas que nos han hecho tanto daño.

—yo ya estoy listo. Empaque solo lo necesario y comida para una semana. Espero que podamos llegar a San Francisco en este tiempo y localicemos a esas personas que dicen que están en contra de Annie y sus secuaces —termino diciendo Walter, mientras salían en búsqueda de un auto nuevo para su nueva aventura.

 

 

 




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